Hasta hace solo ocho años, la menstruación seguía siendo un tema tabú y las alternativas de cuidado e higiene femenina se debatían entre toallas higiénicas o tampones, donde cada una contaba con sus seguidoras y detractoras. Pero fue también hace ocho años que, de la mano de una emprendedora chilena, un nuevo actor entró al mercado de la salud e higiene femenina; uno que vino a revolucionar y generar conciencia sobre el impacto medioambiental y en nuestra salud de las opciones disponibles, así como a conectarnos con una nueva forma de comprender la menstruación y nuestros ciclos.
Se trata de MiaLuna, empresa fundada por Paula Valenzuela el año 2011 y pionera en la producción y venta de copas menstruales en Chile. Cada copita está hecha de una suave y flexible silicona médica certificada por la FDA, la cual, en vez de absorber el flujo menstrual –como las alternativas tradicionales–, lo recolecta. El material certificado es enviado a Hong Kong, donde son producidas bajo los requerimientos de diseño, rigidez de la silicona, suavidad y calidad solicitados por la empresa, cuyo diseño es propio y ha sido el resultado de años de estudio del mercado. El resto del proceso productivo –como imprenta o bolsita contenedora– son fabricados en Chile y actualmente se encuentran evaluando alternativas para nacionalizar la producción misma de las copas.
Dentro de sus beneficios destaca que es más higiénica que otras alternativas, ya que el flujo no sale del cuerpo y por lo tanto siempre se está seca y limpia, lo que además evita el generación de malos olores, pues el flujo no se oxida en contacto con el oxígeno. Por otra parte, es más económica, ya que al ser reutilizable solo debe comprarse una vez y su reposición puede ser a los 3 años aproximadamente. Y por último, pero no menos importante: utilizando alternativas ecológicas, como MiaLuna, una mujer deja de contaminar con más de 13.000 toallas y tampones, los cuales tienen un alto contenido de plástico y químicos tóxicos para el planeta, ¡y para nosotras mismas!
MiaLuna cuenta con la certificación de Empresa B, sello Basura Cero, Te Protejo (libre testeo animal), Vegetarianos Hoy (producto vegano), Gluten Free, y es parte de la red Fundación Reforestemos. Wow.
Conversamos con Constanza Valenzuela, Brand Manager de MiaLuna, sobre los inicios, obstáculos y proyecciones de esta empresa eco que ha cambiado la forma de comprender la menstruación en Chile y Latinoamérica.
Si bien hoy en día la copita menstrual es una alternativa cada vez más utilizada por las chilenas, en algún momento fue una absoluta novedad. ¿Cómo llegaron a esta idea? ¿Qué las motivo a emprender con ella?
A la Pau le trajeron la copita de un viaje, ella la probó y se enamoró del producto porque no contaminaba y permitía hacer todas las actividades que ella quería, como el yoga o surf. Luego de eso, sintió la necesidad de mostrarla a más mujeres, y empezó a traer una marca inglesa de copitas. Pero después se complicó todo porque era muy caro y las mujeres, al no conocer el producto, no estaban dispuestas a hacer ese tipo de gasto solo para probar. Dado esto, decidió hacer su propia marca de copas menstruales y nació MiaLuna. Al principio vendía una al mes y la gente encontraba que estaba loca, pero la idea la movía tanto que siguió y aquí estamos hoy.
¿Cómo fue el proceso de implementar esta nueva alternativa en el mercado chileno? ¿Cuáles han sido los principales desafíos?
Fue un proceso largo, intenso y lleno de obstáculos. En un principio la gente no podía creer cómo funcionaba la copita, era como una magia (risas). También había personas que encontraban asqueroso que fuera reutilizable, el ver la sangre; tocarse para introducir y sacarse la copa era impensado, y otras no entendían cómo te ibas a meter eso dentro del cuerpo, etc. En fin, fue todo bien negro al principio, pero siento que de un momento a otro hubo una especie de consciencia colectiva y las mujeres empezaron a usar la copa y a recomendarla, y eso fue fue precisamente lo que nos dio un impulso importante para estar donde estamos hoy.
Son una empresa liderada por mujeres y cuya fuerza laboral es principalmente femenina. ¿Qué rol juega en su negocio la presencia de trabajadoras mujeres? ¿Ha sido una decisión consciente? ¿Por qué?
Bueno, la verdad es que sí ha sido una decisión consciente, necesitamos mujeres que entiendan las necesidades de las otras mujeres. En este momento podrías hablar con cualquier trabajadora de MiaLuna y todas podrían decirte cómo usar la copita, darte consejos de uso, tips, etc. De todas formas, también trabaja con nosotras un hombre que es quien que ve las cámaras y nos ayuda con algunas tareas que requieren de mayor fuerza, la relación con él es súper buena. En general en la tienda MiaLuna se vive un ambiente de buena onda, compañerismo, respeto y trabajo en equipo.
Si bien el origen de MiaLuna son las copitas menstruales y sus beneficios, hoy en día abarcan otros tipos de productos e incluso narrativas. Por ejemplo, la naturaleza cíclica de la mujer, la menarquia, entre otras. ¿Cómo ha sido este proceso de crecimiento? ¿Qué necesidad no estaba resuelta?
Hemos tratado siempre de ir acompañando a las mujeres en todas las etapas de su vida, supliendo necesidades básicas que puedan tener en cuanto a la menstruación, por eso empezamos a pensar en más productos. Al principio eran complementarios a la copita, como el gel lubricante para poder insertarla, las pastillas para esterilizarla, etc.
Luego seguimos con nuestra misión de tratar de cambiar la connotación negativa de la menstruación y fue ahí donde conocimos a Carolina León, una sicóloga energética que se integró a nuestro equipo a principios del año y, junto a ella, pudimos dar vida al libro Mujer Primordial, donde habla del manejo de energías, del proceso de transición de la toalla a la copita, y el uso terapéutico de la copa menstrual.
Como trabajo, para este año nos hemos impuesto la misión de educar a las mujeres en su primera menstruación y darles las herramientas para que ellas puedan elegir vivir una menstruación consciente con su cuerpo y el planeta.
¿Cuáles son los próximos pasos y desafíos? ¿Cómo proyectan seguir creciendo y avanzando con MiaLuna?
MiaLuna va súper bien y pensamos que seguirá así, estamos moviendo la marca en otros países de la región y ha sido un éxito, hoy ya estamos enviando a nueve otros países de América. Como empresa, queremos ampliar nuestra oferta de productos y transformar paulatinamente la tienda MiaLuna en un almacén de comida saludable y cosmética natural. La idea es poder acercar las alternativas naturales a las usuarias de MiaLuna, quienes son mujeres conscientes. La alimentación saludable ha sido siempre para nosotras un punto importante que abarcar, por eso estamos felices de poder brindar esa alternativa a nuestras usuarias.