Ya llegó el verano y, con él, las tan deseadas vacaciones. Cuando te vayas a la playa, al campo o hacer un trekking en el Himalaya, te asegurarás de cerrar el gas y la llave del agua, de apagar todas las luces de la casa, desenchufar todos los electrodomésticos, cerrar las ventanas. Y cuando estés a punto de salir te darás cuenta de que algo se te olvidó: ¡las plantas!
Si tienes plantas, la pregunta es una sola: ¿qué hacer para que sobrevivan al verano?
Las plantas no solo le agregan color, alegría y calidez a un departamento o casa, sino que también purifican el aire, cada vez más contaminado por compuestos orgánicos volátiles – como formaldehído, tricloroetileno, benceno, xileno, tolueno, dióxido de carbono y amoníaco, provenientes de plásticos, fibras sintéticas, muebles de maderas aglomeradas, disolventes, adhesivos, productos de limpieza del hogar y de aseo, e incluso ambientadores–.
Dado que ellas hacen tanto por nosotros, no está demás dedicarles algunas atenciones y cuidar de su salud.
Acá te dejamos cuatro consejos para una temporada con plantas vivas y saludables. ¿Empezamos?
1. Cuidado con la incidencia del sol
Las plantas no deberían recibir rayos solares directos, no solo porque el agua se evaporaría más rápido, sino también por el efecto lupa, causado por las gotas que se depositan en las hojas y aumentan la acción de los rayos del sol, lo que las daña muchísimo. Por eso, busca regar en la mañana temprano o en la tarde después de la puesta del sol, evitando las horas más calurosas del día. Deja tus plantas de interior en lugares luminosos sin que reciban rayos directos o cúbrelas con una tela de sombra que actúe de filtro solar.
2. Cuidado con el calor
Las paredes de la casa irradian mucho calor cuando están expuestas a elevadas temperaturas, lo que puede dañar las plantas: lo más recomendable es alejar los maceteros de las paredes o recubrirlos con tela de brezo para evitar que absorban mucho calor.
Si sabes que la planta va a estar necesariamente expuesta al sol por algunas horas del día, lo mejor es que la pongas con todo el macetero dentro de un macetero más grande, para que el primero absorba todo el calor y la planta quede protegida.
3. Cuidado con el riego
El riego debe ser abundante, sobretodo en lugares más secos como Santiago, Chile, pero hay que tener en cuenta algunas cosas:
– para evitar una evaporación demasiado rápida, los riegos se deben hacer en profundidad, echando una buena cantidad de agua con lentitud
– lo ideal es planificar los horarios de riego, como ya dijimos, en la mañana temprano o en la tarde noche
– es mejor facilitar la humedad ambiental del lugar donde están las plantas, dejando cerca unos recipientes con agua
– hay que tener en cuenta que las macetas de cerámica o de otros materiales porosos necesitan más riego que las macetas de plástico
– para que el agua sobrante no arrastre buena parte de los nutrientes, coloca platos o cuencos bajo los maceteros para poder reutilizarla
– evita regar con agua calcárea, o si no, échale un chorro de vinagre
– cuando riegues, aprovecha de limpiar la planta del polvo y de la suciedad, y de sacar las hojas y flores secas, ya que absorben agua y perjudican a la parte viva
– en verano la planta va a necesitar más abono que en el resto del año, por estar en etapa de floración, así que puedes echarle el agua de cocer huevos duros o verduras, rica en minerales beneficiosos y completamente natural
4. Cuidado con las plagas
El periodo veraniego es el más propenso a la aparición de plagas y enfermedades, por lo que en general es aconsejable revisar todas las partes de la planta y actuar lo antes posible. Se pueden usar insecticidas naturales muy válidos, a base de ajo, leche o pimienta, que además de ser eficaces, son económicos, fáciles de hacer y no contaminan.
A continuación, te dejamos las mejores recetas de insecticidas caseros de Ecología Verde:
A base de ajo, contra pulgones y hormigas
– Deja reposar en una olla varios dientes de ajo en un litro de agua
– Cocínalos a fuego lento por 15 minutos y deja enfriar
– Pon el líquido en un difusor, mezcla todo y aplícalo en la planta
A base de leche, contra ácaros y hongos
– Mezcla ½ taza de suero de leche con 12-13 litros de agua
– Mezcla con 3 ½ tazas de harina de trigo
– Ponlo en el difusor y aplica
A base de pimienta, contra diferentes plagas
– Pon 6-10 ajíes y 2 tazas de agua en una licuadora a gran velocidad por 2 minutos
– Deja reposar durante la noche
– Filtra y añade otra taza de agua
– Ponlo en el difusor y aplica
A base de planta de tomate, contra pulgones, orugas y gusanos
– Desmenuza hojas de tomate hasta llenar 2 tazas, cubre con agua y deja reposar durante la noche
– Agrega dos vasos de agua y mezcla bien
– Pon la mezcla en un difusor y aplica
Fuentes: Ecoinventos / MyPoppins / Ecología Verde