La educación es esencial para un desarrollo humano, inclusivo y sostenible, así al menos lo postula la UNESCO. Otros afirman que es el principal motor en una sociedad, generando conciencia por medio de la información y conocimientos entregados a la población.
Sin embargo, hay un tema en particular que no ha sido incluido dentro de las aulas y/o contenidos transversales nacionales. Una objeto de estudio que tampoco ha tenido mayores investigaciones (cuantitativas ni cualitativas) para entregar datos duros a la población. Estamos hablando de la contaminación textil.
Actualmente, la mayoría de las personas adultas tienen que auto educarse en este tema, ya sea a través de medios especializados para informarse o cursos específicos de moda sostenible. Aún así, no es tarea fácil. Existe poco material accesible a la mayoría de la población.
Entonces, ¿qué pasa con aquellas personas que no disponen del tiempo, conocimiento y dinero para aprender por su propia cuenta? ¿cómo resolver esta problemática si tampoco es una prioridad? Por otra parte y, considerando que uno de los vertederos de ropa más grandes a nivel global está situado en nuestro desierto de Atacama, ¿no es acaso urgente replantearnos por qué la contaminación textil no se aborda en materia educacional?
En base a esas interrogantes y, para revertir esta situación, comparto -a modo de reflexión- 4 posibles prácticas que sería importante incorporar dentro de la escena educativa y política nacional.
«La educación es esencial para un desarrollo humano, inclusivo y sostenible»
UNESCO.
- Incentivar la lectura y escritura de libros infantiles relacionados a moda y textiles.
Investigando este tema, encontré un libro infantil chileno llamado “Reviviendo mil prendas” de Daniela Seguel, ¡es el primer libro infantil sobre moda sustentable! Sin duda, un gran primer paso.
Espero que en un corto plazo sean muchos más los que se sumen a este desafío de escribir libros educativos sobre la contaminación textil y, que desde pequeños, nos familiaricemos y normalicemos este tema, que forme parte de nuestra identidad.
2. Incorporar la educación del cuidado de las prendas como un hábito desde pequeños.
Establecer hábitos es clave. Hacer que el cuidado de las prendas sea un hábito y no un mero favor que le estamos haciendo al planeta o a nosotros mismos. Y para lograrlo, no basta la información plasmada en una etiqueta, sino comprender -desde pequeños- cuáles son distintas fibras que existen, las características de cada una, cómo lavarlas, mantenerlas, repararlas y, una vez finalizada su vida útil, saber qué hacer con ellas, incentivando el reciclaje textil por sobre el desecho.
En esto, el MINEDUC es un actor primordial a la hora de generar un cambio real, incorporando esta problemática dentro de aquellas que abordan la sostenibilidad.
3. Promover la elaboración de estudios que recojan datos sobre lo que ocurre a nivel local con la contaminación textil.
Sin cifras es difícil cuantificar y concientizar a la población sobre el real problema existente. Actualmente, la mayoría de los artículos abordan la contaminación textil desde una mirada global, con números y porcentajes que no necesariamente representan al contexto nacional.
4. Agilizar políticas públicas que incentiven una educación transparente por parte de las empresas hacia sus consumidores.
La ya conocida Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) es una de las políticas públicas que, entre las acciones establecidas en la hoja de ruta, está el desarrollar los estudios para que nuevos productos sean declarados como prioritarios e ingresen a la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), lo que generará reglamentos que obliguen a las empresas que introducen al mercado productos como textiles a hacerse cargo de estos elementos una vez que terminen su vida útil, a través de la recolección y reciclaje.
Por otro lado está la propuesta de la Ley Greenwashing en Chile, la que busca busca sancionar las falsas promesas de sustentabilidad.
Si bien, como país vamos encaminados en cuanto a políticas públicas se refiere, queda un largo camino por recorrer. Leyes que tengan por objetivo educar y transparentar de manera cercana y objetiva a la población, son necesarias para generar conciencia e incentivar la acción por parte de las mismas personas para revertir la problemática.
Porque otorgar una mayor educación textil en Chile es necesario ahora.
LECTURAS RELACIONADAS QUE TAMBIÉN PUEDES DISFRUTAR: