Fashion Revolution: una oportunidad para devolverle la voz a la ropa

por | Abr 23, 2024

La importancia de la comunicación sostenible a la hora de saber #QuiénHizoMiRopa

El ser humano, desde siempre, ha querido saber el origen de las cosas. Su curiosidad le ha permitido, no solo el desarrollo de las artes y la ciencia sino también adentrarse en una reflexión filosófica sobre el ser. Sin embargo, esta capacidad inherente a su condición se ha entumecido producto de un sistema de consumo que lo obliga a vivir y vestirse en modo “automático”.

Consumir, sin preguntar y cuestionarse, es el secreto del éxito de un modelo de negocios poco conectado con el entorno e incluso con las personas que lo sostienen, y cuya expresión cotidiana más evidente es el acto que realizamos, cada día, al abrir el clóset y vestir una prenda que “no tiene voz”, que no nos dice nada sobre su origen, ni sobre quién la confeccionó.

Pero ese silencio no podía durar para siempre… Hace 11 años esta “automatización” se pausó debido al colapso de un edificio en Bangladesh, llamado Rana Plaza, en que fallecieron 1340 personas que cosían para la industria de la moda. Esa tragedia nos lanzó a la cara, sin aviso ni premeditación, ese trozo de tela que dejamos de mirar cuando decidimos aceptar el silencio: la etiqueta de nuestra ropa. 

Es así como tan dolorosa efeméride vio nacer el movimiento Fashion Revolution (2014), que nos animó a que volviéramos a tener curiosidad, a no quedarnos en la “versión de fábrica” y nos incentivó a preguntarnos -otra vez- quién hizo nuestra ropa, en qué condiciones, cómo, etc.

Muchas de esas interrogantes todavía no logran tener respuestas concluyentes, pero hay empresas y marcas que han entendido que la búsqueda de esa información y la transparencia de esos datos las fortalece y permite su desarrollo sostenible.

En Franca. Estudio hemos sido testigos de ello, gracias a diversas consultorías que nos permitieron asesorar a marcas de moda en un aspecto que puede sonar auxiliar, pero hoy se constituye como algo fundamental: la comunicación. Pero no cualquiera, sino la comunicación sostenible, donde la línea base es la honestidad.

Porque en la comunicación sostenible si no se conocen todas las respuestas siempre existirá el compromiso por intentar obtenerlas en un tiempo prudente. Asimismo, si la contestación incomoda, la primera reacción será tomar acciones urgentes e imperativas que conduzcan a cambiar o corregir la realidad, más allá de lo que exija la ley o el sentido común.

Lo anterior, porque saber quién hizo mi ropa, posibilita que las personas vuelvan a conectarse con ese deseo primitivo de caminar a través de una ruta conocida, amable, que cobija, no espanta. 

En ese sentido, la semana de Fashion Revolution, es una oportunidad para que todos, pero sobre todo quienes tienen el poder de cambiar el paradigma de la moda, puedan abrir nuevamente los ojos, sean curiosos y comprendan que vestir con dignidad solo es posible con ropa que “habla fuerte” y demuestra que fue hecha con los estándares que tú y yo merecemos, es decir, respetando nuestro planeta y las personas que intervinieron en su elaboración. 

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Periodista, MBA en Dirección de Empresas y creadora del sitio Quinta Trends. Autora de los libros Relatos de Moda, El Nuevo Vestir, La revolución de los cuerpos y Cambiar el verbo. Consultora en Franca. Estudio.

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