Cerca de dos años después de dejar la Casa Blanca, Michelle Obama empezó un tour de 34 destinos para promocionar su libro, Mi historia, publicado en 2018. Este documental, que comparte el nombre de su bestseller, la sigue en ese camino de ciudad en ciudad.
El documental, estrenado a principios de este mayo y dirigido por Nadia Hallgren, combina videos de Michelle siendo entrevistada sobre el escenario de enormes estadios por todo Estados Unidos, con escenas de sus viajes, momentos tras bambalinas y conversaciones cálidas con sus familiares y amigos cercanos.
Becoming cuenta la historia de Michelle de primera mano: sus recuerdos de niña creciendo en Chicago, su educación en una de las mejores universidades de su país, la muerte de su padre, su trabajo como abogada, el momento en que conoció a Barack Obama.
Cabe decir que Becoming está producido como parte de una alianza entre la compañía productora de la familia Obama y Netflix. Por esta razón, en ningún momento busca un sentido de objetividad –una noción ampliamente discutida en el mundo de los documentales–, sino todo lo contrario: cuenta la historia de Michelle Obama por Michelle Obama, y no pretende ser otra cosa que eso.
Una parte interesante de este documental, que no la ofrece el libro, son las pequeñas reuniones que Michelle tuvo en colegios, comunidades y universidades con distintos grupos de mujeres de distintas procedencias, identidades, edades, clases sociales, a lo largo de su gira. En estos círculos de conversación, aparecen los grandes temas sociales que a Michelle le preocupan: la educación, la salud, la familia, los derechos de las mujeres. La vemos impartiendo sabiduría, pero también escuchando atentamente a las personas, sus preocupaciones y vivencias.
En una ocasión puntual, Michelle conversa con un grupo de estudiantes en una universidad local, y una de las chicas, hija de inmigrantes mexicanos, admite no estar segura de por qué sus profesores la escogieron para participar de esa conversación cuando en realidad ella siente que su vida no es especial y sabe que no es precisamente la alumna más aplicada. Al indagar, la estudiante cuenta que después de clases ayuda a su padre, quien tuvo un accidente recientemente, y además de asistir a la universidad trabaja part-time para aportar en su casa y cuidar de sus hermanos pequeños. Ante esto, Michelle responde cálidamente: “¡Y dice que no sabe por qué está aquí!”, dirigiéndose a las demás. “Esa historia, con todos sus altibajos y lo que parece común y corriente y no parece mucho para ti, es tu poder”, le dice a la chica, instando a todas las demás a contar sus propias historias y apropiarse de ellas.
Hay otras escenas donde se tocan también temas que han ido construyendo la historia de Michelle. Por ejemplo, cuenta ciertos detalles sobre la prometedora vida profesional que decidió dejar cuando su marido quiso ser presidente, los retos que tuvo que sobrepasar educando a dos hijas bajo el ojo público global, las superficiales críticas que enfrentó después de que Barack fuera elegido, la cercanísima pero no por eso poco compleja relación con su madre y hermano. Asimismo, afloran experiencias personales que aparecen en su libro: la terapia de pareja junto a Barack, la depresión posnatal, el momento en que tuvieron que dejar la Casa Blanca. Aunque no ofrece una mirada reveladora de su intimidad, este documental tampoco es un tedio de autocelebración, ya que su protagonista no es tímida a la hora de compartir algunos de los desafíos que ha tenido que enfrentar como profesional, madre, esposa, hija, colega y líder mundial.
Michelle Obama siempre ha sido de esas personas a quienes puedo escuchar hablar durante horas. No hay vez que no encuentre en sus discursos y entrevistas razones para soltar una risa y, a la vez, motivos para que se me apriete un poco el corazón por momentos. Su carisma me conmueve y su evidente inteligencia me causa una admiración muy pop. Me encanta escucharla.
Le recomiendo este documental a los admiradores consolidados de Michelle, pero también a quienes no saben mucho de ella y sienten curiosidad sobre quién es y lo que representa. Becoming muestra una selección de sus memorias, por una parte, y, por otra, expresa un llamado universal a encontrar la voz propia que, según ella, siempre está conectada a la historia de vida de cada uno.
Disponible en Netflix