El Festival de la Lana celebra su décimo aniversario, y se alza como uno de los encuentros más importantes del país, donde se busca fomentar las técnicas de tejido, como instrumentos de rescate y conservación de nuestras tradiciones; además de ser una apuesta de moda sostenible y lenta, y donde el comercio es una de sus bases a discutir y trabajar.
En motivo de esta importante celebración, este año la organización ha preparado un programa que contiene presentaciones artísticas, narración oral, música en vivo, cuentos, lambe lambe, talleres dictados por artesanos de vasta trayectoria y experiencia, y por sobre todo, espacios diseñados para compartir con el corazón diversos saberes y amores que nacen desde la lana y las fibras.
“El Festival ha ido creciendo con los años. Las versiones realizadas en Trelew en los primeros años siempre nos pusieron la vara alta por su nivel de organización, la calidad y variedad de sus expositores. Con los años y el esfuerzo de tejer nuestro encuentro con mucho amor y perseverancia, hemos logrado armar un equipo de trabajo muy cohesionado y algunas alianzas con instituciones como INDAP, Artesanías de Chile, Janome y Montblanc”, nos comenta Andrea Borrero, fundadora y directora del encuentro.
El festival, a lo largo de su trayectoria, ha ido tejiendo lazos entre sus participantes. Lazos que han sido creados por motivos políticos, sociales, culturales y espirituales.
“Somos en su 98% mujeres, tejiendo redes y desarrollando independencia a través de nuestro tejido. A veces cuesta. Las expectativas, las resistencias y reservas, las envidias y recelos también tienen lugar en este mapa textil. Pero casi siempre eso se cae, después de conectar con la mirada y el valor que tiene ese territorio compartido y entonces allí, nos pertenecemos”, señala Andrea.
Y agrega: “son muchas las mujeres que a través de los encuentros del Festival se han fortalecido. Muchas otras han dejado su trabajo de oficina y horarios absorbentes, para trabajar tejiendo en sus hogares con menos estrés, más tiempo para los hijos, mayor independencia y bienestar”.
Nancy Blas, tejedora de la región de Arica y Parinacota, específicamente del interior de la comuna General Lagos, hace tres años que participa del festival. Según Nancy, el festival ha sido una oportunidad que le ha permitido intercambiar experiencias y técnicas con tejedoras de todo el país, además de mostrar, vender e intercambiar su trabajo hecho con fibra de alpaca.
“La comuna General Lagos, ubicada al interior de Arica, es una zona de ganadería y artesanía. Junto a mi familia criamos las alpacas y hacemos todo el proceso, desde la esquila hasta la confección de la prenda. Hacemos el hilado a mano, por lo tanto, es un proceso lento. Esquilamos, mi mamá cuida los animales, luego hacemos la selección de la lana, luego se hace la phuska [el huso de madera que sirve para hilar]. Luego se hila, se tuercen las dos hebras de lana, se madeja y al final se hace el lavado”, nos comenta Nancy sobre el proceso que conlleva cada uno de sus productos.
El festival ha sido un lugar de comunidad para ella. “He podido vender mi lana de alpaca, mis productos, conocer a otras artesanas, hacemos amistad, hacemos intercambio”, sostiene.
¿QUÉ VEREMOS DURANTE EL EVENTO?
Nancy, al igual que otros 30 expositores y cultores textiles de todas partes del país, desde el desierto de Atacama, hasta la Patagonia, exhibirán durante el certamen su trabajo y propuestas que van desde lo tradicional hasta lo contemporáneo, lo rural y lo urbano.
“Nos referimos a cultores textiles a todas las personas que trabajan en la cadena de producción de los textiles, ya sea con materia prima animal o fibras vegetales. Nos interesan tanto los procesos como los resultados. Involucramos a artesanos, artistas, investigadores, maestros, aficionados y personas relacionadas con el textil”, afirma Ana Lagos, co directora y coordinadora del Festival.
Para lograr esta diversidad de representantes, la organización del festival abre una convocatoria anual, tres meses antes del Festival, y el proceso de selección cuenta con una serie de pasos. “Se tienen en cuenta varios aspectos, como el uso de materia prima 100% natural o reciclada o reutilizada, si se trata de una propuesta sustentable”, confirma Lagos.
Desde hace 10 años que este evento promueve el comercio justo, la economía circular, la producción sustentable y por ello la invitación es abierta para toda la familia, desde los más pequeños hasta los más mayores, y en especial, para todas y todos los amantes del mundo de la lana y todo lo que esta fibra irradia.
“La invitación es a venir a pasar el día junto a la comunidad del Festival. Conocer a más de 100 cultores de la lana que viajan desde el Desierto de Atacama hasta la Patagonia para compartir con todos en el Festival. Cada uno de ellos trae consigo sus bellos trabajos hechos a mano, además habrá demostraciones de distintas técnicas, posta de hilado, cata de lanas, conversatorios sobre temas relevantes, música en vivo, una función de narración oral de Vicky Silva, exposiciones de arte textil, junta tejeril de Hombres tejedores y mucho más”, nos comenta Ana.
PROGRAMA DEL FESTIVAL DE LA LANA 2022
INFORMACIÓN GENERAL
🗓 24 y 25 de septiembre
📍 Casa de la Cultura – Ñuñoa Irarrazabal 4055, Ñuñoa.
Valor general: $7.000
niños hasta 7 años entran gratis
Niños de 8 a 12 años y tercera edad $4.000