Diseño independiente, de calidad y con telas con historia, hecho en Chile. Gracias al amor por el cine, el arte y la música, Tatiana Campos llegó a crear su marca de moda lenta “Palosanto”. Frente al hecho de sentirse incómoda ante el cómo opera la industria de la moda, sus dinámicas y la forma en que por décadas ha impactado nuestro planeta, se impuso la titánica tarea de llevar adelante su propia firma. Una que tuviera como base el proceso, el rescate, el valor hacia lo lento y sustentable.
Conversamos con Tatiana, para conocer en profundidad lo que ha sido este viaje de rescatar y hacer en Chile. ¿De dónde nace su sello vintage? ¿Cómo el rescate de material textil y la sustentabilidad son pilares fundamentales de su negocio? y ¿cómo evalúa el crecimiento que ha tenido hasta hoy en día y cómo esta validación la sigue motivando?
Te invitamos a conocer a Tatiana, a través de lo que su marca narra.
¿Cómo y cuándo nace Palosanto?
Estaba un poco perdida, nada me llenaba. Luego de estudiar maquillaje el 2015, tomé unos cursos de Corte y Confección. Siempre me costó comprarme ropa, sentía que tenía mal calce, me quedaban cortos los pantalones. Cuando estudiaba, mi profe me dio muchos datos de telas vintage y eso siempre me ha encantado. Entonces empecé a hacerme mi propia ropa.
Sin duda, todo empezó como una necesidad de no encontrar lo que a mi me gustaba en el retail.
Hacer del diseño de autor asequible, sostenible y ético, ¿por qué?
Sí, mi profesora Ale Gonzalez, me mostró desde el primer día fábricas chilenas de telares olvidados, para darles otro uso. He comprado telas hasta de los años 70’, son unas reliquias. Por lo tanto, Palosanto se basa en eso, en el rescate textil, de acuerdo a las cápsulas y colecciones. Finalmente funcionamos a la inversa, somos nosotros los que nos adaptamos a las telas que hay disponibles y en base a eso, creamos la colección.
Además no producimos más telas, eso es muy importante, incluso las telas estampadas también son rescatadas de estas fábricas.
Me gusta mucho hacer cápsulas chicas también, siempre cuidando que sea algo a baja escala. Es heavy como el retail ha ido dejando su huella, siguen produciendo millones y millones de desechos, no entiendo… Nadie necesita tanta ropa.
A raíz de lo anterior, cómo evalúan y trabajan el impacto que tiene la industria de la moda a nivel social y medioambiental.
Yo creo que Palosanto hace un trabajo muy bueno en términos de no producir más desechos textiles, sino reutilizar telas, incluso botones, cierres, etc. Otro de los factores claves es el apoyo al comercio local. Todos mis proveedores son personas que tienen un local chico, desde hace muchos años y siempre nos estamos apoyando entre todos.
Por ejemplo, todo el tema de la manufactura lo veo en un mismo sector, pensando también en moverse lo menos posible y disminuir la huella de carbono.
Se trata de que crezca la industria al final, ayudarnos entre todos. Compartir datos también es una buena herramienta, porque la idea es remar hacia el mismo lado. Veo esperanza en Chile.
Ves esperanza en Chile y en su diseño de autor, entonces ¿cómo visualizas el futuro? ¿Hay cabida para el diseño de autor chileno afuera?
Hace poco estuve en París, en un encuentro de diseño latinoamericano y eso me abrió mucho la cabeza a expandir mis horizontes fuera de Chile también. Me di cuenta que en todas partes hay un cambio de consciencia sobre el medioambiente, sobre todo en nuestra generación.
Mi meta para este año es poder abrir la página web para envíos internacionales. El equipo ya se está agrandando y quiero ir profesionalizando cada vez más las distintas áreas.
Seguir apoyándonos entre las marcas también es una forma de crecer, cada vez hay más y la gente se está atreviendo a emprender desde la sustentabilidad. Eso hace crecer la industria.
La visión esperanzadora y alentadora del futuro de la moda ética en Chile y el mundo, sin duda, está in directa relación con los valores de cada una de las marcas que forman parte de nuestra Vitrina Franca.
Tal como nos comentaba Tatiana, elegir proveedores locales y apoyar el comercio levantado por personas, que llevan muchos años en el rubro, es una forma de seguir nutriendo la industria.
Además de la democratización de la información, entendiendo esta como la posibilidad de compartir datos, contacto de proveedores y ayudarse entre colegas. Esto sin duda, genera un círculo positivo para los creadores y creativos. Dejar de ver al otro como una competencia y concebirlo como una oportunidad de crecimiento general para la industria, debe ser el motor de empuje ya que sin duda traerá grandes beneficios, en todos aspectos.
De la mano de Tatiana, dejó abierta la invitación al apoyo, al crecimiento colaborativo, y a visitar y conocer su trabajo y apuesta en www.shop-palosanto.com o en la tienda física ubicada en Avenida Providencia 2124 Providencia, Santiago (Galería Drugstore) Instagram @palosanto_