La idea inicial era entrevistar vía videollamada a Pamela Galán, quien fundó Microteje en 2014. Pero las visitas técnicas previas a su debut en las pasarelas de New York Fashion Week, lo imposibilitaron. Aún así, a través de emails y WhatsApp -y la buena disposición de Pame- conseguí conocer la historia detrás de la marca oriunda de Viña del Mar.
Spoiler Alert: merece ser contada y conocida.
Tejiendo cactus y suculentas en miniatura a crochet, así comenzó a crearse la marca, que años después, durante la pandemia, da un giro a la fabricación de chalecos a palillo y crochet. “Estaba regresando de mis estudios en Japón y dado el contexto, empecé a vender chalecos y fue un éxito. Paralelamente conozco a Lucas y debido a la alta demanda, nos atrevimos a importar una máquina tejedora industrial desde China”.
Bajo este escenario aparecen las nuevas definiciones de la marca que se mantienen hasta hoy; piezas únicas, diseño constante, durabilidad y calidad, cero desperdicios y libre de crueldad animal. Siempre en busca de las mejores prendas posibles.
¿Cómo seleccionan y verifican la sostenibilidad de los materiales que utilizan en sus tejidos?
Las piezas de Microteje son tejidas con hilado acrílico en formato de cono industrial. “Nuestro hilado tiene dos hebras y lo utilizamos doble, en tejido de intarsia a doble cama de agujas”. La selección de este material responde a varias razones; es un libre de crueldad animal, hipoalergénico, resistente y duradero, tiene una variedad de colores que perduran en el tiempo, no se deforma y tiene un grado de elasticidad, además de ser reciclable.
“Nuestro proveedor y partner es Revesderecho, quienes cuentan con los certificados OEKO-TEX de fabricación, calidad y origen en todas sus fibras. Así nos aseguramos de que nuestra entrada de materias primas tenga una procedencia acorde a las normativas más estrictas del rubro”.
¿Cómo consiguen el desperdicio cero en su proceso de fabricación?
Cada vez que se teje una pieza en una máquina industrial, deben tejerse primero unas líneas de “desperdicio” para asegurar la pieza y que ésta tenga tensión antes de comenzar a tejerse. Este “residuo”, junto a las piezas mal configuradas y las hilachas que salen de la confección, son nuestros desperdicios textiles, que luego desarmamos y mediante una técnica desarrollada por Pamela y el equipo, lo reutilizamos, convirtiendo este desperdicio textil en un relleno para prendas con cualidades térmicas. Un aislante térmico en base a nuestros desperdicios.
¿Cómo fue el proceso para llegar a NY Fashion Week y qué aprendizajes se llevan de esta experiencia?
Nos reconocemos como una marca de moda urbana y dentro de las semanas de la moda más importantes del mundo, la de Nueva York se caracteriza por mostrar nuevos diseñadores y ser un referente mundial en este estilo.
Pamela comenzó a llenar formularios para postular a diferentes agencias, preparamos un buen book, material audiovisual de calidad y esperamos las respuestas. Para nuestro asombro, tres importantes agencias aceptaron a nuestra marca y decidimos inclinarnos por la más importante, Runway 7.
Aquí comienza la carrera, pues si bien hay dos semanas de la moda en NY al año, la de invierno -que se desarrolla en febrero- es la que nos sirve y solo faltaba un mes para que comenzara. Cuando vimos los costos nos pareció simplemente imposible concretar el sueño. Aquí es cuando nos alentaron a luchar hasta el final por tomar esta oportunidad, pagamos la reserva de nuestro cupo, y con apenas tres semanas para desarrollar la colección y conseguir financiamiento, compramos los materiales ¡todo estaba en contra!
Entre rifas, deudas, vaquitas, aportes y patrocinios logramos comprar los pasajes dos días antes del casting de modelos en NY, justo cuando comienzan los incendios en Viña del Mar, convirtiéndose en uno de los desastres más grandes de los últimos tiempos. Mientras trabajábamos en el último look de la colección, se cortaba la luz, el calor era infernal, entraba el humo y las cenizas cubrían los cielos, las rutas estaban cortadas…
Finalmente, terminamos a las 5 am del día del viaje con un generador prestado por un vecino. el último look, armamos con un apuro magistral las maletas y nos aventuramos por una ruta alternativa para intentar llegar al aeropuerto. Lo logramos.
“Agradecemos especialmente el enorme apoyo a todas las personas que creyeron en nuestro proyecto, a Revesderecho y el Museo de la Moda que nos patrocinaron, a todas y todos los hacemos parte de este sueño, pues sin su apoyo no hubiese sido posible. ¡Lo daremos todo!”
Mientras Pame y Lucas escribían las respuestas a esta entrevista, estaban en la habitación del hotel en Manhattan, terminando los últimos detalles para su desfile del sábado 10 de febrero, en la famosa Semana de la Moda NY 2024. La colección de 7 looks que presentaron es totalmente nueva, son trajes completos que incluyen tipos de prendas que no habían desarrollado antes.
“Está inspirada en nuestra antigua colección Atacama y hace un llamado a la moda lenta, contrastando los basurales textiles del desierto de Atacama producidos por el “fast fashion”, con el alucinante mundo textil del altiplano y su producción artesanal. 7 looks que van desde el amanecer hasta la noche en el desierto más árido del mundo”.
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