Por más que lo ignoremos, hay momentos en que la vida nos llama la atención y pide un cambio, los que podemos sentir radicales o difíciles, pero profundamente sanadores y María José Silva es un ejemplo de aquello. “Hace ocho años aproximadamente cuando me di cuenta de que me había alejado demasiado del verdadero propósito de estar aquí. Me había vuelto trabajólica, consumista y me había olvidado de mi misma. Un día, mi corazón me llamó la atención de una forma tan profunda que no pude seguir ignorándolo”. Así, empezó un viaje que la llevaría a encontrarse con libros y maestros que le permitirían profundizar y formar su propia visión sobre una alimentación consciente, así como su proyecto Marías Felices.
Marías Felices nace el año 2012, primero como un blog donde María José compartía sus experiencias y descubrimientos, impartiendo talleres esporádicos hasta que “entendí que si no me dedicaba de lleno a la re-educación para el despertar de las consciencias, no se iba a generar el impacto que necesitábamos como sociedad.” De esta manera, los talleres se convirtieron en clases y en una plataforma virtual orientada a la reeducación y aprendizaje sobre el auto conocimiento y autocuidado a través de una alimentación consciente. Pero ¿de qué se trata la alimentación consciente?
Alimentarte de forma consciente es ELEGIR tus alimentos, entendiendo por qué lo haces. Hemos venido comiendo y consumiendo productos alimenticios que no necesariamente nos nutren ni nos alimentan. Sin cuestionar su origen ni sus consecuencias
“Para mi la alimentación consciente es recuperar el amor por ti. Es aprender a respetarte, escucharte y valorarte. Y a su vez, aprender a respetar y valorar todo lo que te rodea. No se trata de seguir dividiéndonos en base a etiquetas o nombres como «vegano» o «vegetariano». Creo que va mucho más allá. Alimentarte de forma consciente es ELEGIR tus alimentos, entendiendo por qué lo haces. Hemos venido comiendo y consumiendo productos alimenticios que no necesariamente nos nutren ni nos alimentan. Sin cuestionar su origen ni sus consecuencias” y agrega “La alimentación es un acto de amor y la alimentación consciente es un acto de amor consciente. Consciencia significa conocer o entender. Entender cómo funcionamos, cómo reacciona nuestro organismo frente a determinados alimentos o prácticas es fundamental para recuperar el equilibrio con el que nacemos. Al recuperar nuestro equilibrio experimentamos muchos más estado de gozo, de gratitud y de felicidad”. Por último, comenta que no podemos olvidar la calidad de los alimentos que ingerimos, así como nuestro propio auto conocimiento “nuestros cuerpos nos hablan a diario, establecer una relación estrecha con ellos nos asegura un bienestar físico, emocional y mental”.
Inspiradas por esta visión sobre el cuidado de nuestro cuerpo, María José nos cuenta que una de sus texturas favoritas es la piel (1), pues ama conectarse con otros a través de ella y le encanta escuchar la voz de su pareja (5). En cuanto a sus olores favoritos, está el olor a café en grano recién hecho (2) “me recuerda una etapa hermosa de mi vida en Italia. Me da la sensación de hogar, de esperanza, no sé por qué” y en cuanto a los sabores se inclina por el chocolate amargo con vino tinto “o unas buenas papas fritas con una cerveza. Depende del estado de ánimo del minuto” (3). Por último, su sentido de la vista se estimula al ver a una mujer bailar flamenco (4) “se erizan todos los pelos de mi cuerpo. Me siento poderosa, me energiza»