En 2018 escribí un artículo sobre “ropa de embarazo”, publicado casi en estas mismas fechas, en honor al mes de la madre. Hasta ese momento, ya había asesorado a varias mamás y estudiado suficiente sobre ropa y cuerpo para dar buenos tips de cómo vivir y disfrutar de este período, sin terminar odiando todo lo que ya tienes en tu clóset y que luces, pero de forma distinta.

Un año después, en el 2019, quedé embarazada y viví en carne propia todas las dificultades que escuchaba de mis clientas. En ese instante entendí que mis soluciones funcionaban en lo práctico, pero que había algo más: el mirarse al espejo y ver “a otra” persona. Uno de los aprendizajes más importantes fue que era realmente difícil vestir y disfrutar de tus prendas regalonas. Con las hormonas en su salsa, sentirme conforme con lo que veía en el espejo, se me hizo —en muchos momentos— montaña arriba.

Desde el minuto en que vemos el test positivo, empezamos a convivir con miles de cambios. No tenemos idea del por qué, pero nuestro cuerpo se siente “raro”. Hinchazón, sueño incontrolable, humor fluctuante, acidez, mareos y podría seguir con la lista…ya que una cosa en común que todo cuerpo gestante vive, en algún minuto, es que todo molesta. 

El mes pasado Rihanna hizo su séptima portada de Vogue, embarazadísima, y casi que en un statement contra la beatificación de la maternidad, declaró: “Lo siento, es demasiado entretenido vestirme. No voy a renunciar a esto porque mi cuerpo está cambiando”. Agregando algo más, “espero que logremos redefinir qué es considerado ‘decente’ para una mujer embarazada. Mi cuerpo está haciendo cosas increíbles ahora, y no me voy a avergonzar de ésto. ¿Por qué tenemos que esconder el embarazo?”. No fue necesario que saliera con un cartel defendiendo el derecho de vestirse como le gusta, simplemente lo hizo y el mundo se alarmó.

Vivimos en una cultura a la que le encanta asociar maternidad a sacrificio. En una sociedad que realmente cree que la maternidad tiene que sepultar a la mujer que existía antes de los hijos, para dar lugar a una santa. Ver a mujeres famosas que mantienen su estilo durante y después del embarazo, me inspira y me recuerda que las mamás somos individuos (con sus necesidades, deseos y estilo propio), antes de tener en común lo que trae la maternidad. Te guste o no lo que vistan, es algo para celebrar y agradecer.

Puesto esto sobre la mesa, vamos con algunos tips prácticos, los cuales son solo una guía ya que lo principal es que identifiquemos lo que es importante para tí a la hora de vestir. Es indiscutible que maternidad = menos tiempo para todo, así que la clave es encontrar formas prácticas de hacer que nuestro clóset funcione para esta nueva realidad.

ANTES DE CUALQUIER CAMBIO, ELIMINAR EL EXCESO.

Empezar con una limpieza de clóset es demasiado importante y te ayudará muchísimo. Ya en los primeros meses de embarazo, identifica qué piezas durante un periodo largo no utilizarás. Algunas ideas:

• Todo lo que es muy ajustado, aunque tenga elastano: tu cuerpo se va a agrandar y no quieres destruir tus prendas.
• Sostenes estructurados: los senos son los primeros en crecer, antes de la guata, y sostenes con barba pueden herir tu piel. 
• Partes de abajo con botones y/o tela sin flexibilidad: a lo largo del día nos hinchamos más de lo normal y aunque en la mañana los pantalones hayan entrado, no significa que lo vamos a soportar todo el día.

¿EMBARAZADA O MÁS GORDITA?

En el primer trimestre puede ser que te moleste la falta de definición de la (mini) guata. Prueba, dentro de tu estilo, usar la cintura más alta y tops más cortos o por dentro. El viejo truco del “nudito” también puede ser un aliado.

Otras prendas de tener para este momento son todo lo que tenga cintura con elástico, falda lápiz de tela flexible, leggings con onda y vestidos tubo.

BUENO SÍ, ¡ESTOY EMBARAZADA!

No es una regla universal, pero en general cuando delineamos el cuerpo con la ropa, nos vemos con una silueta más “armoniosa”. Pero si te gustan los chales/capas oversize, amplios y cómodos, no hay por qué dejar de usarlos.

El truco del “nudito” sigue funcionando, solo que debes aplicarlo en prendas más largas. Sobreposiciones, terceras prendas, vestir en capas, también es algo que ayuda a entregar información de estilo y comodidad.

MÁS ALLÁ DEL CUERPO

Todo cuenta en un look para que sigamos luciendo nuestras preferencias en lo que vestimos, sin olvidar la comodidad. Zapatos que no aprieten, cuando se hinchen los pies; accesorios que no pesen, y no terminen siendo una molestia; ropa que facilite la ida al baño, sin que sea una limitante; ropa interior de talla más grande, sin costura y con cintura alta.

NACE UN HIJO, NACE LA MADRE

Cuando la guatita comienza a “desinflarse” y los pechos inician a llenarse de leche, comienzan otros desafíos. Ahora es cuando —sin darnos cuenta— son las 6 de la tarde y ni siquiera nos hemos bañado. Así que te invito a tener en consideración:

• Un sostén de lactancia: espera para comprar hasta que sepas más o menos tu talla real. Con dos básicos puedes pasar el primer mes, y solo entonces buscar algo que realmente te guste y que puedas utilizar por un largo periodo.
• Fórmula infalible: partes de arriba que faciliten la lactancia + partes de abajo super flexibles. Hay mil formas de hacerlo, no tiene que ser legging + blusa larga. (acá un tablero de inspiración)
• Paciencia: es normal que después del parto tu abdomen quede como de 6 meses de embarazo, y se tome su tiempo en volver a lo que tu esperas. No te desesperes, has dado vida y tu cuerpo ha vivido un cambio tremendo. Dale su tiempo y tu tiempo.

CÓMO SEGUIR DESPUÉS DEL “APOCALÍPSIS”

En mi experiencia como consultora de estilo creo que un 80% de las clientas mujeres me busca para reencontrarse después de tener hijos. Podemos pasar por el embarazo y puerperio sin entender mucho “lo que está pasando”, pero te aseguro que es algo temporario. La cosa suele complicarse un poco más cuando ya tenemos o queremos volver a dedicar tiempo a nuestros hobbies o por ejemplo, volver a la oficina, y vemos con pánico que nuestro clóset no nos acompaña.

Evita que ese pánico te lleve a comprar y comprar y caer en una ola de consumismo. Para estos momentos mi tip sería que vuelvas a leer nuestra serie “Reconectando con nuestro clóset”. De abril a julio de 2021 pasamos por un paso a paso para (re)construir nuestra relación con el clóset. ¡Es totalmente aplicable a este momento!

El cambio de estilo de vida es enorme con la llegada de un nuevo ser a nuestra vida, y la ropa es sólo una pequeña parte. Sí, la persona que eras antes muere, sin posibilidad de que vuelva a existir. Puede sonar fuerte, pero es real. Pero esto no significa que no va a nacer una mujer mucho más interesante y llena de posibilidades.

¡Feliz día a todas las personas que han gestado o lo están haciendo!

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