La historia de Alejandra Cuevas es una de mis favoritas, porque deja ver claramente cómo la experiencia es una poderosa arma para el cambio: la experiencia de aprender algo, de vivir una situación y de querer hacer algo al respecto, sin importar nuestra profesión, origen o antiguos ideales. Diseñadora gráfica de profesión, la carrera de Alejandra siempre ha estado vinculada a la industria de la moda, siendo su paso por el retail nacional y posteriormente un traslado a Hong Kong los hitos fundamentales que la llevarían a cambiar el diseño fast por la educación slow.
“Me formé como diseñadora gráfica, así que todo lo que sé del mundo de la moda y la producción textil, lo he aprendido en la práctica. Pude entender el impacto que la industria textil tiene sobre el mundo y las personas mientras realizaba mi trabajo, por lo que el golpe fue tremendo, pero el aprendizaje ha sido, y sigue siendo, inmenso.
Mientras vivía en Hong Kong y trabajaba diseñando colecciones de fast fashion para una cadena de retail nacional, tuve una de las crisis más grandes de mi carrera. No quería seguir siendo parte de ese sistema, pero tampoco quería alejarme y quedarme de brazos cruzados. Volví a Chile y decidí que tenía que compartir todo lo que sabía, ahí nació Clóset Sustentable. Abrí una cuenta en Instagram donde comencé a compartir datos, consejos e información, y en paralelo comencé a realizar pequeños «talleres» que fueron evolucionando hasta convertirse en un curso de 8 clases que ahora dicto en Escuela Brown. La recepción ha sido increíble. Constantemente recibo mensajes muy buena onda, me emociono especialmente cuando alguien me dice que desde que conoce Clóset Sustentable, sus hábitos de consumo han cambiado, o que han cambiado su percepción frente a la ropa. Esos mensajes me llenan de felicidad”.
Y, ¿qué significa un clóset sustentable? “Un clóset sustentable no tiene una definición específica, ya que tiene que ver con nuestra forma de ser, nuestros gustos, nuestra historia. La ropa que usamos y lo que guardamos en nuestro clóset dice mucho de nosotros, eso es lo primero que tenemos que comprender”. Dentro de sus consejos de consumo, para principiantes o interesados en lograr un clóset más sustentable, destaca:
- NO DESESPERES, el camino es largo, hay que tomarlo con paciencia.
- AMA TU ROPA y pregúntate, ¿cuándo algo tan maravilloso como la ropa dejó de ser importante y pasó a ser un objeto desechable?
- ORDENA, es clave para saber lo que tenemos.
- USA LO QUE YA TIENES, no es necesario comprar ropa constantemente.
Cuestionar nuestros hábitos de consumo es fundamental si queremos hacer un cambio, pero para eso en primera instancia debemos conocer más sobre el problema, no solo desde la perspectiva del consumo. “La población mundial aumenta exponencialmente y no tenemos los recursos suficientes para seguir produciendo y consumiendo de la manera en que lo hacemos hoy. Debemos hacer cambios urgentes si queremos que las futuras generaciones puedan vivir una vida plena y tranquila. Esos cambios deben venir de todos los flancos: diseñadores, fabricantes, consumidores, todos debemos actuar en conjunto para hacer que los cambios tengan éxito”. Y agrega: “No es solo necesario, es urgente comenzar a formar profesionales preparados para enfrentar los desafíos de la industria”.
Pero no solo de comunicar y educar se vive, por eso le preguntamos a Alejandra cuáles son esos sabores, texturas o aromas que estimulan sus sentidos día a día. Como buena madre perruna, una de sus texturas favoritas es acariciar animales, sobre todo a su perrita Lupe: “Hacerle cariño a un animalito es tan reconfortante, te llena el corazón. Entregar y recibir cariño con una simple caricia, es maravilloso”. Dos de sus aromas favoritos son el aromo y las violetas, porque le recuerdan a sus vacaciones familiares en Angol: “En una esquina del patio de la casa de mis abuelos habían violetas, tan pequeñas y tan aromáticas. Y cuando nos íbamos de regreso a Concepción, donde vivíamos con mi familia, íbamos a esperar el bus a un paradero que estaba rodeado por aromos, el olor cuando estaban florecidos era increíble”. Amante de la música, su sonido favorito es escuchar sus discos; y uno de sus sabores favoritos es el chocolate, especialmente el Trencito y en rama. En cuanto a la vista, mirar los muros de su casa está en primer lugar: “Me gusta mirar los muros de mi casa, están llenos de cosas. Piezas de arte, recuerdos, fotos, repisas con libros, juguetes. Me estimulan los espacios llenos de colores, imágenes. Me inspiran constantemente”.