Food journal: Qué es y por qué deberíamos tener uno

por | Oct 23, 2018

Aprendiendo a leer el food journal o diario de alimentación para lograr una limpieza de piel desde el interior

En la edición pasada de esta sección, les contamos acerca del significado de belleza lenta, su origen a partir del movimiento slow food, la relación entre belleza y la comida y bebida, y así llegamos al food journal, o diario de alimentación. Hoy corresponde referirse al análisis de esta poderosa herramienta que permite realizar un skin cleanse o limpieza de piel desde tu interior.

Alertas: Se trata de un alimento no muy bueno que se repite en el diario, o un comportamiento que se reitera más de lo que quisieras. Ojo con papas fritas, café, comida empaquetada, comida refinada (como arroz blanco, pan blanco, azúcar, sal, alcohol, galletas, barras de granola, muffins, brownies, milkshakes.)

Patrones: Los dolores de cabeza, granitos, o cambios de humor casi siempre van a estar ligados a un alimento. ¿Te da dolor de cabeza si no tomas café a cierto momento del día? ¿Un cocktail en la noche ocasionó una resaca del terror por la mañana? ¿Te sientes constipada luego de salir a comer? ¿Te sientes mareada un día  y te diste cuenta que no tomaste nada de agua esa jornada?

Contexto de tu pasado: Ten en cuenta tu origen étnico, la geografía en que vives, y tu infancia. Por ejemplo, ¿comes harta carne carne roja, pero en tu familia es un tema la presión alta y enfermedades al corazón? ¿Comes muchos dulces, pero tienes la diabetes en tus genes? ¿Cómo es la salud de tus padres? ¿Eran tus hábitos de infancia, mejores que los de ahora?

Algunos comportamientos comunes a todos los food journals:

* Las personas aman las comidas que comían en su infancia y juventud, y puede ser una gran debilidad. Normalmente, estas comidas no hacen sentir muy bien, pero es difícil dejarlas. También ocurre que todos piensan que comen estas comidas una vez cada tanto, pero en realidad, es más seguido de lo que debieran ser. ¿Alguien dijo caracoquesos?

* Casi siempre, los hábitos alimenticios son aprendidos de la familia. Si te gusta picotear cada vez que vas a la cocina, o te sientas para una gran comida, la preferencia proviene típicamente de la infancia. Muchas veces, cuando hay problemas de piel/salud, es porque estás resistiendo lo que hacías mientras crecías.

* Aquí en Occidente, consumimos demasiada azúcar. Pero a veces, eso no es la peor parte; es la culpa y las asociaciones negativas que vienen con ella. Según la autora Adina Grigore, los clientes de ella que la disfrutan de una manera saludable, como un pedazo de torta para el cumpleaños propio, no tienen síntomas físicos. Pero si el azúcar está en el diario de alimentación 6 veces al día, hay un problema.

* Si eres vegano o vegetariano, es probable que estés consumiendo demasiada soya y azúcar, así que ojo con eso.

* Si eres omnívoro-más cercano a consumir sólo carne, no es necesario comerla en todas las comidas del día.

* Si eres pescetariano, comes demasiado pescado, y dada la mala calidad de la comida del mar y mariscos disponibles, deberías ser cuidadoso con su consumo.

* Nadie consume suficiente verduras.

A continuación, prueba eliminar uno o dos alimentos que generan reacciones adversas durante 20 a 40 días. Los alimentos más típicos que podrían estar causando problemas son el trigo, los lácteos, la carne, soya y el azúcar. Y para el 99.9% de las personas, los granitos tienen que ver con el queso. Y haz un reemplazo; leche vegetal en lugar de la de vaca, pollo en lugar de carne, legumbres en lugar de pollo, dátiles y ciruelas en lugar de golosinas. Luego reintegra un alimento problemático y ve qué sucede. Espera 3 o 4 días y re-introduce el segundo alimento problemático. Si no experimentas síntomas negativos, entonces puedes re-introducir definitivamente los alimentos. En caso contrario, hay que decirles adiós.

Abogada y minor en Diseño Integral UC, magíster en Periodismo de Moda por la London College of Fashion, fundadora de Ander y Miel magazine. Su panorama ideal es cocinar platos veggies para los amigos y leer libros. Sus hijos son Clemente y Aurora, y su marido Tomás. Vive en Frutillar.

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