¿Qué es?
La incineración es un método de manejo de residuos que involucra la quema de materiales que se encuentran en la basura. Es una forma de lidiar con la basura mediante procesos térmicos, donde esta se convierte en tres componentes: ceniza, gases y calor.
La ceniza, en su mayoría, consiste de materiales inorgánicos o partículas que pueden ser –dependiendo del tipo de desechos incinerados– perjudicial para el medioambiente. Los gases emitidos a partir de la incineración, por su parte, deben ser limpiados con el fin de eliminar componentes contaminantes antes de ser lanzados al aire, ya que pueden ser tóxicos. Y, en cuanto al calor, este se puede utilizar como energía para producir electricidad, dependiendo de la planta de incineración y el país donde esté ubicada.
Las plantas de incineración permiten, en algunos países, reducir las masas de basura hasta en un 95%, dependiendo de sus componentes. La reducción de los desechos está determinada por el nivel de descomposición de las sustancias a incinerar. No es lo mismo quemar desechos médicos, químicos, orgánicos, inorgánicos, etc. Cabe aclarar, de todas formas, que la incineración actualmente no es un método capaz de sustituir la existencia de vertederos de basura, debido a la enorme cantidad de basura que se genera en la sociedad.
¿Cuáles son las ventajas de la incineración?
Según las fuentes que consultamos, las ventajas de la incineración incluyen:
– Puede ser un método eficiente a la hora de deshacerse de desechos médicos o basura con agentes que ponen en riesgo la salud y la vida, ya que se utilizan altísimas temperaturas capaces de destruir gérmenes y químicos fuertes.
– En países como Japón, con territorio limitado, se utiliza para ahorrar espacio e impedir que sean convertidos en vertederos.
– La energía que se genera en estas plantas está en alta demanda en países como Dinamarca y Suecia, donde se tiene la infraestructura para destinarla a sistemas de calefacción de casas y otros espacios. Por ejemplo, según algunas fuentes, el 8% de las necesidades de calefacción en Suecia son cubiertas por las incineradoras de basura.
– Puede contaminar menos que botar basura en vertederos. Esto se debe a que estos últimos generan una gran cantidad de gases invernadero, hidrocarburos, entre otros. Además, los vertederos filtran componentes tóxicos y químicos a la tierra debajo de la concentración de basura, por lo que llegan a contaminar sistemas de agua subterráneos.
– La incineración permite ocupar filtros para impedir que ciertos componentes altamente tóxicos, como la dioxina, se liberen. Sin embargo, esta es una capacidad que no tienen todas las plantas de incineración necesariamente, sino en general solo las más modernas
– Pueden ser espacios regulados. En Estados Unidos, por ejemplo, las plantas de incineración deben ajustarse a los estándares recomendados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente (conocida por sus siglas en inglés, EPA), entre otros protocolos internacionales.
– Reduce la necesidad del transporte de residuos. Si las plantas se encuentran cerca de las ciudades, esto significa que la basura no requiere ser movida largas distancias, lo que reduce las emisiones de su transporte.
– No produce gas metano –el que causa el efecto invernadero– que sí es generado en los vertederos por la descomposición masiva de desechos.
– Se pueden usar en climas adversos, mientras que en los vertederos, en cambio, no se puede botar basura durante épocas de lluvia, por ejemplo, ya que las precipitaciones filtran químicos tóxicos a la tierra.
– El metal que queda tras los procesos de incineración se puede reciclar en algunos países, mientras que en un vertedero sería imposible de clasificar el metal para ser reciclado.
– Las plantas de incineración avanzadas se controlan con tecnología capaz de prevenir problemas o daños.
¿Cuáles son las desventajas?
– La principal preocupación con la incineración como método de manejo de residuos es que puede llegar a ser altamente contaminante. Si bien algunos componentes se pueden filtrar en las incineradoras de alta tecnología, no es posible hacerlo con todos. Por tanto, el humo generado por la incineración de la basura genera gases ácidos, dioxina –un tóxico cancerígeno–, metales pesados, entre otros gases perjudiciales para el medioambiente.
– Instalar plantas de incineración es un proceso caro. Los costos asociados a la infraestructura y operación son altos, además de que es un método que requiere constante mantenimiento.
– Algunas de las cenizas generadas tras la incineración pueden ser usadas en construcción, pero en general estas contienen metales pesados que requerirían mayor tratamiento y no deberían ser tiradas en vertederos. Si no se desechan apropiadamente, pueden generar daños humanos y ambientales.
– Por último, una gran desventaja de la incineración es que no soluciona el problema de la basura, ya que no incentiva la reducción de desechos. Por tanto, su estrategia no tiene efectos positivos a largo plazo si no se combina con políticas que realmente disminuyan la generación de basura. Y, para algunas corporaciones, podría parecer una ‘solución’ y motivar a la mayor producción de residuos. Además, la ubicación de las plantas de incineración puede afectar gravemente a las comunidades donde estén ubicadas.
¿Qué podemos hacer?
Los motivamos a leer e investigar más sobre este tema, ya que la incineración puede ser un tema altamente controversial y es necesario profundizar en los métodos de manejo de desechos en distintos países para llegar a conclusiones críticas y ponderadas.
Fuentes consultadas: Waste Management Resources / EPA / Science Direct / Conserve Energy Future