Ilustración por Sol Paperán
El término slow fashion o moda lenta lo creó ella, inspirada por el movimiento de comida lenta –slow food–, de Carlo Petrini. Lo acuñó en la revista The Ecologist, diciendo que la moda lenta no es lo contrario del fast fashion, sino su versión equilibrada. En ella, todos los actores principales de la industria de la moda (diseñadores, compradores, distribuidores y consumidores) tienen conciencia del impacto que tienen los productos en los trabajadores, las empresas y la comunidad; están conectados a la realidad y la respetan. Es una moda basada en la calidad.
Kate Fletcher fue, además, la primera en explorar la importancia del individuo en la moda, o sea el concepto de craft of use o práctica de uso: si queremos una moda sustentable, es clave mover el enfoque puesto sobre la producción masiva del fast fashion, hacia el cuidado y la reutilización de las prendas que ya existen. Para Kate la ropa termina adquiriendo más significados de los que le atribuye la industria productora y eso es gracias a quien la usa: nosotros elegimos determinadas prendas según nuestras experiencias pasadas y nuestros deseos futuros, lo que va mucho más allá del estereotipo estacional femenino o masculino que nos muestran las marcas en los desfiles. Finalmente, es la persona quien “hace” la ropa.
Originaria de Liverpool, Inglaterra, Kate es una y muchas personas, como dice su sitio web. Es pionera de moda y de sustentabilidad, activista de diseño, escritora, amante de la naturaleza, y profesora investigadora. En su trabajo, busca combinar las leyes de la naturaleza, y las fuerzas culturales y creativas de la moda.
Es profesora investigadora de sustentabilidad, diseño y moda en el Centro de Moda Sustentable de la Universidad de las Artes de Londres, y fundadora de un modelo de consultoría sustentable que trabaja con empresas, universidades y ONGs para fomentar en la industria de la moda un cambio hacia la sustentabilidad.
Forma parte de un grupo parlamentario de ética y sustentabilidad en la moda, y es co-fundadora de la Unión de Investigadores Preocupados por la Moda, asociación nacida en 2018, cuyo manifiesto dice que: “Los sistemas planetarios se encuentran amenazados. La moda y las prendas han contribuido a la destrucción de estos sistemas, así como a una desconexión progresiva entre los humanos y la naturaleza”. Es por eso que la Unión se propone reorganizar y compartir los conocimientos sobre la sustentabilidad en el mundo de la moda, y busca desaprobar los proyectos de moda que sean destructivos e imprudentes en este ámbito.
Kate ha sido reconocida como figura inspiradora y es autora de ocho libros, entre ellos: Sustainable Fashion and Textiles: Design Journeys (2008), un texto clave para quien quiere trabajar con diseño eco-sustentable; Craft of Use: Post-Growth Fashion (2016), donde explora las oportunidades de la moda más allá del puro consumismo, y más recientemente, Wild Dress: Clothing and the Natural World (2019), donde documenta la manera en que podemos usar nuestra ropa tomando conciencia del mundo natural.
En 2014 fue invitada a Chile para participar en un seminario de moda eco, en el que estuvo en el norte del país para conocer a las tejedoras aymara, y dio después charlas y workshops en Santiago.
El trabajo de Kate nos invita a repensar con fuerza nuestras costumbres: si cada acción tiene una consecuencia, incluso un acto aparentemente tan simple como vestirse –aunque se sienta como una elección puramente individual– puede impactar el ambiente en el que vivimos y nuestra comunidad.