Diversos son los formatos en los que podemos encontrar un espacio inspirador, que nos transmita el presente y futuro de la moda. Shows, desfiles, ferias, festivales y tantos otros eventos, son una forma de acercarnos a la industria del diseño por excelencia, así como a las tendencias textiles y su relación con la sostenibilidad.
Del 28 de octubre al 3 de noviembre del 2022, se celebró la primera edición de la Barcelona Sustainable Fashion Week (BSFW), un movimiento de la moda sostenible, que permitió reunir a firmas, diseñadores, artesanos y consumidores con un mismo sentir ético y responsable. En las siguientes líneas te cuento sobre las apuestas en los productos moda que pude descubrir en el evento. Alerta de spoiler: actualmente forman parte de la oferta del mercado y estoy convencida que se quedarán.
¿Te quedas tú conmigo? Empecemos.
De lo vivido.
Lo cierto es que para que un evento de estas características atraiga todas las miradas, se necesita un lugar emblemático, de esos que hablan por sí solos, y la BSFW no lo podía haber elegido mejor. El Museo Marítimo situado en el puerto de Barcelona, congregó durante tres días, no solo a marcas españolas, sino también italianas y colombianas, siendo este último el país invitado. El evento inició con un pequeño desfile, en una velada inaugural donde participaron -con diseños y materiales innovadores- firmas de varios rincones de España. En la siguiente jornada, los stands de las marcas participantes permanecieron en el lugar exponiendo sus productos de diferentes categorías, desde prendas hasta accesorios.
En tanto, los asistentes pudieron empaparse del concepto de biomateriales con una clase impartida por Elizenda Jaquemot, quien compartió su expertise creando un tejido de bioplástico de residuos de cáscaras de naranja para confeccionar (de momento) una gabardina, expandiendo su visión e importancia de conseguir un vínculo con la naturaleza, que sea duradero y aplicable a los tejidos que nos visten.
Por mi parte, tuve el placer de impartir un taller sobre «Cómo crear tu armario sostenible» como una forma de contribuir -como consumidores- al cambio del paradigma de la moda. Desde dónde comenzar a crear un closet más sostenible con tips e ideas para mantenerlo, hasta cómo llega una prenda a nuestro armario y algunas claves para seleccionar una prenda, además de consejos de consumo responsable.
En ambas experiencias, se formó un bonito debate entre los asistentes, quienes intercambiaron ideas y opiniones sobre el futuro de la sostenibilidad en la moda. Una conclusión indudable fue “que el consumidor es quién tiene más poder de cambio con su decisión de compra”, pero también destacó la importancia de comprender las diferentes visiones en cuanto al concepto de sostenibilidad, ya que sin un hilo que conduzca su significado, cada uno puede entenderlo bajo unos estándares diferentes y, lo que para unos es sostenible, para otros no lo es tanto.
El evento finalizó con la primera entrega de premios de BSFW en las categorías de sostenibilidad, innovación y diseño, además tuvo lugar una pasarela de clausura contando con diseñadores de alta costura que apuestan por otra forma de hacer haute couture.
Si estás pensando “genial, cuéntame ahora porfa como está siendo la moda que nos permitirá un vivir mejor”, sigue leyendo que allá voy.
El descubrir.
Fueron muchas las marcas que participaron y, lo curioso e interesante, es que compartiendo la misma esencia, descubrimos productos y estilos que expresan diferentes conceptos de moda. ¡Toma nota de aquellos que vibran más contigo!
- La artesanía, el hecho a mano y el mimo del creador/a en cada pieza sigue siendo una de las mejores vías para rescatar empleos de siempre que conllevan calidad y durabilidad en el producto. Piezas de joyería, accesorios para el cabello y calzado fueron los representantes de esta forma de hacer. ¿Has oído hablar del crochet? No lo pierdas de vista.
- Evocar la naturaleza y las semillas a través del diseño con materiales biodegradables, naturales, orgánicos y libres de químicos. Tipologías que ya son parte de nuestra cultura, pero con el concepto de crecer, vivir y desaparecer, integrándose de nuevo en la madre tierra. ¿Y si te digo que puedes compostar tus prendas en tu hogar y cultivar frutas y verduras?
- La circularidad está claro que ha venido para quedarse y la forma que parece que más encaja es la producción de nuevas piezas a partir de prendas en desuso, de esas a las que no se le puede alargar más la vida. Denim rescatado para crear piezas de alta costura, tops y faldas, o jugar con el arte de inventar y encajar prendas rotas en patrones totalmente nuevos, creando piezas únicas y personalizadas.
- Crear a partir de residuos, no solamente de la propia producción de otras industrias, sino de los envases de la materia prima que se utiliza. Circularidad en estado puro.
- Atemporalidad y versatilidad, estilos y diseños para permanecer toda la vida en nuestros armarios y heredar, si has leído bien, ¿Y si empezamos a darle valor a heredar ropa de nuestras madres, padres, abuelas y abuelos?
- Teñido y estampado botánico, favoreciendo el fin de vida útil de las prendas, utilizando restos orgánicos como medio para conseguir colores y estampados que reflejan un paisaje montañil.
Desde estilos más elegantes y chics aunando la tradición con un toque contemporáneo, a estilos urbanitas con prendas desgarradas, costuras descosidas y llenas de color. Pudimos encontrar propuestas tradicionales con una mezcla de sofisticación urbana, elegancia a partir de residuos alimentarios o atemporalidad unida con el arte moderno.
Esto es lo que la BSFW puso de manifiesto (bajo mis lentes, por supuesto) y con ello, me atrevo a decir que este 2023 puede que rompamos barreras y mezclemos artes ancestrales que siempre han estado ahí con una forma de hacer que en unos años serán parte de nuestro día a día.
Dejémonos fluir y vistamos según creamos, ¿te animas?
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