¿Qué es?
La trazabilidad se trata de poder decir, de cualquier producto, qué artículos lo componen y en qué proporciones; a quién se compró cada una de esas materias primas con las que el producto ha sido elaborado, y a qué clientes se les ha enviado (Gestión Trazabilidad). Para esto, existe la trazabilidad hacia atrás (origen de cada producto o componente), la trazabilidad de proceso (composición detallada y método con que se hace) y la trazabilidad hacia adelante (clientes).
En moda, “se conoce como trazabilidad al conjunto de procesos, ubicación y trayectoria de un producto a lo largo de una cadena de suministros. Eso significa tener conocimiento y control de cada una de las partes del proceso de producción de una prenda”, según la definición de Fashion Revolution.
¿Cómo aparece el término?
Antes de los 80, este término se usaba sobre todo para fines logísticos, es decir, como medio para facilitar el manejo de producción e inventario. Según Penton Media (2011), tras algunas crisis en la industria alimenticia europea, el miedo a la contaminación de los alimentos aumentó y, con él, el interés de las personas por conocer cómo era la cadena de abastecimiento, de productores a consumidores. Esto finalmente, empujó a aumentar la transparencia en la industria de alimentos. Entre 2003 y 2004, se desarrollaron programas de trazabilidad en Estados Unidos y Canadá. Hoy en día, la trazabilidad es vista casi como una necesidad en esa industria.
¿Qué pasa en la moda?
En la moda, en cambio, el uso del término es más reciente, ya que la necesidad de conocer la cadena de producción no siempre ha sido evidente: las marcas de moda rápida no suelen transparentar su cadena y, a diferencia de lo que pasa con la comida, puede ser en parte porque no es tan intuitivo que nos preguntemos quién hizo mi ropa (versus quién hizo o preparó mi comida). “Una empresa de moda debería saber y poder comunicar a las personas interesadas –sobretodo a los consumidores–, tanto el origen de sus materias primas como las condiciones en las que se confeccionan las prendas. Actualmente todavía queda un largo camino por recorrer. Según un informe de Behind the Barcode, solo el 9% de entre 219 grandes marcas de moda fueron capaces de seguir el rastro de sus productos desde sus materias primas” (Fashion Revolution).
¿Por qué es importante?
Los ejercicios de transparencia y trazabilidad tienen una gran importancia para las marcas, ya que muchas pueden ser responsables de malas prácticas laborales, sociales o que tienen un alto impacto medioambiental, sin siquiera saberlo. Desconocer el origen de las materias primas con la que está hecha la ropa descarta de entrada la opción de corregir estas prácticas.
Desde el punto de vista del consumidor, no debemos subestimar el poder de exigir a las marcas que transparenten quién, dónde, cómo y con qué se hizo cada prenda o producto. Ignorar en qué condiciones se hace lo que compramos no aleja de ser parte de la solución, que potencialmente podría mejorar desde las fibras con las que se hace nuestra ropa hasta la condición laboral de las personas que la trabajan.
Fuentes: Sustainability and the Fashion Industry: Conceptualizing Nature and Traceability | Fashion Revolution | Gestión Trazabilidad