Colaboración por Daniela Toledo
Diseñadora Industrial U. Chile
MA Textile Futures Central Saint Martins
La mejor compañera para comprar ropa usada siempre ha sido mi abuela. Tiene un ojo fenomenal para las telas y es quien más me ha enseñado a reconocer las diferentes fibras a través de los años. Recuerdo como si fuera hoy cuando me enseñó cuan suave se siente la lana y que gracias a eso pude comprar una chaqueta por un precio casi vergonzosamente bajo en un puesto de una feria a la que íbamos habitualmente. Gracias a ella aprendí como en un fardo de ropa usada pasan inadvertidas prendas de excelentes materiales solo por desconocimiento de quienes las clasifican o bien de quienes las compran.
El diseñador japonés Yohji Yamamoto dice en su autobiografía My Dear Bomb (Mi querida bomba) que «Así como el hombre vive y envejece, también el tejido vive y envejece. Cuando el tejido se deja envejecer por un año o dos, naturalmente se contrae, y en este punto, revela su encanto.» Al comprar una prenda nueva estamos recién frente al germen del verdadero potencial del objeto, fascinante ¿No? Y a propósito de esta cita es que me gusta pensar que distintos materiales viven diferentes procesos de “revelación” y que estos mismos procesos nos entregan resultados diversos que es donde justamente encontramos la belleza de comprar ropa usada. ¿Y qué hay de las prendas nuevas? ¿Sabes qué esperar de los procesos de revelación al comprar prendas que están recién comenzando su ciclo de vida?
Una parte fundamental del consumo consciente está dada por cuán informados estamos sobre lo que estamos consumiendo y otra parte igualmente importante es saber cómo esos materiales se integran a nuestras forma de vida o viceversa. La tela y los materiales textiles no son sólo la materia prima de la cual están hechas las prendas, sino también son las distintas técnicas y procesos por los que pasa para convertirse en lo que es. Los materiales son la esencia de cada prenda, es la sustancia que da vida a la forma que un diseñador le otorga a sus creaciones, es por esto que el enriquecer nuestro conocimiento textil beneficia y reconoce directamente a quienes dedican su vida a la moda en cualquiera de sus formas.
Iniciativas como el Fashion Revolution Day y la pregunta ¿Sabes quién hizo tu ropa? son ya parte del conocimiento general en la mayoría de los consumidores de moda. Moda rápida o fast, moda lenta o slow son términos que hace unos años no existían y que hoy es cada vez más común escuchar en círculos no especializados en el tema ¿Sabías que hay fibras o materiales que requieren grandes cantidades agua en su procesamiento y otras que no requieren nada en absoluto? Hay algunas que van a permitir que las laves menos frecuente al no favorecer la proliferación de bacterias y por lo tanto de olores, es decir que puedes reducir agua y además prolongar la vida de tus prendas sólo por el hecho de lavarlas más esporádicamente ya que cada lavado tiene un efecto en el aspecto y la construcción de las prendas que usas.
Este grupo de conocimientos prácticos asociados a los materiales y la construcción de nuestras prendas es lo que yo llamo Cultura Textil y es algo que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo desde que se redujo la fabricación de telas en nuestro país. Mi abuela sabe más porque ella creció rodeada de materiales y técnicas que hoy no existen y experimentó desde muy pequeña las diferencias entre materiales a través de sus propias prendas y la confección de ellas. Esta cultura textil es la que permite que tomemos mejores decisiones de compra pero más que nada, es la que hace que apreciemos mejor el trabajo y la historia que hay detrás de nuestras prendas, los materiales de los que están hechas, la forma de mantenerlas y de como explotar mejor sus potencialidades.
Esta columna tomará el mismo espíritu instaurado por el Fashion Revolution Day para responder ¿Sabes realmente qué materiales estás usando hoy y por qué los elegiste? ¿Sabes qué significan las composiciones de una tela? ¿Y si eres vegana (o) cuáles son las fibras que no deberías estar usando? ¿Cómo se reconoce la lana? ¿Qué es la seda? ¿se recicla el poliéster? Con un enfoque práctico y didáctico es también un homenaje a todos quienes construyeron esta cultura textil, a los técnicos, modistas y sastres, a nuestros abuelos y abuelas y a todos quienes siguen manteniendo vivo este conocimiento que urge preservar.
Esta columna es por último una invitación a que aprendamos más sobre los materiales que usamos y a que gracias a este conocimiento, seamos capaces tanto de tomar mejores decisiones como de valorar y querer más lo que tenemos ¡Fascinémonos con el qué y cómo están hechas nuestras cosas!