Muchas actividades humanas generan impactos ambientales negativos en nuestro planeta. Estos impactos afectan no sólo a otros seres humanos sino que también a otros animales y especies de ecosistemas marinos y terrestres.
Muchos científicos afirman que nos encontramos en la sexta extinción masiva de especies. Y no, no es un fenómeno natural sino que es 100% responsabilidad de nuestra relación desconectada con la naturaleza, a la hora de extraer sus recursos y contaminar sus ecosistemas.
En este artículo, profundizaremos puntualmente de cómo la fabricación masiva, sin límites y no sustentable de productos textiles está perjudicando la biodiversidad de nuestro planeta y por ende, la vida de una serie de especies.
¿Cómo contribuyen las grandes industrias a la pérdida de biodiversidad?
Vale aclarar que este fenómeno no abarca solamente a la industria textil, sino que muchas otras industrias están involucradas en este desastre natural. Algunos ejemplos son:
- Cultivos de café en México
- Cultivos de palta / aguacate en el centro de Chile
- Cultivos de soja y carne de vacuno en Brasil
- Plantaciones de aceite de palma en Indonesia y Malasia
- Sobrepesca en países del sudeste asiático como Vietnam
En cuanto a la industria textil, podemos destacar algunos de los daños ambientales más significativos de la última década:
- Uso de fertilizantes nitrogenados y agroquímicos en cultivos de algodón.
- Explotación de combustibles fósiles para obtención de fibras sintéticas como el poliéster.
- Contaminación de aguas residuales en Bangladesh y otros países asiáticos con escasas regulaciones ambientales.
- Liberación de microplásticos de fibras sintéticas en procesos de lavado.
- Cría intensiva y a grandes escalas de animales para obtención de pieles y otros productos de origen animal como cuero y lana.
- Uso intensivo de energía de origen fósil en procesos de fabricación de fibras textiles naturales y sintéticas.
Todos estos procesos tienen un alto impacto en los ecosistemas naturales. Además de la contaminación visible que generan, también contribuyen a la pérdida de la biodiversidad en estos territorios.
¿Cómo afectan los procesos contaminantes de la industria textil a la biodiversidad?
Suelos y ecosistemas terrestres
Todos los procesos que forman parte del ciclo de vida de cada uno de los productos que utilizamos a diario, tienen un impacto en el ambiente donde vivimos.
Por ejemplo, los procesos agrícolas —entre ellos la producción de algodón y caza de animales para pieles— son parte de un mercado que amenaza a especies, particularmente en países de medianos a bajos ingresos, donde las leyes son más permisivas y extractivistas.
Los cultivos de algodón que utilizan fertilizantes nitrogenados presentan no sólo amenazas para el suelo que erosionan, sino que también para la crisis climática que estamos enfrentando. La degradación de estos fertilizantes, en muchas ocasiones, libera gases como el óxido nitroso, gas de efecto invernadero que es mucho más potente que el dióxido de carbono.
Por otro lado, la expansión de la frontera agrícola-ganadera genera procesos masivos de deforestación. Para ampliar las fronteras muchas veces las empresas provocan incendios forestales intencionales, como es el caso de la Amazonia brasileña o el norte de Argentina. Durante estos desastres naturales se pierde un número significativo de especies, no sólo animales sino que también plantas nativas, microorganismos y abejas.
La pérdida de todas estas especies altera completamente la cadena alimenticia de otros animales. Cuando hay menor cantidad de predadores, muchas veces nos encontramos en una situación de desequilibrio de especies donde muchas de ellas no logran sobrevivir.
Océanos y ecosistemas marinos
Los fertilizantes nitrogenados también afectan de forma directa a los cursos de agua cercanos a estas plantaciones. Por ejemplo, la acumulación de estos nutrientes en lagos genera procesos de eutrofización.
Este fenómeno se produce cuando por la acumulación de sustancias ricas en nitrógeno o fósforo ciertas algas proliferan y dan una coloración verdosa a los lagos. Esta coloración genera que menos luz ingrese en el lago y muchas especies de plantas marinas, dependientes de la luz para reproducirse, mueran y en algunos casos se extinguan.
Sumado a lo anterior, cuando se vuelcan efluentes líquidos sin tratar, provenientes de procesos de tintura o preparación de fibras, también se obstaculiza la entrada de luz a los lagos o cursos de agua que perjudican a muchas de las especies que habitan allí.
Por último, la liberación de microplásticos de fibras sintéticas es un problema a nivel mundial. Estos plásticos muchas veces son ingeridos por distintas especies y con ellos todos los químicos y aditivos incorporados a los mismos. Esto obstaculiza el crecimiento y reproducción de estas especies y con ello, la biodiversidad de estos cursos naturales de agua y océanos.
Contaminación de la industria textil y crisis climática
Como muchos sabemos, la crisis climática también es un fenómeno que amenaza a muchísimas especies a nivel mundial. El aumento de temperatura hace que microorganismos, insectos y animales no puedan sobrevivir al cambio abrupto en sus condiciones de vida.
El fenómeno de acidificación de los océanos —producido por las altas concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre— provoca un cambio de pH en los mares, el cual es responsable de la extinción masiva de los corales en varias partes del mundo, como el caso de la barrera coral australiana.
Se estima que, de no reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, podrían estar en riesgo de extinción la totalidad de los corales de la región para fines de siglo.
Cabe destacar que, a pesar de que ocupan menos del 0,1% de la superficie marina, los corales proveen hábitats donde viven al menos el 25% de las especies marinas del mundo.
Dicho esto, es evidente que incrementar los procesos de fabricación de textiles basados en energías fósiles también contribuye de forma directa a la extinción de especies en hábitats tanto terrestres como marinos.
Algunas acciones que podemos tomar desde nuestro clóset para combatir la pérdida de biodiversidad
- Elegir productos fabricados con fibras de algodón orgánicas que no utilizan agroquímicos o fertilizantes nitrogenados. Puedes revisar la Vitrina Franca. Y conocer algunas marcas que confeccionan sólo con algodón orgánico certificado.
- Evitar la compra de prendas y zapatos confeccionados en base a pieles.
- Invertir en empresas de triple impacto, que no sólo cuidan el ambiente, sino que también fomentan la inclusión social en estos ámbitos.
- Consumir productos textiles que tengan algún porcentaje de material reciclado. De esta forma no sólo estamos consumiendo menos materia prima, sino que estos procesos también tienen una menor huella de carbono asociada.
- Recuerda que siempre hay formas más sustentables de adquirir un producto, ya sea: reparando, reutilizando, intercambiando o optando por productos de segunda mano.
REFERENCIAS: Lenzen M, et al. (2012) International trade drives biodiversity threats in developingnations. Nature 486(7401):109–112. // Hoegh-Guldberg, O., Poloczanska, E. S., Skirving, W. & Dove, S. Coral Reef Ecosystems under Climate Change and Ocean Acidification. Front. Mar. Sci. 4, 158 (2017).