“Tradición del trabajo colectivo con un fin social”, eso es lo que quiere decir la palabra quechua minga. De ahí viene el nombre de esta marca (minka es la raíz de la expresión), que nació para empoderar a mujeres artesanas a través del empleo.
Todos sus productos son hechos por mujeres en el Centro Penitenciario de San Joaquín y de la comuna de Estación Central, quienes perciben entre un 30% y un 50% del valor final de los productos. Además, son capacitadas constantemente en técnicas de reutilización textil, nociones básicas de diseño y herramientas de autoemprendimiento.
Minka busca promover la moda consciente, reutilizando desechos industriales que de otra forma serían basura. Entre sus productos destacan collares, cintillos, turbantes, pulseras, straps, sombreros, scrunchies y aros, todos elaborados con retazos reciclados. También cuentan con un catálogo de regalos corporativos para expandir el mensaje de productos hecho en Chile, a mano, con valor y sentido social.
Conversamos con la Directora Ejecutiva de Minka, Andrea Nuñez Olea, y esto fue lo que nos contó.
¿Cómo llegaron a trabajar junto a las mujeres del Centro Penitenciario?
A fines del 2011 hicimos talleres recreativos de reutilización textil para mujeres internas del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín. Tras esa experiencia, decidimos llevar estos talleres un paso más allá y, por las habilidades que percibimos y la relación que formamos con las artesanas, vimos que se podía convertir en un taller productivo que pudiera traducirse en una remuneración justa para ellas.
Fue así como comenzamos a generar un modelo de negocios para fomentar la reinserción laboral de mujeres en situación vulnerable a través de procesos sustentables y remuneraciones justas.
Hoy contamos con talleres con mujeres artesanas en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, la comuna de Estación Central y un taller pospenitenciario con mujeres que han salido libres de la cárcel. Todos funcionan de la misma manera, con reuniones semanales, en donde testeamos la calidad de los productos para que salgan a la venta, etiquetados y firmados por la persona que los realizó.
Trabajamos con alrededor de 20 mujeres en estos tres talleres, quienes perciben entre un 30% y un 50% del valor final de los productos.
¿Con qué material trabajan y qué proyectos tienen a futuro?
Todos los productos de Minka son realizados con retazos industriales textiles, los que gestionamos directamente con empresas de manufactura nacional. De esta manera, generamos impacto positivo en el planeta, considerando que la industria de la moda es la segunda más contaminante a nivel mundial.
Respecto al diseño, nuestros planes de ampliar las líneas de productos dependen de la rentabilidad de estos. No obstante, estamos proponiendo nuevos diseños que vayan de la mano con las tendencias actuales y los propios intereses de las clientas.
En cuanto a proyecciones futuras, siempre estamos trabajando para ampliar el impacto socioambiental de Minka, a través de una mejora en las remuneraciones de las artesanas que trabajan con nosotras, y a la vez, intentando crecer a nuevos grupos de mujeres que se beneficien de nuestro sistema de trabajo.