Vivimos en un planeta finito, limitado a ritmos y tiempos de recuperación que han funcionado en perfecto equilibrio durante 3.800 millones de años de evolución, ensayos de prueba y error en este gran laboratorio de vida llamado Tierra. Lamentablemente, esta sincronizada capacidad de regeneración de recursos ha sido interrumpida de manera abrupta por la humanidad en tan solo 200 años; el desarrollo industrial y nuestro modo de vivir, están colapsando el planeta.
Sí, nuestro estilo de vida tiene al planeta sobregirado. El lunes 29 de julio del 2019 marca la fecha global en que habremos consumido el “presupuesto ecológico” anual de recursos para satisfacer nuestras necesidades actuales de consumo y producción. Esto significa que en siete meses emitimos más carbono del que los océanos y los bosques pueden absorber en un año, extrajimos más peces, talamos más bosques, cosechamos y consumimos más agua de la que la Tierra pudo producir en ese mismo periodo. Y a partir de esa fecha la capacidad del planeta de regenerar agua, suelo y aire limpio se acaba, por lo que comenzamos a usar los recursos de los próximos años.
Ese día, marcado en el calendario, es lo que la organización internacional Global Footprint Network ha definido como el Día del Sobregiro de la Tierra (Overshoot Day) y calcula la fecha en que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad (huella ecológica), supera la oferta de lo que la Tierra puede regenerar en un año (biocapacidad), producto del aumento sostenido de la población y el crecimiento exponencial del consumo y, por ende, de la producción.
El problema es que la fecha se ha ido adelantando desde la primera vez que se sobrepasó la biocapacidad del planeta en 1976, llegando este año dos días antes que en 2018, siete antes que en 2016, 56 antes que en el 2000 y dos meses y medio antes que en los 90; situación que nos tiene necesitando actualmente 1,7 planetas para sostener el nivel de sobreconsumo de nuestra sociedad.
En Chile, la demanda supera con creces la oferta de recursos disponibles, ya que si la población mundial llevara nuestro estilo de vida, ¡necesitaríamos 2,6 planetas! Según el calendario del Día del Sobregiro, el pasado 19 de mayo nuestra economía nos convirtió en el primer país de Sudamérica en agotar sus recursos, demostrando que nuestros patrones de consumo y producción son insostenibles en el tiempo, puesto que serán las generaciones futuras quienes tendrán que pagar altos intereses por un préstamo al banco de recursos “Tierra” que, por cierto, es sin seguro de desgravamen.
La buena noticia es que, a diferencia de nuestro planeta, las oportunidades para retrasar la fecha son infinitas, ya que las decisiones que tomemos en el presente modelarán nuestro futuro. Para esto, la campaña llevada por la Global Footprint Network propone una serie de acciones individuales y colectivas que permitirán retrasar la fecha del Día del Sobregiro, y aumentar las posibilidades, tanto para las generaciones actuales como para las que vendrán, de tener una buena calidad de vida. Soluciones como la disminución del consumo de carne y el desperdicio de alimentos a nivel global en un 50% movería la fecha del Día de Sobregiro por 15 y 10 días, respectivamente.
En Circular, la Asociación de Consumidores Sustentables de Chile, creemos que la acción más importante siempre será disminuir nuestro consumo; transitar hacia una economía circular para aumentar la eficiencia en el uso de los recursos y mantener su valor el mayor tiempo posible disminuirá la extracción y la generación de residuos. Es necesario fomentar la industria local y regular las importaciones; aumentar la servitización, siendo más usuarios que poseedores de los productos; seguir descarbonizando la matriz energética, y proyectar ciudades con movilidad sostenible.
Y tú, ¿cuántos planetas necesitas para llevar tu estilo de vida?
Fotografía Markus Spiske vía Unsplash