Nuria Freire es la española detrás de la marca de ropa Cléa Studio. Profesora de profesión y hoy, una emprendedora. “Siempre digo que Cléa me encontró a mí y el día que me di cuenta que quería quedarme con Cléa, fue cuando estaba en Londres y una amiga me ofreció entregarle mi portafolio en mano a una gran marca. Pero seguí mi instinto, en el fondo no quería eso. Al final hago todo por intuición, pues, soy autónoma”.
Finalmente el 2018 se hizo oficial el lanzamiento. Inspirada y creada para y por mujeres libres, más humanas y como afirma su dueña “haciendo ropa como las abuelas: con amor, paciencia y a mano”.
Y es que Nuria se ha tomado muy en serio el oficio de educar a sus clientas-amigas. Nutrirlas de confianza, amor y compromiso con un consumo responsable. No sólo a través de su ropa, si no también a través de las cartas que escribe y manda semanalmente a sus lectoras.
La marca, su experiencia y su encuentro con la sustentabilidad, y cómo se construye dentro de una industria de la moda tan cuestionada, fue lo que nos motivó a contactarla y conocerla un poco más.
¿Cómo entiendes la sostenibilidad y cómo la llevan a cabo en su trabajo diario?
Es todo muy ambiguo, pero para mi lo principal es que el diseño sea muy bueno para que la prenda dure mucho tiempo. Que el algodón sea bueno, sea orgánico. Estamos buscando, en la medida de lo posible, tejidos sustentables. Pero muchas veces te encuentras con excedentes de fábricas que han ido cerrando y los venden como “tejido reciclado” pero hemos ido investigando y no es tan así.
Afirmas que el término “sostenibilidad” es ambiguo, entonces… ¿cómo se podría avanzar?
Debería estar regulado, para que no solo sea algo bonito. Decir: “estoy usando este poliester porque es reciclado”, cuando en realidad la calidad es muy mala y a veces no se puede ni coser.
A mi lo que me gusta es usar todas las fibras naturales, pero también apelar a una corriente sostenible a nivel mental. Si me compras diez camisas y no las usas, no es sostenible. Yo tengo muchas clientas asiáticas donde yo misma les digo —desde mi historia personal— “Esta tercera prenda no la necesitas”. Hay que manejar a las compradoras compulsivas.
Como profesora de profesión, ¿cuál es tu visión y proyección de la sustentabilidad mirando el modo en que consumen las nuevas generaciones?
Se está polarizando todo de tal manera que va el mundo entero en dos direcciones opuestas: está la gente que quiere ser consciente y la gente que no le interesa un mundo mejor. Muchas veces la gente prefiere hacer oídos sordos porque eso implica salir de su zona de confort y están saturados de la información.
Veo que muchos dicen estar cansados y sentir que es una lucha muy difícil, que sus acciones no van a cambiar nada, pero no es así, tus acciones significan algo. Por ello, los maestros (profesores) pueden aportar como un gran cambio y creo que en ellos está la semilla del cambio.
No podría decirle a una madre que gana 700 euros —600 mil pesos chilenos aproximadamente— que vista sostenible, pero sí podría enseñarle a cómo administrar sus finanzas, para vestir y comer desde la calidad, por ejemplo. El sistema educativo falla desde ahí.
Nuria Freire, creadora de Cléa Studio,
Instar a otros y otras a ser más conscientes en lo que consumen es parte de avanzar hacia una vida slow… ¿Cómo aplicas la vida slow de tu marca en tu vida personal?
Todos nos queremos poner super estrictos cuando empezamos en la vida slow. Si un día quiero comer carne la como, sin culpa, pero es bajar el consumo y equilibrar. Es el cómo lo hagas, abogar nuevamente la calidad por la cantidad. Sostenible dentro del sentido común.
Una vez escuchando a David Chapelle, me hizo mucho sentido lo que decía: “La gente confunde lo bueno y lo malo, con lo mejor y lo peor”. Que Zara haga las cosas mejor que Primark —tienda europea de fast fashion con más de 350 locales a nivel mundial— no quiere decir que sea bueno.
El libro de Robin Sharma “El monje que vendió su Ferrari”, cambió un poco la percepción de cómo yo estaba enfrentando mi vida y mis compras compulsivas. Yo no tengo armario, la ropa personal la tengo en tres mini cajas en mi cuarto, el resto lo manejo con cosas del taller, pero hice una limpieza de clóset. Siempre recomiendo, que si no sabes lo que guardas dentro de una caja mejor deshacerse o regalarlo porque claramente no lo usas, solo acumulas.
¿Cuál es el impacto social/cultural que buscas con tu marca?
Creo que el impacto es decir: “decide tú quién eres y pásalo bien”. Es la educación, un espacio de seguridad y confort, sentirse parte de algo. Lo siento por el feedback de la gente, ya sea por el tipo de mujeres que incluímos en las campañas, por las prendas, por la marca misma.
Yo no quiero que tu paz mental sea un arma de marketing con un post super precioso, pero en realidad estoy vendiendo cinturones, yo no quiero eso. Quiero contar la verdad y humanizar un poco todo. Cléa es humana y ya está.
Conectar con tus clientes es fundamental por lo que vemos y lo haces a través de cartas online…
Leyendo un artículo que compartió un estilista en redes sociales, sobre qué ropa ponerte para ser más atractiva, me cabreé. Lo escribí en mis stories y me quedó el gusto. Yo no escribo las cartas para que vayan a comprar, sino que para darle un valor más allá de mandar un email con ofertas.
Cuando las cosas me molestan se me da por escribir y me sale muy bien. Desde este personaje perfectamente imperfecto. Me las escribo un poco para mi, y a la gente le enseñas desde la experiencia, no desde una opinión. Por eso, la idea de contar mis experiencias, siento que desde ahí puedo llegar a la gente.
También tengo que tener mucho cuidado con el discurso de la sustentabilidad, porque en el momento que incómodas a alguien, puede ser muy crudo. Para mi la sustentabilidad es sentido común. Yo no te juzgo, por ejemplo, con mi marca es: “esto me ha ido bien a mi y si te parece te lo pruebas y si te queda bien, también”.
¿De dónde nace la idea de la última colección HER y el trabajo que hubo para lograrlo?
Nunca tengo solo un concepto, yo me hago una playlist, si es buena, la colección es buena. Tenía la vuelta de mi amiga Ana, que iba a ser madre, también el tema de las generaciones futuras. Dedicar algo en pos de las generaciones futuras, para pavimentar el camino.
No lo dijimos públicamente, pero también es una forma de homenaje a todas las mujeres, sobre todo por las que trabajan en la industria de la moda, que están muy olvidadas.
“Cuidamos del medio ambiente por ella. Nos amamos por ella. Somos la generación que quiere hacerlo mejor para los que vienen detrás. Queremos ser ejemplos de alguien mejor, para que ella no tenga que aprender a serlo de la manera difícil. Para que no tenga que crecer y limpiar nuestro desorden.”
Algunas recomendaciones Nuria… Documental: “Fíos forá” (“Hilos Fuera” en español). Libro: “El monje que vendió su Ferrari”.
Te invitamos a conocer la nueva colección de Cléa Studio e inscribirse a su newsletter tipo cartas. Inspírate y transforma tu forma de ver la moda.