El estado natural del ser humano es el movimiento. ¿Y qué produce esta acción? Estar en contaste transformación. Llega sin invitación a nuestras vidas, obligándonos a salir de nuestra zona de confort, generando muchas veces ansiedad y miedo en un escenario que tiene una forma bastante hostil.
Llegué a Santiago en medio de esta pandemia, después de pasar unos meses en el sur de Chile. Mi mente, con doctorado en autoboicot, me decía ¿qué hacemos acá? Y admito que no sabía, en realidad esperaba de forma milagrosa una respuesta. Recordé una frase del mundo espiritual que por fin me hace sentido después de algunos años: “Sin oscuridad, no hay luz”. En ese momento prometí convertir esta circunstancia de la vida en una gran oportunidad para crear mi nueva realidad. Estoy convencida de que cada uno de nosotros tiene un súper poder, y quizás llegó el momento de conectarnos con él. Somos seres creativos por esencia, no es privilegio de algunos. Esta poderosa acción creativa hoy nos da la posibilidad de cambiar nuestra visión de mundo con cada pensamiento y palabra. Me cuestioné: ¿qué hay dentro de esta cabeza? ¿Soy quien quiero ser o me aterra la opinión de los demás? ¿Digo lo que siente mi corazón?
Vienen más cambios con varios hitos: el año nuevo mapuche, el solsticio de invierno y el eclipse, sumado al hecho de que Marte, planeta regente de los inicios, el fuego, la lucha, muchas veces la rabia y la ira, se instala en Aries, su amada casa durante el segundo semestre, lo cual nos puede traer algunas experiencia rabiosas y no tan nice. En este momento, donde la realidad supera la ficción y a los creadores de Black Mirror les quedo chica la imaginación, aparece este libro, Los cuatro acuerdos, recordándonos lo simple que es la vida. (Ojo, simple no es sinónimo de fácil).
Basándose en la sabiduría tolteca, Miguel Ruiz al parecer nos devuelve el sentido común a nuestras vidas con este libro en un momento donde la estructura se cae, la incertidumbre se apodera del momento y el cambio es algo que ya no podemos evitar. Vamos a ver qué acuerdos nos propone el libro:
Sé impecable con tus palabras. No es cliché la frase “las palabras crean realidades”. Podemos utilizar esta herramienta para crear o destruir, integrar o separar. Es hora de decidir de qué realmente queremos hablar y así también evaluar de quiénes nos queremos rodear.
No te tomes nada personal. No todo tiene que ver con nosotros. ¡Es que somos muy egocéntricos a veces! Todo lo que te diga un otro habla de él o ella, no de ti.
No hagas suposiciones. Tremendo desafío, decirle a la mente que le cortarás las alas para volar porque es bastante astuta cuando se quieren contar cuentos. Hoy queremos la verdad, las cosas como son, ¿o no? Nos tendremos que ser amigos de la vulnerabilidad.
Haz siempre lo mejor que puedas. Tenemos que amar lo que hacemos, es la única forma de entregar o entregarnos lo mejor de nosotros. Dejar de esperar una recompensa, disfrutar del proceso y liberarnos no es un acuerdo fácil de mantener, pero creo profundamente que vale la pena.
Para los que estén dispuestos a comprometerse con estos cuatro acuerdos o solo echarle un vistazo al libro, les dejo el link de descarga gratis. Y me despido con la amada Nathy Peluso con su canción “Corashe”, porque lo vamos a necesitar.