Retazos bordados se llama la colección de vestimenta y accesorios realizada por dos agrupaciones de arpilleristas, Pudahuel y Lo Hermida, en conjunto con Artesanías de Chile. Una línea que propone llevar a la moda los paisajes y la contingencia que expresan las artesanas en piezas textiles construidas con retazos de tela bordados. Toda la colección está disponible en las tiendas físicas y online de Artesanías de Chile.
En el Chile de los 70, diferentes grupos de mujeres sacaron la voz a través de un oficio urbano: la arpillera. Uniendo retazos de tela bordaban escenas donde plasmaban sus memorias de penas y alegrías. Con la intención de revitalizar este oficio urbano y llevarlo a nuevos formatos, en un trabajo colaborativo, Artesanías de Chile y las agrupaciones de arpilleristas de Pudahuel y de Lo Hermida crearon Retazos Bordados, colección compuesta por bolsos, prendedores y blusas.
Recién lanzada, la colección está compuesta por dos tipos de blusas (una bordada por las arpilleristas y otra donde la arpillera está contenida en un prendedor), nueve modelos de prendedores y dos diseños de bolsos: uno pequeño (ideal como portacelular) y una tote bag. En todos ellos, la arpillera mantiene la tradición del oficio, siendo retazos de telas bordados que componen paisajes que transportan a localidades rurales del país: entre ellos, temporeros cosechando uvas, pescadores en sus lanchas en medio del mar, mujeres mapuche con sus araucarias.
![](https://francamagazine.com/wp-content/uploads/2021/05/6R7A0667.jpg)
La reinvención de la arpillera
La arpillera como oficio tiene su origen en los años 70 en los talleres que por entonces hacía la Vicaría de la Solidaridad para apoyar a mujeres que necesitaban un sustento económico ante el complejo escenario que se vivía por entonces. En esas sesiones las mujeres aprendieron a componer escenas con retazos de tela unidos a través del bordado, que funcionaban como lienzo para contar sus historias familiares y lo que ocurría por entonces en la sociedad chilena. Las telas bordadas se convirtieron en un soporte para expresar las emociones de cada arpillerista, el reflejo de historias íntimas: una especie de espejo de la historia de Chile.
¿Qué define desde entonces a este oficio? La reutilización de telas en desuso. La arpillera se caracteriza por la elección de colores contrastados y brillantes en un lenguaje sencillo, incluso ingenua. Comunicando, sin embargo, contenidos profundos y complejos, que logran captar la admiración de niños y adultos. Así, la motivación para la creación de esta nueva colección –realizada colaborativamente entre el área de Diseño y Desarrollo de Productos de Artesanías de Chile y un grupo de arpilleristas– fue revitalizar este oficio urbano tradicional llevándolo a soportes novedosos, en una propuesta de diseño contemporáneo, fresco y actual, probando un diálogo de estilos diversos y transversales; un trabajo que comenzó el segundo semestre de 2020, como parte de las capacitaciones ProArtesano realizadas por la fundación, que buscan abrir nuevos y mejores canales comerciales y de difusión para los cultores de oficios tradicionales.
Quien lleva una arpillera en su vestimenta, lleva una pieza reflejo de un oficio urbano; un pedazo del legado cultural de nuestro país y de sus tradiciones, esta vez hechas por las arpilleristas de Lo Hermida Gloria Gallardo, Raquel Romero, Rosario Muñoz; y las arpilleristas de Pudahuel, Gladys Hernández e Hilda Mardones.
![](https://francamagazine.com/wp-content/uploads/2021/05/6R7A1055.jpg)
Encuentra todas estas piezas en la tienda online de la fundación.