Nemonte Nenquimo fue recientemente destacada como una de las 100 personas más influyentes por la revista Time. Su misión: luchar por la Amazonía, sus tierras ancestrales, contra las industrias y compañías petroleras, ya que en Ecuador la región de la Amazonía es severamente explotada para la extracción de petróleo. Ella es, además, la primera mujer en convertise en presidenta del Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani de la provincia de Pastaza, Ecuador y cofundadora de la ONG indígena Alianza Ceibo.
Nació y creció en la comunidad tradicional Waorani de Nemonpare, cerca del río Curaray, donde su familia sigue viviendo. Dejó su comunidad para ir a estudiar a un colegio misionero, pero no duró mucho: cuando empezó a darse cuenta de que la estaban obligando a alejarse de su identidad cultural y de su historia, se marchó con la idea de volver a ayudar a su pueblo. Esta postura, de proteger a su comunidad y a sus tierras, es familiar, ya que su abuelo también defendió lo que hoy es conocido como el Parque Nacional Yasuní, declarado Reserva de la Biosfera por Unesco en 1989.
Nemonte, cuyo nombre significa constelación, co-fundó la Alianza Ceibo, una organización que reúne cuatro nacionalidades indígenas del noroeste de la Amazonía, entre Ecuador, Perú y Colombia, que busca brindar apoyo a sus comunidades A’i Kofan, Siona, Siekopai y Waorani. En 2011 la fundación empezó a trabajar para dar acceso a aguas limpias a las poblaciones afectadas por la contaminación petrolera, y desde ahí se dio cuenta de que había mucho más trabajo por hacer para mejorar la calidad de vida de las comunidades, así como para preservar su cultura y sus territorios ancestrales. Hasta el día de hoy, ha logrado instalar 1.164 sistemas de filtración de agua de lluvia, donde más de 6.000 indígenas de 78 comunidades se han visto beneficiados, y 121 sistemas de energía solar en 15 comunidades sin carreteras.
El trabajo de la Alianza se ha enfocado también en el mapeo y monitoreo ambiental –más de 400.000 hectáreas han sido mapeadas por 50 cartógrafos indígenas– y en la capacitación laboral de la población. Ha formado, por ejemplo, a más de 200 Guardias Indígenas, que protegen activamente 500.000 hectáreas de bosque.
Su objetivo primario ha sido proteger el bosque nativo, y hasta ahora puede contar con 32.000 hectáreas de selva tropical en el territorio ancestral Kofán protegidas de concesiones mineras ilegales, y 180.000 hectáreas en el territorio Waorani rescatadas de las subastas petroleras.
Por si no bastara con la amenaza de la deforestación y la crisis ecológica en la Amazonía, las comunidades indígenas se han visto afectadas también por el Covid-19. La Alianza se ha encargado, en este caso, de entregar kits alimenticios y de bioseguridad, realizar pruebas rápidas y equipar con radio o internet a las comunidades aisladas.
El 5 de junio de este año la Alianza Ceibo fue elegida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como una de los diez ganadores del Premio Ecuatorial 2020, “como un ejemplo sobresaliente de una solución local basada en la naturaleza para la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible” (Amazon Frontlines).
En 2017 fue invitada a dar una presentación en la fundación Leonardo DiCaprio, y el actor y ambientalista le reservó grandes palabras de apreciación: “Nemonte vive su lucha, y tener una conversación con ella significa ser testigo de una rara claridad. Me acuerdo que una vez me dijo que no se rendiría. Continuaría luchando. Continuaría defendiendo la selva que ama de las industrias y compañías petroleras que lo devoran todo. Ha mantenido su promesa, y continúa siendo voz y defensora de su comunidad. […] Tuve mucha suerte en conocerla, y aún más en haber podido aprender de ella”.
El pasado septiembre esas mismas palabras aparecieron en la página de Time, donde Nemonte Nenquimo fue incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo. En una entrevista con Huffpost, Nemonte asegura que la noticia de este reconocimiento reforzó su voluntad de luchar: “Hemos vivido libres y felices. No queremos más contaminación o muerte por enfermedad. Nuestro mensaje es que el capitalismo destruye todo el planeta; contamina, extrae. No se dan cuenta de que no están dejando nada para las generaciones futuras. Nosotros, como pueblos indígenas, tenemos quién preserve esto, y lo hemos hecho siempre”.
El reconocimiento internacional de la lucha de Nemonte Nenquimo es también una forma de reconocer el trabajo de todos los pueblos indígenas comprometidos a conservar una de las áreas más biodiversas del planeta. Una lucha que ellos llevan a cabo a favor de todos los pueblos indígenas del mundo. Su llamado es que empecemos todos y todas a sentirnos guardianes de la naturaleza, para nosotros y las generaciones futuras.