Ropa de Género lanza nueva colección inspirada en el viento

por | Sep 20, 2021

Desde Matanza, María Eugenia resiste por mantener viva la tradición textil y del hilado en Chile.

Ropa de Género (RDG) nace el año 2006 de la mano de María Eugenia Ibarra, diseñadora textil de profesión, quien a través de su visión ha dejado una huella importante dentro de lo que es el rescate del tejido artesanal chileno. Se destaca su confección de prendas atemporales, a mano y de calidad, además de la investigación textil que hay detrás de cada una de sus colecciones.

Esto último se manifiesta mediante la reinterpretación del tejido, construyendo piezas que buscan comunicar un relato único y que además sean confeccionadas a partir de materiales nobles, respetando el valor de lo natural. Su trabajo a través de las manos de distintas artesanas y su enorme conexión con la naturaleza, se representa en la creación de prendas originales que rescatan técnicas ancestrales del tejido nacional. 

Su vinculación con la naturaleza, exploraciones, paseos al aire libre y la curiosidad por descubrir las diferentes formas en que se estructuran los seres vivos y el mundo viviente, son la inspiración de los pasos creativos de María Eugenia, donde, su recién lanzada colección “Despeine del viento”, lo deja ver alocadamente. Te invito a leer sobre su vida, sus búsquedas y sus futuros pasos en esta entrevista.

¿Desde cuándo conectada con el mundo textil?

Mi primer vínculo con el mundo textil, la artesanía y la moda, fue primero a través de las mujeres de mi familia quienes me traspasaron sus conocimientos en el tejido de punto. Siempre acostumbrada a hacer con mis manos, desarmaba y re-armaba, tejía, destejía y unía coyunturas de distintos materiales y procedencias, arrasando con todo lo que encontraba en mi camino.

En mi adolescencia tuve una vecina modista de alta costura que siempre tenía finos retazos de descartes y yo los reciclaba para inventar e idear con ellos. Además, pasaba el día completo mirando revistas antiguas que tenía mi abuela, de los años ‘40 a ‘70s, comprendiendo la moda desde otro plano cuando la manufactura era muy importante, donde la re valoración y el hacer con poco era la base de la creatividad.

Después de viajar por Europa, estudiar en Barcelona, vuelves a Chile y ¿qué pasa ahí?

Me di cuenta que había una escases enorme en el diseño de moda local y que se estaban perdiendo las tradiciones textiles y lo hecho a mano, lo que me ayudó a tomar la decisión de seguir mi propio camino y crear en el 2006 mi marca “Ropa de Género”.

En un comienzo me aventuré y me fui a buscar tejedoras a Valle Hermoso (La Ligua, V Región), una de las zonas más tradicionales y representativas en la historia del tejido en Chile de los años ‘70 y ‘80. Cuando llegué ya quedaban muy pocas mujeres artesanas que continuaban tejiendo a mano, la crisis Asiática de ese entonces había afectado a una de las principales actividades económicas de ese lugar. Fue ahí donde trabajé con una familia de tejedoras quienes acogieron mis ideas y nos retroalimentamos con conceptos, técnicas, formas y colores, y así nacieron las primeras piezas tejidas de la marca.

Más adelante continué mi aventura con el tejido, estuve residiendo en una comunidad Mapuche en el sur de Chile, donde aprendí a hilar la lana, a teñir con tintes naturales y encontrar nuevas formas en componer los diseños inspirándome en la cosmovisión de los pueblos originarios y la tierra. Al año siguiente me fui a trabajar con una comunidad de mujeres tejedoras en Chinchero ubicado en Valle Sagrado, inserto en la Sierra de Perú donde creamos una colección denominada Fotosíntesis.

¿Cómo éstas experiencias han marcado tu trabajo? 

Todas estas experiencias con las tejedoras y otras más, han marcado parte de mi carrera, además de ayudar a impulsar el mercado local, a mujeres emprendedoras, rescatando lo propio, la tradición, dignificando la mano de obra y aportando una nueva mirada en el proceso de creación. 

Son creaciones que rescatan técnicas de generaciones y tradiciones en el clásico tejido de punto, las que al llevarlas al trabajo presente, reciclan materiales, se mezclan con otros nuevos, hay nuevas combinaciones, nuevos patrones y distintas densidades en las fibras y palillos que se ocupan, pudiendo correr un riesgo en el resultado final, donde la experimentación y el proceso creativo pasan a un primer plano y se van descubriendo otros formatos: “el arte en el tejido”. 

Foto: Colección “Despeine del viento”, marca Ropa de Género.

¿Cómo es el proceso de fabricación de tus prendas? 

El tejido es la técnica principal de RDG. Al construir y deconstruir técnicas locales, junto a las tejedoras logramos nuevos volúmenes y relaciones de las fibras en su relación con el cuerpo. Sucede durante conversaciones y exploraciones de todo el potencial del material y la técnica. Comprender la estructura básica sobre el cuerpo, sus dimensiones y materialidad. Aprendiendo a hacer, a tejer, a destejer y a volver a tejer hasta lograr la dirección de la estructura con las diferentes fibras utilizadas para la pieza y el lenguaje que tienen entre sí. Es un diseño realizado a baja escala, sostenible, exclusivo y no mecanizado donde lo artesanal tiene un valor primordial en la pieza final.

Y en cuanto a las fibras…

Algunas fibras como lana y alpaca pertenecen a las mismas artesanas, ellas la limpian, la peinan, la hilan, la tejen y dependiendo de las colecciones hemos trabajado con teñidos naturales y otras colecciones donde se incorporan materiales se han reciclado de fábricas antiguas, además de incorporar nuevos materiales y colores dependiendo de la paleta de color con que se esté trabajando, siempre de origen natural.

Diseño y tejido dialogando entre sí….

Y juntos pueden construir un gran relato común tomando lo mejor del lugar, tanto inspiración, materialidad y rescate de técnicas que se han transmutado de generación en generación, respetando el trabajo colectivo, de identidad y sustentabilidad, integrando la naturaleza que va arraigado a la tierra y lo femenino de donde habitamos, en este caso en la comuna de Navidad y sus alrededores. 

Otras veces también es necesaria la soledad para conectar, decantar y ordenar con mi interior, a su vez romper con lo cotidiano y el ruido que trae la misma vida tiene sus matices para reordenar lo pre establecido y las formas obvias de crear y así poder conversar sobre un diseño. Todo suma.

“Despeine del viento” es el nombre de la nueva colección de RDG, ¿por qué elergir el viento como principal inspiración ? 

El viento es un conector del pasado, presente y futuro. El viento siempre está presente para quien lo quiera percibir. El viento nos lleva, nos dirige y desvía; al viento lo sentimos, lo disfrutamos, lo sufrimos o le tememos. Todo ser humano experimenta el viento y tiene una que otra historia que contar sobre él. El despeine nos llega a todos de distintas maneras, según de donde provenga el viento. Todos estos vientos han sido representados en los tejidos, caída, colores, texturas. El viento nos roza produciendo el movimiento, un desorden dentro de un orden, hilos que salen y vuelven y que constituyen un tejido animado, como está hoy la vida, permeable en constantes cambios y transformaciones. 

Los vientos pueden comunicar tiempos y espacios, como aquellas obras que se tejen uniendo territorios cálidos y fríos.

Y la rosa de los vientos incluída en esta colección…

Es un símbolo que muestra los diversos rumbos norte, sur, este, oeste. Los rumbos no son sólo direcciones simbólicas, sino que se plasman en la materia y nos acompañan tejiendo nuestros vaivenes vitales y cotidianos. La Rosa de los vientos nos recuerda otras estilizaciones con las que nos sentimos identificados, porque muestra la simbiosis y relación intrínseca del ser humano y el cosmos; esta vez, en nuestro propio territorio.

También es considerada una rosa sagrada, símbolo antiguo que contiene los cuatro vientos. Las cuatro etapas de la vida son igual que las estaciones. Representa la red que somos, el presente, el pasado y el futuro. Una rueda, una potencialidad. La dirección puede ser cambiada si se sabe el recorrido, o puedes usar la fuerza del viento para expandir su dirección natural.

Pasaste de vivir de la ciudad al campo ¿cómo fue ese cambio de vida y que significó para el crecimiento de Ropa de Género?

El estar viviendo entre el campo y el mar, me ha reconectado desde otro plano. Más cercano al territorio, nuestra geografía y su cultura. Me sigue inspirando la naturaleza, el quehacer cotidiano de las mujeres y los hombres de estos agrestes paisajes costeros. Además trabajo en un ritmo más calmado, quizás más profundo, conversado, hay mayor diálogo.

Al principio me inquietaba el no desarrollar tantas prendas como cuando vivía en la ciudad. Ahora siento que mi producción, más que crecer en volumen de producción, ha sido más profunda, más pausada. Muchas piezas son a pedido, todo esto me ha hecho vivir una vida más austera, dándome espacio para respirar, salir con mi perro y sacar verduras de mi propia huerta.

Te invitamos a ver toda la colección en www.ropadegenero.cl

Las distancias temporales y espaciales son borradas por el viento. Hombres y mujeres de los diversos hemisferios y épocas lo han sentido, lo han experimentado, han dado y recibido lo que el viento lleva. Por eso es que los vientos son agentes de la comunicación, mensajeros del tiempo y del espacio, capaces de evocar tiempos del pasado y lugares del futuro.

Diseñadora de profesión y escritora por vocación. Mujer viajera, curiosa y soñadora. Me considero una eterna aprendiz, siempre hay algo nuevo que conocer. Busco generar conciencia e informar, especialmente dentro de mi área de expertis: la moda. Espero que cada vez más personas quieran cambiar su forma de consumo y atreverse a seguir una vida más eco amigable.

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