No es justo resumir en tres palabras a una persona, pero cuando pienso en Francisca Amenábar vienen a mi mente tres cualidades que saltan a la vista: transmite contenido con muchísima claridad, con una energía contagiosa y sin duda es muy estudiosa.
Su encanto por la naturaleza es algo que la acompaña desde chica, con largas estadías en el campo de una hermana de su madre. Y aunque la experiencia de hacer una residencia de arte en Holanda la sorprendió mostrándole lo fácil que era moverse en bicicleta y lo diferente (y tanto más efectiva) que era la gestión de residuos en dicho país, fue cuando ingresó al comité ambiental del colegio donde trabajaba como profesora de artes visuales cuando algo hizo click: “y ahí me hice consciente del impacto que tenían mis acciones en otras personas”. En este punto empezó un camino sin retorno.
Asistió a múltiples charlas, seminarios y academias que se le “cruzaran por delante”, y todo ese aprendizaje y nuevas redes empezaron a ser compartidas en @eculinario, proyecto de cocina fundado años antes con su hermana, donde compartía datos para evitar el desperdicio de alimentos. Pero ¿cómo llevar este mensaje un paso más allá? Fue con su participación el año 2018 en la Academia Circular de AdC Circular que le “terminó de explotar la cabeza” y el punto de partida de Loquemáspuedo, plataforma que hoy reúne a más de 31.500 seguidores en Instagram, donde comparte su viaje personal hacia una vida con menos basura y más activismo socioambiental.
A poco más de dos años desde el lanzamiento de Loquemáspuedo, hoy Francisca está totalmente dedicada a la educación socioambiental, realizando talleres online abiertos para grupos, instituciones y empresas sobre temáticas socioambientales; es parte del directorio de AdC Circular y colabora con la consultora Stgo Slow.
“Hay un montón de estudios científicos que muestran que el estado actual es finalmente una consecuencia de nuestra forma de consumo y pueden venir muchos virus más en la medida que, entre otras cosas, sigamos cultivando de manera intensiva, deforestando e impactando la biodiversidad. Por eso es fundamental el cambio en todo ámbito, un cambio en la economía, en las políticas públicas, un compromiso real de las empresas como también a nivel de la ciudadanía, y aquí creo que es esencial hacernos corresponsables”.
¿Es la actual incertidumbre un motivo para detenerse en el camino? ¡Por supuesto que no!
Siempre me acuerdo del día en que nació mi hija
Una idea que me ronda últimamente es buscar recetas más variadas para evitar el desperdicio de alimentos.
Me gusta la gente que es empática, crítica y propositiva.
Cuando estoy en la naturaleza siento que es sublime. Me siento agradecida de todo lo que nos entrega y, a veces, me frustra saber el impacto que tiene la vida humana en ella.
Si quisiera cambiar de profesión, sería lo mismo, el camino se fue dando para que llegara a donde estoy y me hace muy feliz.
Un hábito personal que cambié y que me encanta conservar esvermicompostar.
Me enorgullece decir que hoy puedo hacer lo que me gusta y apasiona.
El mejor consejo que me han dado ha sido hacer redes.
Algo que quiero cambiar en el mundo es lograr sensibilizar al menos a unas cuantas personas para llevar un estilo de vida más sustentable y que, a su vez, vayan motivando a otras personas.
Lo que más me gusta de mis días es que nunca son iguales, incluso en cuarentena, siempre hay una idea nueva, un proyecto nuevo.
Me llevé una sorpresa enorme el día que comenzaron a salir los primeros brotes cuando hice mi primera huerta.
El libro que más me ha marcado es quizás Guía práctica de la vida autosuficiente de John Seymour. Me lo regaló mi marido mucho antes de haberme metido en el mundo de la sustentabilidad y me hizo alucinar el imaginar poder algún día llegar a vivir de forma autosustentable, no depender del sistema.
Un proyecto que me tiene entusiasmada son todos en los que estoy metida ahora por el desafío que implica cada uno.
Si pudiera conocer a cualquier persona del mundo escogería a… La vida se ha encargado de poner en mi camino a personas increíbles y poderosas, no dudo de que seguiré conociendo a personas maravillosas.
Cuando necesito una pausa salgo a huerteriar.
Una causa que me mueve es la educación socioambiental.
Si pudiera decirle algo a mi yo de 15 años le diría no te preocupes de tonteras.
En mi velador siempre hayun vaso de agua.
Lo primero que hago en la mañana es abrazar a mi hija y quedarme un rato escuchando la radio en la cama.
Para mí el consumo responsable es tomar consciencia de las verdaderas necesidades, más allá de lo que quiero, y luego buscar cómo responder a esa necesidad considerando su impacto social, ambiental y económico.
Un olor que me trae recuerdos es el de las cáscaras de mandarinas.
La mejor comida de mi infancia era fideos con pesto.
Mi mayor aprendizaje con Loquemáspuedo ha sido lograr comunicar las ideas de forma aterrizada.
Creo que el mayor desafío al que nos enfrentamos hoy es cambiar el concepto de crecimiento económico por desarrollo en equilibrio con el planeta.