Seguramente has escuchado que “una polera de algodón necesita 20 mil litros de agua para ser fabricada”, sin siquiera cuestionar cuál es la fuente oficial o de origen de dicha afirmación. De hecho, es una cifra inexacta, y un ejemplo más de desinformación que existe en la industria de la moda (y del daño que esto provoca para lograr cualquier objetivo en materia de sustentabilidad en este sector).
Sabemos que el impacto de la industria textil es altísimo, y hace años que distintas organizaciones han encendido las alarmas y puesto el foco en cómo se produce y dónde está terminando nuestra ropa.
Para combatir su impacto, tanto social como ambiental, es esencial la creación de políticas públicas, que se basen en información fidedigna y sobre todo, responsable. Información que a su vez es clave para que los consumidores puedan tomar mejores decisiones de compra.
Con esto en mente, y con la intención de evitar una mayor propagación de frases desinformativas —y de paso ponerle freno al greenwashing con que ciertas compañías pretenden posicionar sus productos como “los más sustentables del mercado”— Transformers Foundation elaboró el reporte “Algodón: Un caso de estudio de desinformación”, para aclarar los principales mitos en torno a esta industria.
Si bien esta fundación representa a los actores del mercado global del denim, se utilizó a la fibra del algodón como fenómeno de estudio. Debido a que éste representa el 80% de las fibras naturales usadas mundialmente, beneficiando a aproximadamente 22 millones de hogares que basan su sustento en este proceso productivo.
En este sentido, la desinformación no sólo afecta a las personas que dependen de la generación de esta materialidad, sino que además atenta contra cualquier política de sustentabilidad efectiva que se quiera implementar. Pues la información no acurada es una gran traba para avanzar en materia de compensación textil.
Imágenes: Transformers Foundation, sesión de análisis del informe.
Aquí, te compartimos cuatro mitos sobre el algodón, arrojados en este informe.
1. “El algodón consume 20.000 litros de agua por cada kilo de fibra”
Esta cita ha sido usada por el WWF como parte de su informe sobre el impacto del algodón en los recursos de agua dulce y ecosistemas. En concreto, lo que más se ha difundido es una infografía titulada “20 mil litros: lo que se necesita para producir 1 kilo de fibra de algodón, equivalente a una polera y un par de jeans”*.
Si bien el informe data de 1999, fue divulgado de manera sistemática desde 2013 a 2020, hasta que recientemente se eliminó de los sitios web de la organización.
Según estudios realizados por el ICAC (International Cotton Advisory Committee), el algodón utiliza un promedio de 1.931 litros de agua de riego (blue water) para producir un kilogramo de fibra, mientras que para obtener la misma cantidad de pelusa de algodón son necesarios aproximadamente 6.003 litros de agua de lluvia (green water).
Por su parte, Transformers Foundation hizo sus propios cálculos para confirmar que, independiente del tallaje, con un kilo de fibra de algodón se puede elaborar una polera y un par de jeans. Esto es efectivo, sin embargo no está considerada la cantidad de agua necesaria para este proceso. Por lo mismo, se advierte el uso de estas cifras sin contexto.
Tanto la fundación como los especialistas que dieron origen al reporte, han señalado lo difícil que ha sido dar con la fuente oficial de la cifra de los “20.000 litros de agua extraída por kilo de fibra”. A raíz de un arduo trabajo de investigación y fact checking se ha determinado que tal número proviene de un promedio, de un estimativo. Y es aquí donde radica el problema.
Un dato de este tipo no puede surgir en base a un promedio, pues en un fenómeno como el agua utilizada para producir algodón intervienen muchos factores que varían de país en país, de región en región y de sembrado en sembrado.
También el clima y la tecnología de irrigación son factores muy disímiles, como para promediar las producciones de algodón de diferentes lugares, de diferentes contextos.
2. “El 25% de los insecticidas del mundo son usados para producir algodón”
Esta afirmación data de los años 80, época en la que el uso de insecticidas y pesticidas en la elaboración del algodón estaba en su peak. Una cifra obsoleta, según los expertos, y que representa una tergiversación de la realidad, incluso para décadas anteriores.
La única información actual disponible en esta materia corresponde al informe elaborado en 1995 para empresas del sector agroquímico, donde se establece que la industria del algodón representa el 10% de las ventas de pesticidas y el 22,5% de las ventas de insecticidas a nivel global. No obstante, se desconoce cómo se llegó a obtener una cifra mayor.
Pero más allá de los números, Transformers Foundation considera que este tipo de información no puede ser usada y es que, además de que las cifras de venta de pesticidas son cada día más bajas, la data asociada a ventas no es un sustituto del impacto que tienen los químicos en las plantaciones de algodón.
Para entender el impacto que tienen los pesticidas en la industria del algodón, es necesario entender cómo se utilizan estos productos, cuáles se están usando (marcas, formatos) y también las condiciones bajo las cuales se emplean. De lo contrario, difícilmente se puede establecer su efecto tanto en los seres humanos como en el medioambiente.
3. “El algodón es un cultivo sediento de agua”
Esta traducción de ‘cotton is a water-thirsty crop’ es, según el reporte una completa exageración. Si bien el algodón es cultivado en muchos lugares donde escasea el agua, no es un cultivo que consuma necesariamente cantidades excesivas de agua de riego (blue water), sobre todo si se compara con otro tipo de plantaciones.
De hecho, acorde a los datos más recientes, las plantaciones de algodón en rama consumen el 3% del agua agrícola del mundo, mientras que la totalidad de la tierra plantada con algodón lo hace en un 2,7%.
Si se considera que la escasez de agua se debe a factores tales como: el cambio climático, la disponibilidad local de agua, la falta de tecnología para el ahorro de ésta, la pobreza y errores de gobernanza, entonces no se puede responsabilizar de esto a un solo cultivo o a un conjunto particular de agricultores.
Una de las fuentes originales de esta cita es nuevamente la WWF, específicamente un informe de 2003 titulado: “Cultivos sedientos: nuestra comida y ropa se están devorando la naturaleza y desgastando el medioambiente”, en el que se responsabiliza al algodón como el causante de la degradación de grandes ecosistemas.
Sin embargo, según los expertos, el algodón es un cultivo tan tolerante a la sequía como lo es a los climas de bajas precipitaciones y calor. Es más, usa mucha menos agua de riego (blue water) por hectárea que las plantaciones de arroz, trigo, maíz, soya y muchas verduras.
4. “El algodón orgánico ocupa un 91% menos de agua que el algodón convencional”
Según Transformers Foundation no existe —hasta la fecha— una correlación entre la manera de cultivar el algodón orgánico, con la reducción del consumo de agua en este tipo de agricultura. Así como tampoco se puede determinar que el gasto de agua de riego (blue water) sea por causa de uno u otro tipo de cotón.
Esta cita proviene de una publicación elaborada por Textile Exchange, una organización que reúne a productores y actores del retail con agricultores y proveedores de materias primas, con la intención de “aprender sobre los beneficios sociales y ambientales del uso de textiles ecológicos”.
En él se comparan dos estudios, uno sobre el ciclo de vida del algodón orgánico y otro sobre el ciclo de vida del algodón convencional. Sin embargo, esto no se puede realizar y es que, cuando los estudios presentan distintas metodologías, software y tiempo para la selección de datos, entre otros factores, simplemente no pueden ser comparados.
Además, diferentes expertos comprobaron que, si bien los estudios de estos ciclos de vida fueron expuestos a críticos externos a la organización para su corroboración, la comparación de ambos no contó con la evaluación crítica necesaria para una correcta divulgación.
Si bien esta organización dio de baja la cifra del 91% de ahorro de agua, actualmente existen muchas marcas de ropa que declaran abiertamente la misma información por el uso de algodón orgánico. No obstante, la única manera de que una empresa pueda declarar esto es que se dedique a reducir el recurso dentro de su propia cadena de suministro.
¿Cómo podemos combatir la desinformación?
Hemos querido hablar sobre este informe, debido a que nos parece clave educar nuestro pensamiento crítico frente a la información que hay sobre la moda y cómo ésta se relaciona con la sustentabilidad.
Por ello, te invitamos a que:
- Siempre consultes las fuentes originales de la información que están recibiendo
- Pregúntate: ¿cómo se llegó a esa cifra?, ¿cómo se obtuvieron, limpiaron y procesaron los datos?, ¿cuáles fueron las líneas comparativas: nacionales o globales? ¿por qué esta empresa está publicando esta información o haciendo uso de estos datos?
- Consulta e utiliza datos publicados de no más de 5 años.
*No hemos adjuntado el enlace hacia el artículo, ya que queremos evitar que consumas notas y/o gráficas que contienen desinformación.