Tenía sólo 6 años cuando le diagnosticaron que era celíaca, y aunque Francisca es una chica joven de 23 años, las alergias alimentarias no eran particularmente conocidas y vivió en primera persona lo que es cargar con un diagnóstico -hasta hace poco- bastante desconocido. “Al principio fue súper difícil porque tienes que aprender a comer y cocinar de nuevo. Para mí como niña era complicado en el sentido de que no me gustaba sentirme diferente y llamar la atención por lo que estaba comiendo… muchas veces me daba vergüenza andar con mi pote de comida hasta en cumpleaños y celebraciones escolares. De adolescente muchas veces pasé hambre porque no quería pasar por esas situaciones”.
Sin embargo, ese factor que la hacía diferente poco a poco dejó de ser tema, y agrega que “con el tiempo lo fui aceptando y actualmente me da lo mismo llevar la comida a donde sea, siempre estoy preparada. Hago esto porque sigue existiendo mucha ignorancia respecto al tema y comer afuera de tu casa es todo un tema”.
Pero la historia de Fran no es inspiradora sólo por el hecho de haberse adaptado a un diagnóstico que para muchas puede ser limitante, sino más bien por haber hecho de su condición de celíaca la puerta de entrada a un mundo creativo, donde los sentidos se activan y la información toma forma a través de bellísimas ilustraciones, recetas y vivencias.
Con más de 24 mil seguidores en Instagram, El Gluten y yo “nace a partir de que hace unos años me vine a estudiar arte a Santiago y llegué a vivir a una residencia de estudiantes, donde lamentablemente no se podía cocinar y yo debía aceptar lo que me daban (muchas veces comidas insípidas, muy poco sabrosas). Cuando terminé la carrera estaba ansiosa por experimentar en la cocina, pasaba todo el día pensando que probar… me di cuenta de que las recetas me resultaban bastante bien y quise dejarlas plasmadas a través de la ilustración, para ayudar y escuchar a más personas en la misma sintonía que yo”.
Ilustraciones en tonos pasteles, preparaciones simples, ricas y hogareñas y mensajes que conectan con una vida más lenta y calma son parte de lo que encontramos en El Gluten y yo. “Trato de crear imágenes que te conecten con lo hecho a mano, lo casero, lo amable, lo suave, aquello que te traslada a un lugar ameno y cercano a la naturaleza, porque eso me inspira mucho. Creo que es importante volver a lo esencial de la vida, donde cosas como recolectar naranjas de un árbol pueden ser lo más genial del mundo” comenta Francisca.
Antes de llegar a Santiago, Francisca vivió su infancia y adolescencia en Parral, lugar que sin duda juega un rol en su trabajo, a nivel de conocimientos, pero también de inspiración. “Para mí, el estilo y recetas que desarrollo es un homenaje a mis raíces, al lugar del que provengo. Donde todo es más lento y pausado, cerca del campo y las montañas” y nos cuenta que, por una parte, el origen y procedencia de los alimentos es una gran inspiración, la cual se honra a través de la elección de ingredientes y en sus propias decisiones de consumo. “Me inspira la comida que proviene de la tierra, los colores vibrantes, aromas frescos de las verduras y frutas, alimentos lo más naturales y éticos posibles; que sé que me harán bien y nutrirán mi cuerpo, además de cuidar el planeta lo que más pueda. Me encanta visitar ferias y almacenes de barrio, conversar con los vendedores y aprender de ellos, saber de dónde viene lo que me alimentará” y agrega que “otra gran inspiración es la cocina de mis abuelas y padres, mi abuela materna cocina tan rico que es imposible no inspirarse… por otra parte, mi abuela paterna, a quien no alcancé a conocer, dejó todas sus recetas redactadas, cada vez que puedo le echo un vistazo para pensar qué hacer”.
El Gluten y yo empezó como una cuenta de Instagram, pero definitivamente es mucho más que eso. Además de compartir sus recetas, Francisca también imparte talleres y se encuentra desarrollando su primer libro, el cual es “una invitación a acercarse a la cocina, dejar los procesados y refinados de lado y saber exactamente lo que estás llevándote a la boca”. Dentro de su libro podremos encontrar recetas e ilustraciones hechas por allá y nos cuenta que si bien “está pensado principalmente para personas alérgicas y/o intolerantes al gluten y otros alérgenos comunes, y también para quienes prefieren alimentarse de manera más saludable y consciente”.
Con un amor por la estética, los sabores y aromas, quisimos saber un poco más sobre qué estimula los sentidos de Fran. Nos contó que le encanta acariciar el pelaje de un animal “porque me encanta sentir su calor y suavidad” y su aroma favorito es el de la tierra cuando recién comienza a llover, el cual la lleva a su infancia “jugando cerca de la menta, las flores y el barro”. Le gusta ver el bosque nativo y sus detalles, sentir el sonido de las chispas saltando de una fogata, el cual la trae inevitablemente al presente. ¿Y qué cuál será su sabor favorito? “El pastel de choclo, me recuerda los exquisitos sabores del verano y la tranquilidad de las vacaciones en familia”.
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Fotografía: Tomás Fuentes
Edición: Christian Nawrath