“En Chile existe un malentendido de lo que significan las donaciones. No se dona lo que sirve, se dona lo que sobra, y desde ahí es una mala práctica que tenemos como idiosincrasia, aunque nos duela”.
Carola Moya, cofundadora de AdC Circular y voluntaria del centro de acopio textil Escuela República del Ecuador de Viña del Mar.
Desafortunadamente, los últimos veranos en Chile han estado marcados por olas de incendios, y esta temporada no ha sido la excepción. Con 312 incendios forestales registrados al cierre de este artículo, el país vive una de las emergencias ambientales más grandes de la última década, movilizando el actuar gubernamental y también la ayuda de la comunidad, quienes buscan aportar a quienes lo han perdido todo.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando ese gesto solidario no responde a las verdaderas necesidades de los afectados, y se transforma en otro punto de combate?
Eso fue lo que sucedió con las donaciones que llegaron al centro de acopio textil de la Escuela República del Ecuador en Viña del Mar, cuando en enero de este año recibieron cerca de 32 toneladas de ropa, de los cuales solo el 39% estaba en condiciones de ser usada por las personas afectadas por los incendios, debido al mal estado de las prendas donadas por la comunidad.
Sobre esta problemática conversamos con Catalina Herrera, Carola Moya y Cristina Guajardo, tres mujeres que cumplieron diferentes funciones en el centro de acopio viñamarino, y trabajaron codo a codo para gestionar las montañas textiles que se acumularon en la quinta región.
«Dona ropa, no basura»
Ese fue el llamado que hicieron desde el centro de acopio, y es que para la bioquímica Catalina Herrera, fundadora del sitio Mapa Verde y coordinadora de voluntarios, la donación de ropa en mal estado no es un hecho aislado.
En diciembre de 2019 vivió una situación similar, cuando movilizados por los incendios en la zona, voluntarios y voluntarias gestionaron siete mil kilos de ropa, donde solo el 35% estaba en condiciones de ir en ayuda de las familias siniestradas. Para Catalina, esto sucede por dos causas principales: falta de empatía y acumulación excesiva de ropa.
“Lamentablemente, no sabemos donar lo que las personas realmente necesitan, y ante la acumulación excesiva de ropa estas situaciones se convierten en una pésima solución para deshacerse de las prendas que ya no queremos. Creo que eso se ve influenciado por el marketing y por un tema profundo de llenar vacíos con cosas materiales», afirmó.
Frente a esto, la fundadora de @mapaverde.cl abre la discusión sobre la donación en momentos de catástrofes y pone énfasis en que la ayuda de personas y otras municipalidades se convierte en un problema para las comunas siniestradas. Esto, principalmente por la falta de recursos (pese a la colaboración de voluntarios) para gestionar de forma óptima todas las donaciones, lo que genera nuevos y altos niveles de acumulación de residuos textiles, sumando otro foco de ocupación.
«El principal desafío es contar con un sistema a nivel regional o nacional, en el que se mantenga un abastecimiento permanente de las cosas necesarias para las personas y, que en situaciones de emergencia, se pueda acceder a ellas. Es necesario generar protocolos y un sistema preventivo frente a estas situaciones», concluyó.
¿Qué hacer con la ropa en desuso?
Si bien, la donación de ropa es una de las maneras para decir adiós a las prendas de forma responsable, es muy importante ser críticos al momento de hacerlo para evitar que se transforme en un problema local y global.
El reportaje Dead white man’s clothes (2021), afirma que el 40% de la ropa que se dona a países del tercer mundo termina formando vertederos tóxicos alrededor de comunidades, debido a su mal estado.
Para Carola Moya, activista con 30 años de experiencia trabajando en situaciones de emergencia en el país, es clave crear canales efectivos para que las personas puedan deshacerse de forma responsable de la ropa que ya no utilizan, y en conjunto con la acción gubernamental, evitar que los centros de acopio reciban prendas en malas condiciones; sucias, rotas e incluso con hongos.
«Las personas se deshacen de las cosas donando, porque creen que es una manera responsable de hacerlo. El punto es que al donar no se están haciendo cargo de estos residuos y traspasan las responsabilidad a otras organizaciones».
Carola Moya, cofundadora de AdC Circular y voluntaria del centro de acopio textil Escuela República del Ecuador de Viña del Mar.
Desde el punto de vista estatal, la activista afirma que la creación de protocolos es esencial para hacer un uso correcto y eficiente de la ropa. «Desde los gobiernos locales se deben poner pautas o guías sobre qué es lo que realmente se necesita y cómo deben ser sus características para que las personas no terminen deshaciéndose por este medio de las cosas que no utiliza en sus casas. Para que exista consciencia, debe haber educación».
Upcycling y downcycling: la oportunidad en medio las montañas de ropa
El Upcycling o supra reciclaje, es una manera de añadir valor a los “desechos”, remodelando y uniendo aquellos elementos y materiales descartados para transformarlos en otro producto. El downcycling o infra reciclaje, en tanto, hace referencia al reciclaje de residuos donde el nuevo producto tiene una funcionalidad y calidad más baja que el material original.
En Chile, ambas prácticas están tomando protagonismo, y frente a las toneladas de ropa reunida en Viña del Mar se transformaron en una oportunidad para diseñadores, marcas y emprendimientos que trabajan con estas técnicas.
Cristina Guajardo es una de ellas. Fundadora de Espacio Zive, se encargó de organizar a supra recicladores e infra recicladores locales para que pudieran trabajar con las prendas que no estaban en condiciones de ser donadas. Gracias a esto, un 39% de los textiles reunidos en el centro de acopio viñamarino se destinó al infra reciclaje y un 15% al supra reciclaje, evitando así su descarte y acumulación en vertederos.
«Los upcyclers de Chile debemos reconocer el impacto de nuestro oficio para crear y diseñar en base a lo que es desecho para alguien más», afirmó Cristina, destacando además la importancia de contar con una legislación sobre el manejo sanitario de residuos textiles. «De esta manera un supra reciclador tendría una base sanitaria para la gestión dentro de su propio modelo de trabajo».
Donar textil en buen estado es fundamental para hacer un aporte real a personas y fundaciones. Por ello, desde Franca. te invitamos a considerar las siguientes recomendaciones antes de hacerlo:
- Selecciona y verifica que las prendas estén en excelentes condiciones. Pregúntate si es ropa que TÚ recibirías.
- Repara todas las fallas solucionables como botones sueltos para que quien reciba la prenda no deba incurrir en gastos extras. Comprendamos que la donación en catástrofes es para personas que lo han perdido todo.
- En situaciones de emergencia evita donar vestidos de fiesta, trajes o disfraces.
- Lava, seca y categoriza la ropa a donar.
- Llévala a centros de acopio legítimos.
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