Panties: La evolución de una prenda antiguamente valiosa a una actualmente desechable

por | Ago 16, 2022

¿Cómo ha sido la evolución de esta prenda, y cómo llegó a ser un plástico de un solo uso?

Las panties son una prenda presente, desde hace siglos, en muchos armarios. Disponibles en cada tienda, supermercado, retail y aeropuerto. Una prenda considerada prácticamente un básico, sobre todo en las épocas invernales. Sin embargo, podríamos considerarlas como una prenda emblema de lo desechable, debido a su reducida durabilidad, su difícil reciclaje y aunque se puede reutilizar de diversas formas, siempre termina yéndose al bote de la basura.

Hoy en día, a menudo su composición es de nylon. El nylon, como ya sabemos, es una fibra sintética derivada del carbón y el petróleo crudo, y cuyo tiempo de descomposición es de al menos 30 años. Esto la convierte hoy en día en una de las prendas menos sostenibles que habita en tu clóset, e incluso calificada por el sitio Refinery29 como “las pajitas de plástico de la moda” o como el plástico de un sólo uso de la industria de la moda. 

Si pensamos en ¿cuántas panties hemos usado y tirado a la basura durante nuestra vida? De seguro, si piensas bien, aparecerá en tu mente una cifra que ni siquiera lograr calcular. El tema más alarmante no radica quizás ahí, sino en el hecho de que esas panties aún están por ahí. En algún vertedero, contaminando y sin lograr aún descomponerse.

Sin embargo, su uso no siempre fue asociado a un objeto desechable. La historia del vestuario nos cuenta sobre una prenda que tiene más de 2.200 años de historia, y que ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Hoy, quiero narrarte brevemente parte de esa historia. 

Una prenda sin género, sin una connotación femenina

Generalmente las panties se han asociado al uso femenino, pero esto, al contrario de lo que se pueda pensar, no siempre fue así. Se tiene registro que desde los orígenes de esta prenda, aproximadamente 2.200 años atrás, las medias largas fueron usadas por los soldados mesopotámicos para protegerse del frío. Por supuesto que no eran las medias de nylon que usamos hoy en día, sino que estaban hechas de fibras naturales como la lana o el algodón. Si bien en un principio el principal material en la fabricación de las calzas era el algodón y la lana, poco a poco se empezó a utilizar otro tipo de materiales, como la seda.

Otra importante diferencia con respecto a la prenda que usamos actualmente, está en la costura. Costura que se situaba en la parte posterior de las piernas. 

Si damos un salto temporal y nos situamos en la Edad Media, podemos encontrar evidencia de lo que en ese tiempo se conocía como calzas. Bajo esta perspectiva, podemos ver que las panties ha sido una prenda en constante evolución, variado desde distintas formas de ropa interior. 

En la siguiente imagen de un músico medieval, podemos darnos cuenta que parte de su vestuario incluía calzas teñidas de color café. Los juglares medievales se caracterizaban por utilizar este tipo de vestimenta, donde las formas de sus piernas quedaban en evidencia, pero cubiertas al mismo tiempo por estas calzas. 

Fuente: Libro «Moda : historia y estilos» de Kathryn Hennessy. Santiago.

Ya en este periodo se comienzan a incorporar los diseños sobre estas prendas. Como las calzas “ameatadas”, que en cada pierna tenían un color diferente.

Fuente: Libro «Moda : historia y estilos» de Kathryn Hennessy. Santiago.

Demos ahora otro salto temporal a la época renacentista, donde estas calzas poco a poco empezaron a decorarse de maneras más detalladas a través de bordados con diversos motivos y colores. Esto tenía un fin más bien social, donde cada detalle sobre la prenda denotaba estatus. Recordemos que a través de la historia el vestuario ha servido siempre como una herramienta de jerarquización social. Y las panties, no se quedan fuera de esta historia.

Fuente: Libro «Moda : historia y estilos» de Kathryn Hennessy. Santiago.

Quizás te estés preguntando: ¿cuando la calza/pantie pasó a convertirse en una prenda icono de lo femenino, y por qué no lo fue antes? La respuesta a esto es bastante clara: durante muchas épocas no fue bien visto que las mujeres mostraran ni piernas ni pantorrillas, por lo cual sus vestidos eran generalmente hasta el piso, donde incluso escasamente se podían ver sus zapatos. 

El cambio se produjo recién en 1561, cuando Isabel I de Inglaterra empezó a popularizar el uso de las panties, incluso en diferentes estilos: panties de lienzo, de gamuza, de seda, entre otros. Atándolas a sus piernas a través de ligas. 

Hacia 1589 hubo una revolución de esta prenda, el clérigo inglés William Lee inventó una máquina para tejer medias, la cual es conocidas como “calcetera mecánica”. Esta invención revolucionó la actividad que hasta entonces era manual, dando paso a que esta prenda fuera más barata y accesible para otras clases sociales. 

Descripción foto: Reina Isabel I por George Gower.

Guerras y el giro de la historia de esta prenda

La llegada del siglo XX cambia todo con respecto a esta prenda. Después de la Primera Guerra Mundial las faldas poco a poco empezaron a acortarse. Las mujeres empezaron a mostrar los tobillos y parte de las pantorrillas, por lo que el uso y diseño de las panties se hizo cada vez más importante. 

Otra revolución para esta prenda se encontró con la invención del nylon, material que se desarrolló en la fábrica Dupont alrededor de 1940, y que cambió el mundo de la moda para siempre. En ese tiempo, la calidad de las panties fabricadas de nylon no era como las de hoy en día.

A pesar de convertirse en un producto cada vez más asequible y popular, las medias no se desechaban ni se rompían, sino que se mandaban a reparar donde una costurera, la cual tenía la expertise de unir los puntos sueltos. Por lo tanto, las panties eran prendas durables, baratas, fáciles de lavar y atractivas, características que las convertían en un imprescindible. 

Sin embargo, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, las medias o panties de nylon volvieron a ser un producto de lujo. El nylon dejó de ser destinado para la producción de estas prendas, y se utilizó para la creación de artefactos de guerra, como paracaídas o neumáticos.

Como dato curioso, el anhelo de las mujeres por tener esta prenda escasa era tal que, en un intento de emularla, dibujaban una línea en la parte de atrás de sus piernas para recrear la costura típica de las panties. Incluso existían peluquerías que entregaban este servicio, y cadenas de cosméticos que vendían un lápiz especial para este fin.

Con el pasar del tiempo, para crear estas prendas se comenzó a utilizar el Spandex, conocido también como lycra o elastano. Una tela sintética que otorga elasticidad a las prendas y sin costura, gracias a la invención del telar circular. Una fibra hoy en día muy usada para la confección de ropa deportiva, pantalones elásticos, pantalones de yoga, pantalones pitillo, ropa interior, sujetadores, calcetines, etc.

Con el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas fibras, para la década de los 70’ se comienza una fabricación masiva de esta prenda, haciéndola accesible para todas las clases sociales, encontrándose de todos los tamaños, gustos y diseños.

Conocer la evolución de una prenda como las panties nos sirve para entender cómo poco a poco las prendas han ido bajando su calidad y aumentado su impacto en el medio ambiente.

Con la producción y sobreproducción con la cual estamos lidiando hoy en día, las ofertas y la llamativa estrategia de los bajos precios, esta prenda ha dejado de ser una pieza valiosa, de cuidado, por lo tanto repararla es mucho más complejo que ir y comprar una nueva. Desecharla termina siendo siempre el único final para ella. ¿Podríamos cambiar nuestra forma de concebir esta prenda, si se aumentara su calidad? ¿tú, repararías tus panties/medias si conocieras mejor el impacto que tienen éstas en nuestro medio ambiente? 

Fuentes consultadas:

Siglo XX moda, Linda Watson. Madrid : Edilupa, 2004 / Moda : toda la historia, Marnie Fogg. Barcelona : Blume, 2017, 2014 / Moda : historia y estilos, Kathryn Hennessy. Santiago : Dorling Kindersley, 2019, 2013

Periodista de profesión, pero comunicadora de alma. Apasionada por las letras y la historia. Busco utilizar la moda como herramienta de memoria colectiva, transformándola a su vez en un agente de cambio para las generaciones venideras.

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