Deforestación, calentamiento global, alza del nivel del mar, sequías, contaminación, decoloración de corales, vertederos de basura, destrucción de hábitats. Parecería que cada día oímos hablar de un nuevo efecto irreparable de la crisis climática. Y enfrentar esas realidades puede ser duro para el ánimo.
Ante las noticias sobre la degradación del planeta –a las que se suman las preocupaciones sociales–, no sorprende que algunas personas sientan ecoansiedad o ansiedad frente al cambio climático. Esta tiende a manifestarse como una mezcla de sentimientos: culpa, pánico, desesperanza, rabia, pena, miedo, impotencia. Para eso, la Sociedad Australiana de Psicología (APS, por sus siglas en inglés) publicó unas recomendaciones para ayudarnos a lidiar con la ecoansiedad.
¿Qué hacer cuando los ánimos están bajos? ¿Cómo lidiar con el miedo existencial por el futuro planeta? ¿Qué hace que la ecoansiedad sea distinta de la ansiedad común? Y, sobre todo, ¿cómo canalizarla en algo positivo?
Tomar acción colectiva. Dado que el cambio climático es un problema mundial, las soluciones colectivas tienden a producir un mayor efecto mental positivo que las acciones individuales. Algunos ejemplos que pueden ayudar para aliviar la ecoansiedad van desde participar en grupos de acción climática, empezar a trabajar con una organización ambiental local, sumarse a marchas por el cambio climático, o incluso sentirse a conversar del tema en grupos de amigos y comprometerse a hacer pequeños cambios cotidianos, como clasificar la basura, reducir el consumo, etc.
Ser realista. Muchas veces tenemos la tendencia de ponerle mayor atención a las noticias negativas sobre el cambio climático. Quizás incluso las buscamos activamente, ignorando los cambios positivos que se están haciendo alrededor del mundo. La recomendación va por ahí: ampliar las búsquedas de información y leer sí sobre los efectos negativos, pero también sobre proyectos ambientales exitosos.
Mantener una rutina saludable. Las personas prosperamos cuando tenemos rutinas. Darse el tiempo de mover el cuerpo, cocinar y comer comidas saludables, dormir lo suficiente, socializar y conectar con otras personas (las recomendaciones de siempre) es importante. ¿La razón? Sentirnos bien ayuda a motivarnos a luchar por causas más grandes que nosotros. Estamos más dispuestos a buscar soluciones, negociar, ser más creativos, generar ambientes de acción y de trabajo positivos si nos sentimos descansados, con energía y una mente clara.
Imaginar un mundo mejor. Es fácil ser cínico. Pero según la APS existe evidencia científica de que imaginar un futuro en el que el cambio climático ha sido resuelto puede ayudar a hacerlo posible. Imaginar ayuda a inspirarse. Si tenemos una idea de cómo se ve un futuro mejor para el planeta tendremos mayores inclinaciones para crearlo.
Enfocarse en pocos problemas a la vez. Cuando nos llenamos de actividades al máximo podemos sentir nuestra capacidad superada más rápido y drenarnos de energía. Abrumarse con demasiados proyectos o comprometerse a participar en muchos distintos movimientos puede jugarnos en contra si no estamos enfocados en ninguno de ellos. “Especializarse es una buena estrategia de comportamiento para la ecoansiedad”, según la APS. Es decir, dejar ir las ansias de decir sí a todo cada vez y priorizar las actividades en las que invertiremos energía.
Cambiar patrones mentales. Hay formas probadas de abordar todo tipo de aflicciones psicológicas. Primero, está bien desahogarse. Ser honestos con las emociones propias. Sentir rabia, llorar, gritar; según los expertos, esto libera espacio para actuar.
Otros mecanismos para cambiar patrones son: reemplazar los pensamientos en blanco o negro (“todos los animales del mundo se van a morir”, por ejemplo), con matices (“hay muchos animales en peligro, pero todavía se pueden salvar cientos de especies”). Para ayudarnos a sentir menos miedo, la APS recomienda recordarse a uno mismo que la historia demuestra que las personas podemos cambiar, que los cambios toman tiempo, y que cosas grandes crecen a partir de cambios pequeños.
Fuentes: Coping with Climate Change Distress, Australian Psychological Society | How to Deal with your Climate Change Anxiety, Frankie Magazine