4 marcas chilenas de calzones menstruales que avanzan en sostenibilidad

por | Ago 12, 2021

Una alternativa para reducir los residuos plásticos. Sin olores, lavable y reutilizable.

No sabemos cuándo se terminarán los mitos y los tabúes en torno a la menstruación. Pero lo que sí sabemos es que las personas menstruantes están buscando alternativas más sustentables y ecoamigables para vivir su ciclo menstrual.

La primera menstruación, o menarquia, generalmente ocurre entre los nueve y los 14 años y es un proceso gatillado por la producción de hormonas responsables de cambios físicos y psicológicos. Y uno extra: tener que comprar una serie de plástico que utilizaremos y botaremos cientos de veces en nuestra vida. 

Los tampones o toallas sanitarias incluyen una gran cantidad de plástico en su diseño. Según un informe de la National Geographic, en 2018, sólo en Estados Unidos, se compraron 5,8 mil millones de tampones y una persona menstruante, a lo largo de su vida, usará entre 5 y 15 mil toallas sanitarias y tampones, los que terminarán directamente en el tarro de la basura. Sin posibilidad de ser clasificada ni reciclada. ¿Alternativas? Varias. Desde las compresas reutilizables, los discos, esponja y copa menstrual hasta los calzones y/o bragas menstruales.

En esta serie de artículos dedicada a la ropa interior, donde hemos conocido a marcas locales que se esfuerzan por avanzar en el duro camino de la sostenibilidad, he podido ser testigo de que tanto la sustentabilidad como la sostenibilidad, entendida desde el territorio, no es opcional, sino que un deber ser con nuestra salud y consciencia. Estas cuatro marcas han tomado este desafío. Proponiendo una solución amigable tanto a nivel humano como ambiental. ¿Te animas a conocerlas, informarte y tomar acción?

ALUNA

«Para nosotras es clave poder hacernos cargo de nuestros productos y eso significa producir localmente en Chile».

Después de vivir siete años en Londres y de ganar experiencia como diseñadora en áreas de diseño sustentable, economía circular y life-centred design, Valentina Paz Lopez, regresó a Chile el 2020 y junto a su madre y tía, quienes contaban con una amplia experiencia en el mundo de la confección y el trabajo codo a codo con un equipo de costureras, nace Aluna. “Una marca enfocada en entregar y promover alternativas menstruales más conscientes, con productos hechos en Chile por mujeres”, afirma Valentina.

Esta marca nacional, para la confección de sus productos, trabaja con Amni® Soul Eco, un hilo biodegradable que al ser descartado en vertedero y entrar en contacto con los microorganismos presentes en ese entorno anaeróbico, tiene un periodo de degradación de tres años aproximadamente. “Trabajamos directamente con la textil que produce la tela, las cuales se producen a pedido y además sólo usan agua reciclada en su producción. Los insertos, que son piezas más pequeñas y que no requieren ser elasticadas, son de algodón y bambú orgánico”.

Al producir de forma local, uno de los principales desafíos es el acceso a materiales de calidad, que cuenten con certificados que den cierto nivel de trazabilidad del producto. “Por eso mismo, hemos optado por trabajar principalmente con fábricas textiles en vez de importadoras, y de desarrollar una relación más cercana con éstas. Aunque hasta ahora no hemos encontrado la opción de hacer esto en Chile, por un tema de escala, hoy trabajamos con dos [empresas] textiles en Brasil y una en EE.UU”.

Mejorar las telas, incorporar formas de despacho más amigables y diseñar empaques que sean biodegradables -y por ende, que vayan en total coherencia con sus productos- son parte de su trabajo diario. “Por otro lado hemos ido expandiendo nuestra red de fundaciones beneficiarias, a las cuáles les entregamos calzones de forma gratuita, además de contenido informativo sobre el impacto medioambiental de la menstruación y salud menstrual en general”.

Valentina, junto a su equipo, han visto que sus calzones no tan solo pueden ser una alternativa más consciente y sustentable para personas menstruantes sino que “nos hemos dado cuenta que nuestro producto sirve a muchas personas neuro divergentes y con dificultades de movimiento, los cuales son grupos que están muy subrepresentados y por eso mismo creemos que es importante generar esos espacios y considerar estos distintos universos de necesidades en el diseño de nuestros productos”.
Aluna ofrece productos desde la talla XS (34) hasta XXL (52-54), cuentan con un sistema de preorder y de confección a medida.

«Trabajamos por representar un espectro de distintas tallas, distintos géneros y distintas necesidades, no sólo mediante la fotografía, si no también en los temas que levantamos y cómo los abordamos».

PAPAYA BRAGAS

«La alternativa de los calzones menstruales nos parece la más funcional, cómoda y amigable. No requiere de ningún elemento adicional, ni introducir nada en el cuerpo».

Del amor por el diseño, la consciencia y el propósito de resignificar la menstruación nace Papaya Bragas. “Somos mujeres conscientes de los desafíos globales a los que como humanidad nos vemos enfrentados. Somos conscientes de la crisis climática que vivimos y la importancia de proteger el equilibrio de los ecosistemas. Por lo mismo, y porque creemos que las mujeres somos un agente de cambio importante de estos tiempos, es que consideramos poderoso, simbólico y significativo avanzar hacia una menstruación sostenible”, nos plantea la diseñadora Maria Bunster, parte del equipo de mujeres fundadoras de esta marca.

La propuesta de calzones menstruales de Papaya Bragas apunta al diseño de bienes útiles; “repensando y rediseñando lo que ya se conocemos (ropa interior)”, poniendo avances textiles al servicio de una necesidad biológica, sin obsolescencia calculada y sobre todo, de alta calidad.

“Nosotras solo trabajamos con telas tecnológicas certificadas orgánicas que aseguren un alto nivel de absorción […] innovamos e incorporamos filamentos de cobre en nuestros tejidos. La acción del cobre mantiene a raya malos olores y posibles enfermedades, y las telas tecnológicas súper-absorbentes se encargan de evitar un ecosistema húmedo propicio para hongos […] Además de ser 100% libres de BPA, PFAS & PFOA”.

Como sabemos, diseñar y confeccionar en Chile con telas orgánicas y naturales es un desafío e inversión, debido a la baja disponibilidad de éstas en nuestro territorio. “Frente a eso tratamos de entregar el precio más justo que podemos, entendiendo toda la cadena que implica confeccionar un producto de calidad en Chile”, afirma María.

Papaya Bragas construye para ser una invitación a celebrar la intimidad y las diversas corporalidades. A vivir una menstruación de forma cómoda, segura y libre.

En el mundo 1,900MM de personas – 26% de la población mundial – menstrúan una vez al mes. Cada persona menstruante usa alrededor de 11.000 toallitas o tampones durante sus 40 años de vida fértil.

CULOTTE

«Amamos derribar los tabúes y mitos que existen con contenido y discusiones de alta calidad y nos hace muy orgulloso lograrlo junto a nuestra hermosa comunidad»

Hace un año exactamente que la alemana Nathalie Wilk, radicada en Chile hace 6 años, se tiró a la piscina con Culotte. Tal como ella afirma, “en sus inicios fue un proyecto de autoayuda”, pero que -con el paso de los meses- se ha convertido en su bandera de lucha. Activismo que se resume en “derribar los tabúes en torno a la menstruación y nuestros cuerpos”.

Los calzones menstruales de Culotte constan de tres capas. La primera, la cual corresponde al cuerpo del calzón, es de tela de bambú, una materialidad que reduce la presencia de alérgenos, es suave y flexible. Para la zona más íntima de la piel y vulva, se utiliza algodón. La capa intermedia está hecha de microfibra, la cual absorbe y mantiene los líquidos o fluidos. Y la tercera capa es de tela PUL, que es impermeable y evita fugas hacia afuera. “Nuestros calzones no contienen nanopartículas de plata ni de cobre, pero estamos trabajando en la manera de incorporar filamentos”, afirma Nathalie.

Sus productos son diseñados en territorio chileno y confeccionados en China. “El proveedor cumple con varios estándares de producción, por ejemplo, OEKO Tex y SGS (en bambú y microfibra), además con las normas para asegurar condiciones de trabajo justas (BSCI estándar) y reglas de negocio ético (Sedex certificación)”, comenta Wilk y agrega que la decisión de producir fuera “está motivada por las dificultades de materiales y conocimientos técnicos en Chile. Logramos un estándar de calidad muy alto con nuestro partner afuera. Ahora logramos traer los productos en barco para bajar la huella de carbono y evitar el uso de avión”.

Culotte trabaja por ser una alternativa sustentable, segura, sexy y no invasiva. Además de ofrecer un amplio rango de tallas -desde la XS hasta la 3XL- y ser un espacio seguro, donde se derriban tabúes y mitos en torno al tema con contenido y discusiones de alta calidad, junto a su creciente comunidad.

Durante la vida una persona menstruante tiene alrededor de 450 ciclos y en ellos utiliza hasta 15.000 productos desechables (toallitas, tampones) que demoran 500 años en deshacerse.

CALZONES MENSTRUALES LILÚ

“Nosotras queremos llegar a cambiar la vida de mujeres, personas menstruantes, adultos mayores y toda persona
que tenga un tipo de flujo».

Francisca Silva junto a su madre, la diseñadora Catalina Astorga, hace más de un año y medio -y luego de meses de pruebas de diseño y testeos de diferentes materialidades- dan vida a la marca de calzones menstruales Lilú. “Conocimos los calzones menstruales que ofrecían en EE.UU y España. Los compramos y los probamos. Funcionaron, pero, luego de un tiempo, no cumplieron nuestras expectativas. Y mi mamá, como diseñadora, los desarmó, comenzó a ver qué llevaba la tela, la tecnología aplicada. Entre pruebas, sumas y sigues, fuimos mejorando un producto que ya existía. En talla, en diseño… lo adecuamos a nuestra realidad y a las corporalidades chilenas”, explica Francisca.

Los calzones menstruales Lilú cuentan con cuatro capas de protección: una capa superior de absorción rápida, una capa a prueba de fugas, otra capa anti olores y una barrera anti sanitaria impermeable y antibacterial. “Nuestros productos pueden llegar a absorber hasta 30 ml de flujo menstrual sin filtrar a tu ropa. Todos nuestros insumos son nacionales, el externo está hecho de algodón y estamos comenzando a probar con la primera capa de plata, para poder incluirla en un futuro cercano”, señala Francisca y agrega “a raíz de pruebas que hemos realizado, nuestros productos mantienen su calidad y capacidad, incluso después de 60 a 80 lavados”. 

Lilú responde a una incomodidad personal y de salud, por parte de sus creadoras; a una conciencia ambiental, por evitar los residuos; y a la alta necesidad de entregar alternativas más sustentables e inclusivas, no tan solo a personas menstruantes sino a toda persona que genere algún tipo de fluído.

“Nosotras queremos llegar a cambiar la vida de mujeres, personas menstruantes, adultos mayores y toda persona que tenga un tipo de flujo. Nosotras no hacemos sólo calzones menstruales, sino productos para personas que sufren de incontinencia urinaria, hombres y mujeres”. Llevar esta conversación y mostrar esta alternativa en otros espacios, es fundamental para Francisca. “Alguien que no tiene redes sociales o internet no tiene idea que existe esta alternativa. Han llegado señoras consultando y han probado y nos han dicho que este producto ‘les ha cambiado la vida’”.

Esta marca ofrece desde la talla XS a la XXL y confecciones a medida.

¿Recomendaciones generales para el cuidado de estos productos? 

Realizar un enjuague previo al lavado en la lavadora (temperatura ideal 30ºC), dejar secar al aire libre y no usar suavizante, dado que puede dañar la función absorbente del calzón. Lo ideal es contar con -al menos- dos calzones por ciclo menstrual.

Si aún tienes duda de cómo funcionan estos productos, te invitamos a revisar este artículo de nuestra querida Stephanie Valle, en su sección “Y si intento”

Periodista de la Pontificia Universidad Católica de Chile, verificadora de contenido y diplomada en Estudios Críticos de Moda de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Editora General de Franca Magazine, promotora del movimiento #secondhandfirst y viajera. Cada lugar que visita busca entender nuevas formas de construir un armario y estilo de vida más sostenibles. IG: @pily.uribe

Podría interesarte