Por Gabriela Alvarado
A todos nos encanta tomar vacaciones (o a casi todos) y realmente disfrutamos de un tiempo de descanso o desconexión en la playa, el campo o incluso la ciudad. Sin embargo, en muchos casos y aunque no siempre estemos conscientes de esto, nuestras esperadas vacaciones impactan negativamente el medio ambiente y también a la comunidad local.
Muchos turistas han comenzado a tomar conocimiento de este potencial efecto de su visita en el destino turístico y hoy podemos ver cada día más turistas informados que se preocupan por los ecosistemas de los lugares que visitan, de las condiciones laborales de los empleados y de otros aspectos relacionados a un turismo más consciente. Es aquí donde entra el concepto de turismo sostenible (o también llamado turismo responsable).
Para la mayoría de las personas el término turismo sostenible se asocia con el cuidado del medio ambiente y aunque cuidar el medio ambiente mientras se viaja es tremendamente importante, son tres los pilares de la sustentabilidad a considerar, los cuales son igualmente importantes; socio-cultural, medio ambiental y económico. El turismo sostenible se basa en minimizar los impactos negativos y maximizar los positivos. Los tres pilares en su conjunto son necesarios para que el turismo sea realmente sustentable.
Socio-cultural: Los turistas impactan de diversas maneras a las comunidades locales en términos sociales y culturales. Un buen ejemplo de cómo un destino turístico puede verse impactado negativamente es la congestión vehicular y el aumento excesivo de gente en los sitios turísticos en temporada alta, como podemos ver que pasa en destinos turísticos en Chile como Reñaca o Pucón durante el verano. Otros ejemplo pueden ser el aumento en los precios de los servicios y productos asociados a la presencia de los turistas (como arriendos, comida, estacionamientos, etc.), valores que muchas veces los locales no pueden pagar, viéndose obligados a abandonar su lugar de residencia. En la ciudad chilena de Valparaíso la comunidad local ha visto estos impactos en algunos sectores, los cuales hoy debido a la presencia de hoteles boutiques y restaurantes gourmet se han apreciado significativamente en los últimos años.
También podemos encontrar impactos socio-culturales positivos, tales como el intercambio cultural entre locales y visitantes y la preservación de las tradiciones locales como producto de la presencia de los turistas.
Medio ambiental: Este se refiere al posible deterioro o destrucción de los recursos naturales. En general los turistas producen una cantidad mucho mayor de residuos y consumen más recursos (como agua y luz) que las comunidades locales, lo que genera en muchos casos grandes desequilibrios en los destinos turísticos, sobre todo en temporada alta. Un ejemplo extremadamente común es la basura que podemos ver en las playas al final del día, lo que tiene efectos devastadores en la fauna local, el suelo, etc.
Como no todo es negro, el turismo también puede impactar positivamente el medio ambiente. Por ejemplo, la preservación del patrimonio natural o la concientización de la sociedad pueden ser resultado de un buen manejo de la industria turística. Un caso ejemplo en Chile es el destino turístico Huilo–Huilo. En este sector el turismo ha sido utilizando para empujar la protección y conservación de la vida silvestre, siendo un pilar fundamental de la preservación de la fauna local.
Económico: Este pilar se relaciona con que el turismo genere ingresos positivos y que estos sean repartidos de forma justa. El turismo responsable busca que la mayor cantidad posible de los ingresos se queden en las comunidades locales, promoviendo emprendimientos locales, en vez de inversión extranjera los cuales dejan una proporción de sus ingresos muy baja en el destino. El turismo sustentable promueve sueldos justos y condiciones laborales dignas para todos los trabajadores y busca también motivar a las comunidades locales a convertirse en micro empresarios ofreciendo sus productos y servicios directamente al turista.
Promover un turismo más responsable está en nuestras manos. Cada día son más los turistas que exigen condiciones laborales dignas para los empleados en los lugares turísticos que visitan, que se informan sobre los impactos ambientales existentes en el destino que visitan, que tienen una visión amplia y se dan cuenta que el cambio parte en cada uno de nosotros.