La ropa puede ser tratada simplemente como un requisito funcional, para cubrir el cuerpo. También puede ser vista con devoción y fanatismo, desde una visión coleccionista. O como símbolo estético, señales de un gusto específico; o marcador de identidad. Hay muchas lecturas que podemos hacer de la vestimenta, pero quizás la que más me gusta es la ropa como memento; las prendas como fibras que entretejen la memoria.
Worn Stories (2021), o Historias de armario en español, es una serie documental relativamente nueva de Netflix que conecta algunas de estas posibles lecturas de la ropa, siempre con un argumento común de fondo: que la ropa es un contenedor de recuerdos.
Consiste de ocho capítulos de alrededor de media hora, donde vemos lo que distintas prendas significan para distintas personas. En ellos, cuentan cómo adquirieron una cierta prenda y algunos de las experiencias asociadas: un evento particular, un cambio, un accidente, una relación, una oportunidad, una profesión, un consuelo. Cada episodio tiene una temática central: “comunidad”, “inicios”, “supervivencia”, “amor”, etc. Y cada uno incluye un par de relatos en primera persona, complementados con animaciones encantadoras de distintos estilos.
Aparece por ahí el ex saxofonista de Tina Turner, la genial editora de moda Aya Kanai con una anécdota graciosa, la historia de un hombre que viaja por el mundo a pie, el estilo de vida de una comunidad nudista, la dolorosa memoria de una familia separada a la fuerza, y más. Son varios relatos entretenidos y curiosos que a su vez reúnen temáticas más profundas, como la migración, el fracaso, la pertenencia, la soledad, el encarcelamiento, la vejez, el azar, la orientación sexual, el trabajo, la reinvención, la muerte. El resultado es una celebración de las prendas por su historia, no por su estilo, procedencia, calidad o marca.
La docuserie está basada en los libros Worn Stories (2014), una compilación bestseller de más de 60 anécdotas, y Worn in New York (2017) de Emily Spivack, y fue llevada a la pantalla de televisión de la mano de Jenji Kohan, la aclamada creadora de Orange is the New Black –que también es una adaptación de un libro–. Desde el 2010, Spivack se ha dedicado a recolectar historias asociadas a diferentes prendas de personas comunes y corrientes que encuentra en páginas como Craigslist, y también de artistas, diseñadores y personalidades creativas.
Las breves autobiografías sartoriales que se presentan en esta serie son graciosas, memorables y conmovedoras. Aunque en ellas se tratan temas de peso y cada capítulo puede ser una montaña rusa de emociones –dependiendo de las sensibilidades de cada uno–, la serie es liviana de ver en general y adictiva en justa medida. Hace un buen trabajo al integrar distintos tipos de historias, y es inclusiva en cuanto a los tipos de personas que entrevista; algo que suele faltar en los documentales sobre moda. Eso sí: Worn Stories no se trata de moda, sino de ropa.
“La ropa carga tantas memorias,” le dijo Spivack al New York Times en una entrevista. “Es táctil y realmente absorbe experiencias. Juega un papel significativo en recordarnos a las personas que nos importan”.
Worn Stories está disponible en Netflix.