Rocinante es de esos proyectos “que nacen así, sin pensarlo tanto”. Orgánicos, apasionados, con un profundo y genuino deseo de generar un aporte para quienes son parte del proceso y para quienes lo visten.
Todo el imaginario de Rocinante nos envuelve y hace parte de una historia, de un cuento. Desde la ideación del nombre, hasta la elaboración de la tienda y sus prendas, cada detalle es parte de un engranaje que busca hacer extraordinario lo ordinario.
Relajada, auténtica y llena de historias, como un fiel reflejo de su marca, me senté a conversar con Narcy Morales, cofundadora y diseñadora de Rocinante, quien me contó sobre los inicios, evolución y propósito detrás de esta marca oaxaqueña.
Rocinante: Lo común puede ser extraordinario
En sus inicios Rocinante era una marca orientada a la infancia, “nuestra idea principal era hacer cosas para niños hechas en Oaxaca con una calidad de exportación, empezando por juguetes de tela y ropa”. Para echar a andar su visión, Narcy y Joel ingresaron a una incubadora de proyectos para obtener apoyo financiero y mentorías.
En ese proceso, aparece la necesidad de encontrar un nombre y es aquí donde se empieza a bordar una marca cargada de mística. “Un día sueño que me entrevistan y me dicen ¿Cómo nace el nombre de Rocinante? Entonces me despierto y digo ¡es Rocinante! (…) Al día siguiente le marqué a Joel y me dijo “Es perfecto”. Sabíamos que el caballo del Quijote se llamaba Rocinante, entonces profundizamos en la historia. Él se tardó cinco días en nombrarlo porque pensaba que iba a ser el primer rocín común que iba a conocer el mundo. Y Rocinante es eso. Como esta parte del territorio mexicano que todas lo vemos como común, en realidad para el mundo es un Rocinante. Lo común puede ser extraordinario en otra parte”. Esa reflexión resuena en mis oídos.
Una mirada colaborativa, la base para crear algo nuevo.
Una inquietud que sienta las bases en la marca es cómo se genera, manifiesta y plasma una sinergia entre los saberes de las personas que son parte de Rocinante. En diversas oportunidades Narcy manifiesta enfática esta pregunta, la cual sin duda es un gran diferencial en su visión para la marca: “¿Cómo aportamos y cómo sumamos para lograr juntas un producto que diga, está hecho en Oaxaca, por mujeres de Oaxaca, es algo especial, único, extraordinario? Porque aquí están plasmadas muchísimas horas de trabajo, pero también, ¿qué tiene de extraordinario? Cómo llegar a englobar en una pieza todo eso y que no lo tengas que explicar”.
Por otra parte, reconoce y valora que ese aporte viene desde esos saberes “comunes” que se vuelven “extraordinarios” cuando el contexto lo permite. “En realidad aquí (en Oaxaca) no tenemos industria, solo tenemos un hilo y una aguja. Me gusta mucho mencionar una reflexión a la que llegamos con Joel, y es que un hilo y una aguja pueden cambiar la vida de las personas, cambiar su realidad. Con un hilo y una aguja las mujeres con las que trabajamos se pueden expresar, no permanecer estáticas. Y esa ha sido la única herramienta que tenemos en este contexto. Es lo que saben usar, y ha prevalecido por muchos años” y que ahora es generadora de nuevos productos, pero también realidades para las personas que son parte de la marca.
Con una visión crítica y aguda, Narcy comenta que el equipo de compone Rocinante son personas que, por sobre todo, quieren trabajar y ser parte de un equipo donde cada una cuenta.
“En una población tú vas a encontrar todo tipo de gente y también todo tipo de mujeres que quieren trabajar. Por ejemplo, yo no uso la palabra indígena porque las artesanas o las señoras con las que trabajo no lo sabían hasta que llega alguien y les dice, ustedes son indígenas, ¿no? Se genera una segmentación.
Yo estoy muy orgullosa de donde soy, de mis principios, de la cosmogonía que me han enseñado las mujeres zapotecas, que es de donde yo provengo y que nos podemos conectar con otras mujeres (…) Hasta que nosotras nos rodeamos y decimos, solo somos mujeres que queremos trabajar, hacer algo nuevo, expresarnos, crear productos nuevos (…) Una pieza Rocinante no es hecha por una sola persona, hay un equipo de trabajo detrás. Por eso te decía, cómo llegar a este punto donde no tengas que explicar los procesos porque la pieza te está diciendo «estoy hecha de varios procesos, ¿no?”
Moda para adultos, una evolución natural.
Si bien Rocinante parte como una marca orientada a la infancia, los resultados no eran los esperados “Al principio nos enfocamos al mercado infantil, pero no nos estaba yendo muy bien en números. Teníamos muy pocos clientes potenciales. Era un producto caro para que una mamá con tres hijos dijera, “pues siempre van a vestir de Rocinante”.
Sin embargo, la respuesta llegó -tal como el origen de esta marca- de manera orgánica y repentina. “Una vez una mamá dijo “yo también quiero que me vistan de Rocinante, quiero estar igual que mis hijas”. Y fue como, ok, hagamos algo”, así idearon su primera colección para adultos, la cual tuvo una excelente acogida.
“Los vestidos volaron y yo me sentí así como, ¿de verdad? Eso nos hizo ver que teníamos una oferta o un mercado que nunca habíamos pensado explorar. Y si esto funciona, ¿qué otros productos tenemos que hacer y qué complementos? Una cosa que llevó a otra, porque realmente de principio no pensábamos hacer moda”.
Empujando los límites del traje típico y la artesanía
Narcy tiene una visión para Rocinante: La ropa que crean bajo la marca no solo tiene el sello de las personas que la crean y el territorio que las alberga, sino que son piezas que pueden llegar a otros lugares, competir en otros mercados, ser vestidos por el mundo entero. Dejar atrás el estigma del vestido tradicional, para entrar con sus propios códigos y lenguaje visual al circuito de la moda.
“Aún veo Rocinante como una plantita que está creciendo porque todavía no hacemos colecciones grandes, no hemos hecho una pasarela profesional, no hemos aparecido en ningún Fashion Week. Quiero trabajar mucho para lograr que nos volteen a ver no sólo por el proceso artesanal, sino porque estamos hablando de una pieza única trabajada desde nuestras herramientas. Estoy trabajando muchísimo con todo el equipo para que sea un Rocinante, y que podamos creer en que desde Oaxaca, México, podemos hacer piezas que nos representen y que expresen la voz de muchas mujeres oaxaqueñas, pero de manera territorial creando un producto que puede llevar cualquier persona y que no sea específicamente ropa típica. Que lleve este mensaje de que juntas podemos hacer cosas y que, y que podemos competir con otros mercados”.
Un hilo que conecta Oaxaca con el mundo
Narcy es clara en que todavía hay camino por recorrer, e hitos que alcanzar. Sin embargo, el 2023 fue un año importante para Rocinante. Ese año la casa Dior presentó su colección crucero 2024 en la Ciudad de México, la cual se caracterizó por contar con diversas colaboraciones con proyectos, artistas, artesanos y artesanas locales, dentro de las cuáles estaba Rocinante.
“Desde niña sabía que existía Christian Dior. Pero cuando nos invitan, yo no sabía que era para esa marca, la información era muy restringida. Luego tuve la entrevista con María Grazia (Chiuri), le llevé las piezas, videos y todo de quiénes hacían ese trabajo (…) La colaboración que tuvimos con Dior fue de la técnica de bordado de pepenado fruncido, que lo hacen las señoras de San Lucas Redención, y cuando ella vio el contexto y dónde viven estas mujeres, pues quiso que el mundo las conociera.
Son mujeres pastoras, que se dedican a la crianza de las ovejas, los chivos, las cabras que tienen ahí. A sus hijos, a cocinar y van al campo a sembrar. En todo ese lapso van y llevan su manta y van bordando línea por línea y se dan ese tiempo para hacerse sus prendas”
El proceso fue desafiante, ya que implicaba modificar la forma en que tradicionalmente trabajan las mujeres, para así ajustarse a lo que la marca estaba buscando: Crear la clásica Bar Jacket con el técnica del pepenado. “Nos mandaron el patronaje y nosotros teníamos que sujetarnos a las medidas de sus patrones y bordar en ese formato, el cual era diferente a los formatos que nosotros trabajamos”.
Pero el mayor impacto no fue solo ver en una pasarela internacional una pieza cuya colaboración fue fundamental. Para Narcy, el impacto de esta colaboración y del trabajo que han desarrollado con el equipo de mujeres se refleja en el valor que otorgan a sus saberes “Marcelina, una de las chicas, dijo que ella sabía bordar, pastar, cocinar y tener hijos. Pensaba que había nacido para esas cuatro cosas y que nunca pensó que bordar le iba a generar dinero. Eso cambió a partir de que empezamos a hacer equipo”.
Luego de esta colaboración -que marca un hito para Rocinante- Narcy reflexiona sobre el alcance que puede tener una prenda, y cómo ese mismo hilo y aguja que puede cambiar la vida de una persona, llega a otras mujeres y las convierte en parte de su historia.
“La pieza que hicimos en esa comunidad alejada de Oaxaca, donde apenas hay servicios básicos, la terminó usando Olivia Palermo”, quien ha sido reconocida por estilo e influencia dentro de la industria de la moda.
Así el viaje de una prenda Rocinante empieza a un ritmo lento, orgánico, de pausa y colaboración, en cuyo proceso el sello de las mujeres que participan en su elaboración va dejando una huella que se completa con la usuaria final.
“Esta pieza que está bordada a mano, este hilo siempre va a conectar a la persona que se va a quedar con la pieza al final, con todas estas mujeres que hicieron que ese hilo formara esa figura. Entonces la que compra una pieza Rocinante cree en todas estas mujeres y en esta nueva forma de hacer algo y atesora eso que hicieron muchas personas y están enlazadas por esa pieza”.
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