Moda Regenerativa: acción climática desde la industria textil

por | Abr 25, 2022

La industria textil y de la moda necesita de la acción coordinada entre los países productores.

La degradación acelerada de los suelos y el calentamiento global han sido causadas por un efecto antropogénico sin precedentes. Esta es una de las mayores conclusiones del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU en 2021, exigiendo así un compromiso mayor frente a la amenaza del cambio climático. Buscando implementar en el corto plazo acciones para el desarrollo sostenible y esfuerzos por erradicar la pobreza.

Las acciones para reducir la degradación de los suelos y ecosistemas se encuentran en nuestras decisiones diarias. Por ejemplo, en la elección de los alimentos que comemos y que pueden ser producidos de forma responsable y regenerativa, y del apoyo a campañas que promuevan políticas públicas que apunten a preservar la biodiversidad y el acceso a estos productos para la población. 

El tema es tan amplio que cruza muchas dimensiones de la sociedad. Sin embargo, en este artículo nos enfocaremos en la acción climática en la moda, industria que -se estima- es responsable del 10% de  los gases de efecto invernadero a nivel mundial y que en temas de mitigación de la contaminación e impactos ambientales negativos, tiene como uno de sus esfuerzos la implementación de la “moda regenerativa”.

En entradas anteriores de Franca. ya se han puesto en tabla los conceptos de agricultura regenerativa y cómo ésta puede ayudar a combatir la degradación de los suelos, además de ofrecer trabajo y economías sostenibles para las comunidades agrícolas

¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de moda regenerativa?

La moda regenerativa está fuertemente vinculada a los procesos de economía circular para la industria textil. Desde el punto de vista de lo “regenerativo” esto nos lleva directamente a los materiales con los que está hecha nuestra ropa. Pero más preciso aún, a las fibras textiles naturales y sus procesos de cultivo. 

Lo más probable es que mientras lees este artículo estás vistiendo una prenda que tiene algodón en su composición. Y es que la producción de algodón corresponde al 25% de las fibras textiles cultivadas a nivel mundial, es la segunda fibra más utilizada después del poliéster (51%) que es una fibra sintética. En consecuencia, la fibra natural más cultivada debido a su demanda.

La moda regenerativa busca incorporar la agricultura regenerativa dentro de la cadena de producción de la ropa. Lo que quiere decir que las familias agricultoras cultivan, por ejemplo, el algodón de forma estacional, en terrenos rotativos, evitando el monocultivo, permitiendo el crecimiento de cultivos de cobertura.

Las hierbas que crecen aledañas al cultivo de interés —que en la agricultura industrial tradicional serían extraídas— en la agricultura regenerativa son concebidas como un soporte de nutrientes para la tierra. Además, en este tipo de sistema, se favorece el cultivo de plantas destinadas a la alimentación, lo que significa otro ingreso económico para las familias agrícolas. 

Imagen: Manto Abrigos, marca argentina seleccionada en por Fashion Open Studio 2022.

¿Cómo contribuye la moda regenerativa a combatir la crisis climática y promover el bien común?

Según el último informe del IPCC y la sesión celebrada en Ginebra en 2021, el grupo experto mencionó que “una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero permitiría limitar el cambio climático”.

La moda regenerativa y las fibras que provienen de estos sistemas de cultivo permiten capturar CO2 en la tierra, y agregan valor cuando son realizados bajo programas de incentivos de buenas prácticas agrícolas para familias rurales y comunidades originarias.

Entender el proceso de cultivo como un ecosistema vivo e integrado, permite un manejo eficiente de los sistemas de riego con la implementación de la infraestructura óptima y promueve el rescate de semillas nativas. Al mismo tiempo que fortalece las economías locales y el trabajo colaborativo, socialmente cohesionado, para desarrollar planes de escalabilidad que construyan sostenibilidad. 

Es importante dimensionar lo que la “moda regenerativa” carga, para no caer en lavados verdes o greenwashing. Cuando las marcas de moda declaran trabajar con fibras naturales, es necesario observar los procesos: ¿cómo las fibras fueron producidas? ¿existe  información disponible para tener una compra informada? ¿las marcas hacen trazabilidad de su cadena de suministros para saber de dónde viene su algodón? ¿dan respuesta al quién y cómo se hizo mi algodón?

Parte de nuestra misión como ciudadanos-consumidores críticos es exigir que las marcas se hagan cargo de sus colecciones, y que el término de moda sustentable no se utilice de forma indiscriminada. Para ello, necesitamos de políticas y normativas de trabajo estándar en la industria. 

Programa «Más Algodón» de las Naciones Unidas

Una propuesta  para fortalecer los sistemas de cultivo de fibras amigables con el medioambiente, es el programa “Más Algodón” implementado desde el 2013 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, en una red de asociación que convoca a Perú, Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Haití y Paraguay. 

Su objetivo principal es conectar a agentes de la cadena de suministros del algodón para transitar a un cultivo y procesos más sostenibles; favorecido por la cooperación internacional, el reconocimiento de las experiencias locales y sus casos de éxitos para ser replicados. Esta es una propuesta interesante para apoyar a agricultores que llevan adelante la agricultura regenerativa y el rescate de semillas nativas, teniendo claro que estos programas deben considerar de forma primordial que los incentivos y acuerdos de producción deben estar especificados y sean equivalentes para todas las partes en relación.

Para las comunidades locales transitar a nuevos modelos de producción conlleva un costo significativo, por lo tanto, deben contar con la claridad de que no serán desprotegidos a medio camino o con un producto que no pueda competir con el algodón convencional producido en monocultivo. Los cambios que la industria necesita deben ser inclusivos, sobre todo en una región del mundo —Paraguay, Colombia, Perú, Ecuador, Argentina y Bolivia— donde el 80% de la agricultura del algodón es realizada por agricultores familiares.

The Sustainability Pledge: el compromiso por la sostenibilidad

Hoy en día millones de personas exigen políticas que mejoren las condiciones laborales y ambientales en la industria textil, y respondiendo a ese llamado es que la Comisión Económica Europea de las Naciones Unidas desde el 2020 que se encuentra implementando un plan piloto de trazabilidad en la cadena de suministros del algodón (Blockchain), junto al programa Más Algodón en Latinoamérica y el Caribe. Todo esto con la finalidad de transitar y motivar a que las empresas del sector de la confección y el calzado se unan al programa The Sustainability Pledge.

Integrar nuevos procesos de producción requiere de la formulación de indicadores que permitan medir el impacto real, tanto positivo como negativo, y así reconocer puntos débiles, establecer mejoras y optimizar los procesos. Parte de lo que propone The Sustainability Pledge es integrar los indicadores con fuerte trazabilidad, circularidad y transparencia, como tres pilares importantes de la sostenibilidad.

El “blockchain” es un sistema de registro encriptado, el cual agrega una huella digital a las transacciones en una red fuertemente vinculada. Esto permite tener más barreras para evitar la alteración de datos, ya que al intentar realizar un cambio en la data, la cadena de suministros sería expuesto a toda la red.

Este tipo de tecnologías podría ser de gran ayuda y apoyo para llevar adelante la moda regenerativa, entendiendo que no es una solución si desde un inicio no se contó con información medible o chequeada. Por ello, el querer hacer las cosas bien, tiene que venir desde un compromiso real por combatir los problemas socioambientales de la industria textil y de la moda.

Imagen: The Sustainability Pledge junto a UNECE, unidos por una mayor trazabilidad, transparencia
y circularidad en el sector de la confección y el calzado.

Para confirmar que la moda regenerativa es realmente sostenible es necesaria la implementación de normativas y modos transparentes de fiscalización de los procesos; es importante contar con programas de cooperación internacional, integrar tecnologías digitales para el seguimiento de la cadena de suministro y sobretodo, un compromiso intrínseco de las empresas. 

La moda regenerativa es un término con el que comenzaremos a convivir cada vez más. Como ciudadanía del futuro, la invitación es a permitirlo cuando sea con un compromiso concreto, medible, trazable y transparente.

Este es el primer artículo de una serie donde revisaremos cómo la moda puede unirse a la acción por el clima. En las siguientes entradas continuaré integrando la importancia de la cadena de producción y las nuevas tecnologías en la industria de la moda. Desde la ciencia, el diseño, la innovación y respeto por los territorios. 

PUNTOS A DESTACAR

– La moda regenerativa permite mitigar los impactos ambientales negativos del cultivo de materias primas de nuestras prendas, pero no es toda la solución a la crisis e impacto de la industria.
– El cultivo de algodón corresponde aproximadamente al 70% y 80% de la producción natural de fibras en el mundo (FAO). Por ello, la industria textil y de la moda necesita de la acción coordinada entre los países productores.
– Las buenas prácticas agrícolas tienen un impacto positivo no solo en la industria alimentaria sino también en la textil.
– La moda regenerativa promueve la construcción de sociedades más justas, creciendo en asociatividad y colaboración. Agregando valor a la cadena de producción.
– Como consumidores debemos demandar políticas y normativas de producción sostenibles. Para ello necesitamos que los organismos políticos nacionales e internacionales, promuevan y fiscalicen programas de transición a modelos de producción sostenible. 
– Debemos exigir que las marcas realicen trazabilidad de sus cadenas de suministros y que además transparenten esta cadena, tanto para sus proveedores como para el público en general.

Fuentes: fao.org // un.org //  cotton a case of study of misinformation // the environmental price of fast fashion // Proyecto más Algodón // What Is Regenerative Agriculture? A Review of Scholar and Practitioner Definitions Based on Processes and Outcomes // The New York Times // The Sustainability Pledge UNECE // 

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Entusiasta de la ciencia, el diseño, las comunicaciones y de asistir a un buen concierto. Es Licenciado en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, certificado en Innovación y Comunicación Medial en la misma casa de estudios. Co-fundador de Manifiesto. Miembro de Fashion Revolution Chile y Cámara Diseña Sustentable. La búsqueda de diálogo y exploración de nuevos materiales (biomateriales) que promuevan el desarrollo sostenible son su tema. @badodiaz

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