Vi el documental I am Maris en Netflix, porque cuando me encontré con el tráiler hubo dos aspectos que me llamaron la atención por mi propia vida: las crisis de pánico y el yoga. Qué pueden tener estas dos cosas en común, me pregunté. Absolutamente nada, o en realidad todo.
Maris Degener (@yogamaris) sufría estados ansiosos desde niña. Su madre no entendía por qué le daba miedo la noche y le costaba tanto irse a dormir. Lejos de disminuir con el tiempo, esta condición comenzó a incrementar, tanto así que la ansiedad de Maris derivó en ataques de pánico de los 11 a los 14 años.
Cuesta y duele saber que una persona sufra este tipo de episodios ansiosos a tan corta edad, todavía más cuando, en el caso de Maris, todo empeoró al punto que comenzó a cortarse los brazos y a tener trastornos alimenticios.
Hay una parte del documental donde su mamá relata que un día la llevaron a lo que pensaron iba a ser un control médico de rutina, pero se convierte en una confesión del doctor quien les advierte que Maris, literalmente, se estaba muriendo de hambre. Como no comía, su presión arterial estaba tan baja que tenía altas posibilidades de morirse mientras dormía.
Aquí es cuando Maris debe internarse en el Stanford Children’s Hospital y comienza a culparse por todo el dolor que le estaba causando a su familia. Nuevamente lejos de que todo terminara, la ansiedad siguió haciendo de las suyas, incluso cuando regresó a su casa e intentó volver a la rutina.
Para quienes hemos experimentado esta situación, volver a sentirse bien o ‘volver a la normalidad’ no es nada fácil. Es más, nunca se vuelve a ser el mismo, porque ese estado catatónico que es sentirse morir no hace más que alienarte hasta que descubres que no es algo aislado, sino una oportunidad para descubrirse y aceptarse. Luego, sanarse.
Maris descubre en el yoga el mejor medio para rehabilitarse y es a través de este autoconocimiento que también comienza a tener mejores pensamientos e ideas. Crea, por ejemplo, un blog “para hablar de la mierda que no quieres hablar”, o de lo que cuesta y duele.
También pensado en los amantes del yoga, este documental muestra a Maris, que actualmente es instructora profesional, haciendo perfectas posturas mientras reflexiona sobre su vida, siendo no solo una inspiración para otras personas como yo, sino además un bello retrato de una persona que vive un despertar joven.
Disponible en Netflix