Ilustración de portada: Sol Paperán
Nació el 12 de septiembre de 1973 en el Bronx, Nueva York, en una familia obrera de bajos ingresos. Tuvo una infancia difícil e incluso fue abusada sexualmente más de una vez. Su madre la asistió en el proceso de recuperación del trauma, animándola a involucrarse más en la comunidad. De esta experiencia nació la necesidad urgente –que marcó el desarrollo de toda su carrera– de ayudar a mujeres jóvenes que estuvieran atravesando la misma situación.
Tarana empezó su vida laboral en Selma, Alabama, trabajando en algunos institutos culturales de la ciudad y en el 21st Century Youth Leadership Movement, cuyo objetivo es preparar a jóvenes de todas edades, dentro y fuera de los colegios, para ser líderes justos, centrados en la comunidad.
En 2003 co-fundó una organización que primero se llamó Jendayi Aza y después Just Be Inc, con el fin de ayudar mujeres jóvenes pertenecientes a algunas minorías sociales. Fue en este periodo que Tarana creó por primera vez el término Me Too, y en 2006 lo transformó en un verdadero movimiento: su objetivo era darles apoyo a las sobrevivientes de agresiones sexuales, sobre todo mujeres jóvenes de color, así como personas con discapacidades, queer, y cualquier persona que se hubiera sido marginada o que viniera de comunidades de bajos ingresos.
Desde el principio el foco principal fue combatir la escasez de recursos de apoyo para las víctimas, así como crear un grupo de defensores que pudieran liderar la creación de soluciones para detener los episodios de violencia sexual en sus comunidades. El movimiento, según Tarana, debe construir algo que aún no existe: una comunidad global que les permita a las víctimas de violencia comunicar y finalmente salvar su vida. El mensaje de Tarana para todos los sobrevivientes es: “No tienes que sentirte solx. A mí también me ha pasado”.
Once años después de la fundación del movimiento, un tweet de la actriz Alyssa Milano –en el que pedía a todas las víctimas de agresiones sexuales usar las palabras #MeToo en Twitter– hizo viral el hashtag. A esto se sumó también la ola de acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine Harvey Weinstein, y el hashtag fue retweeteado más de 12 millones de veces en unos pocos días. La misma Tarana Burke se ha dicho sorprendida, nunca había imaginado poder llegar a tantas personas en todo el mundo tan rápido.
Burke se ha desempeñado también como consultora para la película nominada al Óscar, Selma (2014), que está basada en las marchas del movimiento por los derechos civiles lideradas por Martin Luther King Jr. en 1965, de la ciudad de Selma a Montgomery.
En una entrevista de febrero 2020, Burke anunció que estaba escribiendo una autobiografía, que debería publicarse este o el próximo año. Por mientras, ha dado su aporte al libro How We Fight White Supremacy (2019), una colección de entrevistas, ensayos y reflexiones de varios personajes de color estadounidenses.
Actualmente es directora senior de la asociación Girls for Gender Equity en Brooklyn y participa en eventos públicos por todos Estados Unidos para promover sistemas de apoyo para las víctimas de agresiones sexuales. Sigue trabajando en el movimiento Me Too, y por eso está transformando el sitio web del movimiento en un instrumento de referencia para todas las víctimas. El 26 de febrero de este año recibió un premio Internacional de parte de la Fundación Gleitsman, el Harvard Kennedy School’s Center for Public Leadership Gleitsman Activist Award, por su larga trayectoria como activista.