Hablar de moda es complejo. Hablar de la industria de la moda, aún más. Su belleza enmarañada nos introduce en una discusión que se mueve en las ambivalencias, en las contradicciones, en las libertades, pero a su vez, en la incomodidad de las represiones y las no identificaciones. Laberintos de luces y sombras. Mujeres envueltas en ellos. Laberintos en los cuales, junto a Martina Barroeta de Fashionerd, nos gusta trajinar desde la observación y la práctica del diálogo constructivo y provocativo.
Y en eso estamos. Sentadas para analizar la tensión que trae la construcción de la estética propia, donde encontrar la salida, para muchas y muchos, es doloroso, o al menos complejo. Sentadas para organizar el primer conversatorio Franca. y hablar de tallas, medidas, gordedades, corporalidades y el derecho a exigir como ciudadanos, como consumidores.
Tal como afirma Martina el tema del tallaje, pese a que no es un tema nuevo de discusión, no ha sido abordado de manera relevante por las autoridades, sino hasta ahora. “En primer lugar, desde hace algunos años ya que atestiguamos un cambio cultural, todavía inacabado, que apunta a la dignificación de todas las corporalidades, particularmente las no hegemónicas. En segundo lugar, si bien el problema de la no estandarización del tallaje es prácticamente endémico en el comercio de vestuario en Chile, medidas como la prohibición de probarse la ropa, cuando se compra presencialmente, o el estar obligado a comprarla en línea, todo a causa de la pandemia, han agravado este problema, pues los consumidores carecen de la certeza sobre si una prenda efectivamente les va a quedar bien o les va a servir”.
A finales de 2019, la Cámara de Diputados de Argentina inició la tramitación de un proyecto de Ley de Talles que buscaba establecer un «Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria» (SUNITI). Fijando por ello medidas corporales estandarizadas, de acuerdo a los criterios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Dicho proyecto proponía que “todo comerciante, fabricante o importador de indumentaria debe identificar cada prenda de acuerdo con el sistema único normalizado de identificación de talles aprobado por la autoridad de aplicación”. A principios de este mes de junio, y a más de un año y medio de la promulgación de la ley, finalmente se dictó el reglamento para ejecutarla. En adelante, se puede exigir las obligaciones arriba descritas para la fabricación, confección, importación y comercialización de vestuario, tanto en tiendas presenciales como digitales.
Pese a que quedaron excepto algunos ítems como la indumentaria de alta costura, las prendas a medida o personalizadas y el diseño de autor, esto no deja de ser una gran señal. “Creo que el hecho de que se haya aprobado y reglamentado una ley de tallas en Argentina sirve de ejemplo de que ello es absolutamente posible en un contexto latinoamericano”, afirma Martina, quién es egresada de Derecho y la fundadora de la primera plataforma chilena de Estudios de Moda.
En Chile, el pasado 10 de junio, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ofició a 11 empresas del retail para solicitar antecedentes respecto a las tallas de vestuario femenino con el fin de establecer bases para desarrollar un sistema más homogéneo en la información de tallas. Sin duda, un hecho que apunta en la dirección correcta y que abre camino a lo que no tan solo es necesario, sino junto.
“Hay que considerar que, entre muchas otras cosas, el poder vestirse es un derecho humano, y las obligaciones que emanan de este derecho recaen en los Estados. Creo que una ley de tallas sería un paso acertado del Estado de Chile hacia la satisfacción del derecho al vestido, que históricamente ha dejado de lado”, señala Barroeta. Y agrega “en derecho siempre se dice que las leyes suceden a los cambios culturales, pero creo que esta es una oportunidad para que, al menos, vayan de la mano y se potencien mutuamente”.
La exigencia a nivel legal no se basa en una cosa de gustos, o de voluntades, el derecho a vestir es una cuestión de derechos humanos. Por ello, este sábado 26 de Junio, de 18:hrs. a 19:30hrs desde Franca Magazine (Página Facebook y Canal de Youtube) y junto a Fashionerd, impulsaremos y transmitiremos esta conversación. Tendremos como parte de nuestro panel a Martina Barroeta, Andrea Ocampo y Nicolás Castillo. Puedes unirte al evento haciendo clic aquí y encontrar toda la información de nuestros panelistas aquí
Hay muchas formas de mirarnos, como nos dice Virginia Woolf y nos asiste frente a esta afirmación. Mujer que nos insta a entender que los estados psíquicos que puede acarrear el ser un ser vestido son mucho más complejos. Mucho más bulliciosos de lo que percibimos de forma personal, de lo que crea la industria de la moda y lo que considera un Estado.