Desde su lanzamiento en noviembre 2019 que la propuesta de LIBRA había captado nuestra atención, no sólo porque era una nueva marca de cosmética que irrumpía en el mercado, sino porque parecía haber un relato que iba más allá de sus productos. Un relato que apelaba a una belleza que abraza y celebra el paso del tiempo, que descubre y valora ingredientes nacionales como parte de sus componentes principales, y cuya dirección artística transmite pausa y calma.
Podríamos decir que todo empezó casi como una revelación, donde Javiera Díaz de Valdés, actriz chilena y creadora de la marca, sintió que este proyecto llegó a ella. “Después de haber terminado una temporada larga de una teleserie, me fui a descansar a la playa en plan detox: sin tomar alcohol, durmiendo bien, caminando mucho y haciendo yoga. Por esos días estaba muy inspirada con el paisaje chileno, el mar, y se me ocurrió hacer la marca de belleza. La belleza es algo con lo que he trabajado siempre, he sido rostro de marcas de belleza, y siempre me ha interesado” nos cuenta.
La belleza es entendida por Javiera desde una perspectiva que se aleja a la clásica visión de la cosmética tradicional donde la venta es el objetivo final. En este caso, la belleza es vista de manera amplia y holística; más allá de la piel, el equilibrio, la colaboración y el arte tienen un rol protagónico.
“La belleza es algo que siempre me ha inspirado. Para mí la belleza está en el equilibrio, sea de un cuerpo, de la naturaleza, de una sociedad. Cuando hay desequilibrios es cuando hay crisis y hay que sanar. El equilibrio es armonía. Además, es una gran palabra, tiene que ver con integrar o ponerle atención no solo a la piel, sino también a tu salud mental, a lo intelectual, a lo que miras, lo que escuchas, etc”.
Pero la belleza va más allá, y la co-creación se instala como parte fundamental del ADN de la marca. “Me parece que la belleza también es la colaboración, es por eso que trabajamos creativamente con distintas marcas de artistas y creadoras mujeres. Así nacen las distintas colaboraciones que hemos hecho y seguiremos haciendo”, donde destacan diversas campañas y kits de productos co-creados con firmas como la marca de joyería de autor nacional Ara Jwls, la marca de sastrería sostenible Charlie & H, o la ceramista Isidora Jarpa, creadora de Mijo.
“Por último –agrega– la belleza también es el arte, por eso tengo la visión de que la imagen de LIBRA debe ser inspiradora en ese sentido, una galería de belleza, alejarse de la imagen de retail cuyo objetivo es sólo vender, y ocupar ese espacio para hablar, mostrar belleza, arte, personas a quienes considero admirables y que aportan algo, por lo tanto que tienen mucha belleza. Por eso también hago el blog LIBRO dentro de la página web, es una manera de exponer admiración”.
Pero no todo se refiere a la imagen, y si indagamos en los productos LIBRA encontramos que su formulación es libre de parabenos, aceites animales, sulfatos, aceites minerales, cloruro de benzalconio o formaldehído. Además, actualmente se están certificando como cosmética vegana y cruelty free. Pero definitivamente lo que más llamó nuestra atención tiene relación con la incorporación de ingredientes nativos chilenos como la lúcuma, el maqui, la rosa mosqueta o el bambú marino en sus formulaciones, a lo que Javiera nos cuenta que su elección “tiene que ver con hablar de Chile. De valorar lo que tenemos en nuestro entorno y no siempre estar pensando en el afuera”. Por ejemplo, la lúcuma posee propiedades reparadoras, protege de la contaminación ambiental, impide la degradación del colágeno y actúa como un poderoso antioxidante.
El universo de LIBRA sigue creciendo, y hoy en día ya suman un total de cinco productos para el cuidado del rostro, que incluye un tónico hidratante de lúcuma, aceite facial de mar, mascarilla detox de arcilla y maqui, además de sus más recientes incorporaciones un aceite contorno de ojos y aceite de limpieza facial.
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Este artículo fue patrocinado por LIBRA como parte de una #AlianzaFranca.
