En pleno 2022 la moda ha traspasado las barreras de lo físico, y hoy en día es posible lucir moda sin necesidad de tenerla en nuestras manos. Gracias a la tecnología 3D, tejidos digitales y programas de diseño, personas reales pueden lucir prendas que solo existen en el mundo virtual, ¿Cómo funciona? ¿Cuál es el perfil de sus consumidores? ¿Qué repercusiones ambientales tiene? En este artículo te contamos sobre moda digital y cómo viene a revolucionar la manera de vivir, vestir y comprar ropa.
Moda digital: un vestir único para redes sociales
Hace un tiempo hablamos del metaverso y cómo diferentes marcas han innovando en sus formas de hacer moda para entrar al plano virtual y adaptarse a las nuevas tecnologías y tendencias. Hoy, las colecciones de ropa digital han superado barreras, y su uso traspasa al mundo de los avatares y juegos en línea, llegando a estar disponible y aún clic de compra, para todo aquel que quiera lucir prendas que no existen en el plano físico.
Empresas como The Fabricant, DressX y Replicant están marcando la pauta en este tema. A través de tecnología 3D, tejidos digitales y programas de diseño, crean ropa que se adapta al cuerpo humano de manera personalizada, para ser exhibida en redes sociales u otras plataformas.
«En el entorno digital podemos expresar nuestros múltiples ‘yoes’, y explorar nuevas posibilidades de lo que podríamos ser, al no tener los limites físicos de la realidad. Además, la moda digital permite que la industria reduzca el desperdicio y contribuye a un futuro de la moda más sostenible”.
The Fabricant en Digital Fashion Report.
En este sentido, la moda digital es una nueva forma de expresión en redes sociales, sin llevar la ropa puesta de manera literal. Tal ha sido su posicionamiento en la actualidad que DressX, marca dedicada en su totalidad a la creación de prendas virtuales, cuenta con más de 100 diseñadores asociados alrededor del mundo, y estima que el valor del mercado de la moda digital es de 31 mil millones de dólares.
Por su parte, The Fabricant es la primera digital fashion house del mundo, y crea prendas que solo existen en el mundo virtual bajo el lema «No desperdiciamos nada más que datos y explotamos nada más que nuestra imaginación». Este estudio de diseño ubicado en Amsterdam, Países Bajos, pronostica que para 2025, 100 millones de personas ya estarán familiarizadas con la ropa virtual, y estarán listas para sumergirse dentro del metaverso.
Un escenario ideal para estas marcas, que centran sus modelos de negocio en la expansión de sus prendas en múltiples plataformas, en otros escenarios, más allá de las redes sociales que actualmente conocemos.
Y yo, ¿cómo puedo ser parte de la moda digital?
Cada vez se hace más simple y accesible. La adquisición de prendas digitales se hace de una manera muy similar a la compra online de ropa tradicional. A través de tiendas como DressX o Replicant, puedes elegir el vestuario o accesorio que más te guste y comprarlo. La única diferencia es que una vez elegido el producto no debes esperar que llegue a casa, sino que la plataforma te pedirá enviar la foto donde quieres lucir la prenda para que un equipo de profesionales en 3D la ajuste a tu cuerpo. Una vez lista la prenda en la imagen, la envían y ya puedes subir tu nueva prenda o outfit a la red social que desees.
Dentro de las ventajas de adquirir estas prendas es que todo está permitido. Al no existir límites de gravedad, colores ni texturas, la cantidad de diseños que se pueden lograr es realmente infinita, solo depende de la creatividad del diseñador.
¿Cuál es el perfil de los compradores de prendas digitales?
Según el informe de la plataforma global de compras Lyst, el cual se llevó acabo en conjunto con The Fabricant, existen cuatro perfiles de consumidores de moda digital, donde la Generación Z y los jóvenes Millennials son los protagonistas. Al crecer en un era digital, donde se combina la realidad con la fantasía constantemente, estos segmentos están más abiertos a explorar nuevas posibilidades e interactuar en ecosistemas diversos.
Según datos del mismo informe, estos dos grupos de clientes suman alrededor de 3.500 millones de personas en todo el mundo y tienen más del 55% del poder adquisitivo total.
Ahora, vamos con los perfiles:
- Nativos digitales: Son aquella Generación Z y jóvenes Millennials que adoptan rápidamente cualquier tecnología que los mantenga actualizados. Estas generaciones evolucionan en un mundo digital en el que los límites entre sus vidas físicas y en línea convergen. Y cuando se trata de moda, necesitan más que solo elementos físicos para expresarse.
- Activistas de moda: Son personas de la Gen. Z y Millennials que valoran la diversidad e inclusión. La moda digital es un espacio propicio para esos valores, al crear moda neutral las prendas no tienen género y por sus programas de adaptación 3D pueden ser lucidas por todos los tipos de cuerpo, sin discriminación ni estereotipos.
- Ambientalistas: En la plataforma de compras global Lyst, las búsquedas relacionadas con sostenibilidad aumentaron un 84 % desde enero de 2021, lo que refleja un cambio hacia la moda ecológica. La moda digital, al no necesitar recursos físicos ni materiales, se presenta como una alternativa para reducir el impacto de la industria de la moda sobre el planeta.
Según datos de DressX, la producción de ropa y accesorios digitales emiten un 97% menos de CO2 que la producción física de los mismos productos. El impacto se reduce al no necesitar de agua para su fabricación y una vez usada la prenda no se convierte en un desecho, lo que hace de esta ropa zero waste. Pero, quizás te estés preguntando, ¿los datos también consumen energía, ya que se necesita de grandes servidores para almacenarlos?
Sin duda, los datos y el análisis de ellos, nos pueden ahorrar tiempo, dinero y uso de recursos. Por lo tanto, éstos ayudan a identificar tendencias, de forma más exacta sin caer en la prueba-error; trabajar solo a pedido, y a la medida; el avance en la tecnologías de diseño y software, que permiten menos uso de datos; y la inversión de las grandes compañías en disminuir sus flotas de servidores y hacerlas más eficientes -por alcanzar sus metas y promesas ambientales- podrían ir en directa sintonía con la respuesta.
- Co-creadores: finalmente, dentro de la Gen. Z y Millennials, hay agentes creativos que crean su propia autoexpresión. Estas personas entienden el poder y el valor de la comunidad, y están dispuestos a trabajar junto a las marcas en proyectos que contribuyan activamente a un futuro más positivo.
La moda digital no eliminará toda la moda física, pero cada gota en el balde de sostenibilidad ayuda. Por ejemplo, las personas influyentes en las redes sociales que llegan a acuerdos para promocionar marcas pueden aceptar usar una representación digital de la prenda. De esta manera, se evita la extracción de recursos naturales para producir esa prenda, luego el delivery y por último, el riesgo de que esa prenda se use una sola vez y sea desechada.
¿Comprarías prendas digitales? ¿Crees que es una opción para disminuir los costos ambientales de vestir con la última tendencia?
Algunas fuentes de información consultadas y que te compartimos:
Why Collect Digital Art | Foundation // Enter the Metaverse | Foundation // State of the Metaverse: 2021 | Eric Elliott // Into the Metaverse | Nichanan Kesonpa
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