¿Quiénes son los autores?
William McDonough es un arquitecto y el director de William McDonough + Partners, Arquitectura y Diseño de la Comunidad, con sede en Charlottesville, Virginia, Estados Unidos. De 1994 a 1999 se desempeñó como decano de la escuela de arquitectura de la Universidad de Virginia. En 1999, la revista Time lo reconoció como un “héroe para el planeta”, afirmando que “su utopismo se basa en una filosofía unificada que –en formas demostrables y prácticas– está cambiando el diseño del mundo”. En 1996, recibió el Premio Presidencial para el Desarrollo Sostenible, el más alto honor ambiental dado por los Estados Unidos.
Michael Braungart es un químico y fundador de la Agencia para el Fomento de Protección Ambiental (EPEA) en Hamburgo, Alemania. Antes de iniciar la EPEA era el director de la sección de química de Greenpeace. Desde 1984 ha estado dando conferencias en universidades, empresas e instituciones de todo el mundo sobre nuevos conceptos críticos para química ecológica y la gestión de flujo de materiales. El Dr. Braungart ha recibido numerosos honores, premios y becas de la Fundación Heinz, la Fundación W. Alton Jones y otras organizaciones.
En 1995, los autores crearon McDonough Braungart Design Chemistry, una firma de desarrollo de productos y sistemas que brinda asistencia a las empresas en la implementación de un protocolo de diseño sustentable único. Sus clientes incluyen a Ford Motor Company, Nike, Herman Miller, BASF, Designtex, Pendleton, Volvo y la ciudad de Chicago.
¿De qué trata el libro?
“Reducir, reutilizar, reciclar” instan a los ambientalistas. En otras palabras, hacer más con menos, a fin de minimizar los daños. Pero, como señalan los autores en este provocativo y visionario libro, este enfoque solo perpetúa el modelo de fabricación en un solo sentido, “de la cuna a la tumba”, que data de la revolución industrial y crea enormes cantidades de residuos y contaminación. ¿Por qué no desafiar la creencia de que las industrias deben dañar el mundo natural? De hecho, ¿por qué no tener a la misma naturaleza como modelo para hacer las cosas? Un árbol produce miles de flores con el fin de crear otro árbol, pero consideramos su abundancia no como algo derrochador, sino seguro, hermoso y muy eficaz.
Desecho = nutriente
Guiados por este principio, McDonough y Braungart explican cómo los productos pueden ser diseñados desde el principio para que, después de su vida útil, proporcionen alimento para algo nuevo. Ellos pueden ser concebidos como “nutrientes biológicos” que volverán a entrar fácilmente el agua o el suelo sin depositar materiales sintéticos y toxinas. O pueden ser “nutrientes técnicos” que continuamente circularán como materiales puros y valiosos dentro de los ciclos industriales de circuito cerrado, en lugar de ser ‘reciclados’ (en realidad downcycled) en materiales de baja calidad y usos. Basándose en su experiencia en rediseñar todo, desde alfombras a campus corporativos, McDonough y Braungart crean un caso interesante y viable para poner la eco-efectividad en la práctica, y mostrar cómo cualquier persona involucrada con hacer cualquier cosa puede empezar a hacer lo mismo.
¿Algún extracto inspirador?
“Individualmente somos mucho más grandes que las hormigas, pero colectivamente su biomasa excede la nuestra. Así como no hay casi ningún rincón del mundo al margen de la presencia humana, no hay casi ningún hábitat de la tierra, del duro desierto al interior de la ciudad, al margen de algunas especies de hormigas. Son un buen ejemplo de una población cuya densidad y productividad no son un problema para el resto del mundo, porque todo lo que hacen y utilizan regresa al ciclo de la naturaleza ‘de la cuna a la cuna’. Todos sus materiales, incluso sus armas químicas más mortales, son biodegradables, y cuando regresan a la tierra, suministran nutrientes, restaurando en el proceso algunos de los que fueron tomadas para apoyar a la colonia”.
Los autores citan lo siguiente en el principio del libro:
El mundo no va a evolucionar más allá de su actual estado de crisis utilizando el mismo pensamiento que creó la situación. – Albert Einstein