Cuando vi a la directora y las productoras de Period. End of Sentence. (2019) subir al escenario de los Óscares de este año para recibir el premio a Mejor Cortometraje Documental, me conmovió mucho su discurso sobre la importancia de que un filme sobre la menstruación gane un premio de ese calibre.
Este documental corto (26 minutos) registra una silenciosa historia de lucha por la liberación del tabú de la menstruación en una comunidad de la India. Se desarrolla en Hapur –60 kilómetros al este de Nueva Delhi–, donde un grupo de mujeres aprende a operar una máquina que produce toallas higiénicas biodegradables a bajo costo.
No es una tarea simple, ya que, en ese contexto, la menstruación es un tema inmencionable entre mujeres y niñas –peor aún en las parejas o entre los hombres–.
Lo más impactante, quizás, es que muchas niñas de la comunidad llegan a abandonar el colegio por su periodo, ya que se avergüenzan de él y temen ser descubiertas por sus pares al cambiarse las telas que usan para absorberlo. Dado que no reciben educación sexual o tienen acceso a productos higiénicos, muchas mujeres de Hapur, ya adultas, se sienten tan incómodas –desde estigmatizadas hasta simplemente adoloridas–, al punto de que su menstruación les impide incluso trabajar y, por ende, ser más independientes.
Este documental, dirigido por Rayka Zehtabchi y disponible en Netflix, apunta precisamente a la equidad menstrual, un término que hace referencia al movimiento que busca que las toallas higiénicas y tampones sean considerados bienes de primera necesidad y sean entregados de forma gratuita a mujeres en situación vulnerable.