Pero a pesar de estos avances, ¿existe una verdadera inclusión en la moda? ¿Son las tallas el único tema que nos debería importar? ¿Qué sucede cuando una persona con capacidades diferentes necesita comprar ropa? ¿Son considerados por las marcas en sus procesos de diseño?
Desde hace un par de años, el concepto de moda adaptativa, o adaptive clothing, ha ido ganando un espacio en la industria y hoy, poco a poco, vemos como diseñadores emergentes e incluso grandes marcas se están esforzando por satisfacer las necesidades de personas que enfrentan diversos desafíos físicos en su vida diaria. Dentro de esta revolución, dos poderosas mujeres están marcado la pauta.
La lucha de una madre
Cuando la diseñadora Mindy Scheier tuvo que adaptar un par de jeans para su hijo, que usa aparatos ortopédicos para las piernas como resultado de una distrofia muscular, se enfrentó a tantas complicaciones que decidió fundar, en 2014, Runway of Dreams, una organización sin fines de lucro que trabaja hacia un futuro de inclusión, aceptación y oportunidad en la industria de la moda para personas con capacidades diferentes. Fundada sobre la base de que la ropa es una necesidad básica del ser humano, esta fundación desarrolla y apoya iniciativas para ampliar el alcance de este tipo de prendas. Su colaboración más exitosa ha sido la línea Tommy Adaptive de la marca Tommy Hilfiger, que desde 2016 comercializa ropa adaptativa para niños y adultos que utilizan silla de ruedas para movilizarse o prótesis. Hilfiger mantiene sus clásicos diseños y colores, pero innova usando cierres con imanes, velcros y aberturas que faciliten el uso de extremidades ortopédicas o arneses.
La voz de una persona pequeña
La escritora y académica irlandesa Sinéad Burke (@thesineadburke) quien nació con acondroplasia, un trastorno cuyo principal rasgo físico son las extremidades cortas, se ha convertido a sus 27 años, en la voz de aquellos con capacidades diferentes, hablando en nombre de un grupo cuyas necesidades han sido ignoradas reiteradamente por esta industria. Para Sinéad, que debe llevar un pequeño taburete para asistir a los shows de la Semana de la Moda a los que es usualmente invitada, es clave encontrar una manera de mejorar el acceso a la moda, tanto en las colecciones como en los espacios de venta y exhibición. Hoy, trabaja incansablemente para impulsar a las marcas a que miren más allá de sus ideas preconcebidas y que logren crear ropa para el mercado de la gente pequeña y los discapacitados. Su aporte e impacto es tal, que ha sido destacada en varias oportunidades como una de las mujeres más influyentes de la actualidad. La edición de noviembre de la revista Glamour la destacó como una de las “Seis mujeres que le están dando forma al futuro de la moda”, mientras que la versión inglesa de Vogue la nombró como una de las 25 mujeres más importantes del 2018.
Las charlas TED de ambas (disponibles en ted.com con subtítulos en español) son muy emotivas, pero sobre todo inspiradoras, invitándonos a analizar lo urgente e importante de la moda inclusiva: según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de mil millones de personas en el mundo viven con algún tipo de discapacidad. En nuestro país, según el II Estudio de la Discapacidad, el 16,7% de la población de 2 y más años se encuentra en situación de discapacidad, es decir: 2.836.818 personas.
Teniendo estas cifras en consideración, ¿no será hora de que nuestra industria local se sume a este movimiento y comencemos a ver más diseños inclusivos en las vitrinas?