Todo se estremeció. En Chile estamos acostumbrados a que la tierra se mueva bajo nuestros pies, pero por estos días estamos experimentando un tipo de terremoto que nos remece a otro nivel. Esta situación nos agita las emociones, nos desarma las rutinas; terminó de derrumbar las estructuras que en otro momento nos daban ‘seguridad’; y, sobre todo, ha traído a la superficie –como un estallido un poco inesperado– toda esa energía que hemos acumulado como sociedad durante tantos años.
Al principio, hace unas semanas, muchos nos preguntamos cómo y por qué estaba pasando esto. Siento que en el fondo todos teníamos las respuestas, solo que nos habíamos acostumbrado a cubrirlas con la tierra que hoy ya se ha removido… Todo ha salido a la luz.
¿Qué hacemos ahora con esto?
Sabemos cómo reaccionar y actuar ante un temblor común, pero estas réplicas de incertidumbre y violencia parecen no acabar. Hay momentos en que se siente el ambiente tranquilo, pero cada día recibo comentarios que dan cuenta de sensaciones de temor, angustia, desesperanza y agotamiento mental y físico.
Como buena pisciana, a ratos también me he sentido en una montaña rusa emocional. Me he paseado entre la tristeza y la rabia por una parte; y el amor, la unión y la alegría de la transmutación, por otra. Solo al volcarme hacia adentro he logrado sostener la calma.
Y esa es precisamente mi invitación, porque la realidad es que nadie sabe qué va a ocurrir más tarde, ni en qué va a culminar este movimiento. No se trata de volver a cerrar los ojos ante lo que ocurre en nuestro territorio (y en Latinoamérica, por cierto); sino de ponerle un poquito más de conciencia, amor y compasión al proceso… Primero contigo, luego hacia quienes te rodean y después hacia todos los seres.
Relaja tu cuerpo, calma tu mente y armoniza tus emociones
Dado que todo se sigue moviendo, siento que la clave es asumir el vaivén y retomar(te) desde esta nueva realidad. En eso, lo más importante es cuidarte y permitirte renovar energías día a día.
Para lograrlo, te comparto algunas prácticas e ideas que te pueden ser de utilidad:
Acepta el contexto en el que estamos y lo que estás sintiendo. La “normalidad” como la conocías tal vez no va a regresar y eso no tiene por qué ser malo. Al contrario, abrirte a adaptarte a lo nuevo es una oportunidad para crear algo mejor para todos.
Busca tu seguridad, tanto mental como físicamente. Siente si el espacio en el que estás te hace sentir tranquila, a salvo. Cuida tu vibración mejorando tu diálogo interno y evita exponerte a situaciones o imágenes de violencia en la televisión y redes sociales.
Dale a tu cuerpo lo que necesita. Estamos en una situación de tensión constante, por lo tanto, es importante priorizar el descanso y el sueño. En ese sentido, conviene también intentar manterner las rutinas de alimentación y de actividades físicas, siempre teniendo en cuenta que probablemente no vas a poder hacer todo como solías hacerlo. Escúchate y respeta tus procesos más que nunca.
Pon foco en ti. Regálate tiempo para conectar con la naturaleza, respirar profundo, meditar, soltar tensiones, cocinar, ordenar tu hogar, hacer manualidades, escuchar música suave y visualizar el Chile que quieres, por ejemplo. Recuerda que estando en equilibrio puedes ser un mejor aporte para tu familia y tus cercanos.
Comparte de manera saludable. Piensa en qué puedes colaborar desde tu ámbito de acción actual. Participa en encuentros y conversaciones contenedoras con quienes te rodean, sé un agente de cambio positivo, expande amor.
Por último, recuerda que no estamos solos en este terremoto. Confío en que desde la gratitud, la unidad, la empatía y la humildad podemos juntos crear la sociedad que soñamos. ¡Empecemos ahora mismo a poner esto en práctica!
¿Por dónde vas a empezar tú? Cuenta conmigo si necesitas profundizar en estos temas.