Pausamos nuestra serie sobre los universos visuales y sensaciones del vestir para dar una mano a una tarea, que puede ser menos tediosa siguiendo este paso a paso, como es: armar la maleta de viaje.
Incluso te invito a que aproveches este momento para proponer ejercicios y reflexiones que te ayudarán a construir un clóset cada vez más inteligente y funcional. Al final, ¿una maleta es una especie de mini clóset, cierto?
Seguramente ya has sufrido la experiencia de no saber qué llevar y al final, frente a la frustración y mil otras cosas que organizar, terminas metiendo prendas muy básicas, sientes la falta de varias cosas, aparece esa sensación de “no tengo nada”, mientras cargas varias otras que no quería usar.
Igual que en el clóset, una maleta con demasiada ropa no ayuda en nada. Por ello, para que saques el mejor provecho a cada gramo cargado y uses todo lo que llevas, te dejo algunos tips en seguida. La idea es que gastes el mínimo de tiempo en vestirse todos los días y aproveches más el destino, pero sin dejar de sentirte identificada con tu look. Y bueno, si funciona en un viaje, ¿por qué no llevarlo para el día a día?
- PREFIERE LLEVAR PRENDAS “CLAVES”
Lleva lo que más te gusta, lo que más usas, lo que sabes combinar fácilmente. Si nunca usas determinada prenda, difícilmente vas a armar un look nuevo en el viaje. Este ejercicio de “rescatar una prenda” es súper útil y yo personalmente insto mucho a que se haga. Pero… házlo cuando estés en casa, en tranquilidad, con tiempo y acceso a todo el resto de prendas que ya habitan en tu clóset, y así puedas experimentar.
- ELIGE 3 O 4 COLORES QUE COMBINEN ENTRE SÍ
Independiente de cuanto dure tu viaje, es mucho más eficiente que todas las prendas se puedan combinar. Sugiero elegir dos colores neutros y uno o dos “coloridos”. Recuerda que neutro no es solo blanco y negro. Puedes navegar en miles de tonos de grises, beige/café, verdes, azules y rosados.
Este es el mismo concepto se usa para el conocido “clóset cápsula”, vas a ver que armar looks así es mil veces más fácil.
Tips extra: Busca y mira fotos del destino para identificar la paleta de colores. Así piensas en combinaciones que funcionan bien para cada ocasión y obviamente, para las fotos 😉
- LA FÓRMULA “MÁGICA”
No es una ley, pero cuando armo maletas para mis clientas, hago la siguiente cuenta:
Mitad del número de días = cantidad de pantalones, short, faldas. |
Elijo estas prendas dentro de la paleta de colores definida, y en seguida elijo dos o tres tops para cada una. Acá vale el principio de la diversidad y versatilidad: mientras más variado sea lo que elijas, más posibilidades de tenidas distintas.
Un ejemplo: Una blusa de seda + una polera de algodón rinden más combinaciones, y para distintas ocasiones que dos poleras de algodón.
Piensa también en desarmar conjuntos. Esto cuenta tanto para ropa como trajes de baño. Si todo combina, puedes multiplicar las tenidas y looks cruzando las partes de arriba y de abajo de distintos conjuntos.
- POR SI ACASO
Es siempre bueno llevar un vestido o tenida más arreglada, por si aparece un evento más formal. Otra cosa que siempre llevo es un traje de baño, aunque viaje a un lugar frío. Si hay una piscina, centro de masajes o sauna, no te puedes perder la oportunidad por no tener el traje “ad hoc”.
- OJO CON LOS ACCESORIOS
No hay por qué llevar tantos zapatos, si eliges los más variados. Una maleta que tiene chalitas/sandalias, zapatillas y zapatos con tacos es mucho más eficiente que llevar tres zapatillas. Además invierte tiempo en elegir los accesorios como aros, collares, pulseras, anillos, pañuelos. Ocupan mucho menos espacio y pueden hacer la diferencia en un look.
- MOMENTO CREATIVO
Si quieres aprovechar más el viaje y no perder ningún minuto pensando qué ponerte, antes de tu viaje invierte un poco de tiempo armando los distintos looks y tenidas. Lo ideal es vestir cada una de las posibles combinaciones y sacarte una foto. Así, mientras estás en tu destino vacacional, puedes mirar tu “lookbook” y elegir lo que te vas a poner durante el día y la noche.
Este también es el momento para asegurarte que todo lo que estás llevando realmente te servirá y sobre todo, que está en buenas condiciones para su uso. Después de estar tanto tiempo sin viajar -por motivos que conocemos- y sin lucir tantas de nuestras prendas, seguramente encontrarás cosas que necesitan un lavado, limpieza, reparación o que ya no sirven. ¡Descubrir esto en pleno viaje no será agradable!
- HAZ UN CHECKLIST
Piensa en todo lo que vas a necesitar y trata de reducirlo al mínimo. Por ejemplo, si vas a ir a un all inclusive es muy probable que tengan crema hidratante, cotonitos, algodón, por lo tanto, evita llevar este tipo de productos y ahorrarás espacio.
Si usas secador de pelo con frecuencia, chequea si está incluído dentro de las “facilidades” del hotel, residencia o airbnb en el cual te quedarás. Serán pocos minutos invertidos y verás que lo agradecerás al cerrar la maleta.
- COSMÉTICOS PARA VIAJE
Es buenísimo llevar las versiones chicas de nuestros cosméticos o ponerlos en envases de viaje. Hoy en día en cualquier farmacia encuentras un kit de viaje. Ahorrás espacio, peso y puedes llevar tu maleta en la cabina si está dentro del peso y dimensiones exigidas por la aerolínea.
- LA MALETA DE MANO
Si vas en avión con maleta despachada o facturada, te recomiendo siempre llevar una polera, un chaleco y ropa interior en la maleta de mano o cartera, para evitar malos ratos si es que tu maleta no llega a destino o sufres algún percance durante el vuelo.
BONUS TRACK:
Aquí te comparto una fórmula lista para dos semanas o más días, para un destino vacacional veraniego o con calor.
Todos estos tips te pueden servir para ejercitar la construcción de un clóset más inteligente y eficiente en tu día a día. Si viajar liviano es rico, ¡imagínate vivir liviano!