Durante años estuve dormida, pensando que mis vaivenes hormonales, físicos y emocionales eran casi un “castigo” y recuerdo en más de una ocasión haber dicho frases como ¡qué ganas de ser hombre y no tener que menstruar mes a mes!, ¡qué afortunados son ellos! y el clásico ¿por qué siempre nosotras?
Afortunadamente, hoy esas frases sólo están presentes como un recordatorio de las experiencias que durante los últimos años he vivenciado alrededor de mi ciclo menstrual y que me permitieron conocer las diferentes fases del ciclo, cómo optimizarlas en relación a los ritmos que transita la naturaleza y, con ello, respetar mis propios cambios hormonales.
A lo largo de este artículo compartiré herramientas para lograr una relación más armoniosa con tu ciclicidad. Pero antes, quiero comenzar por explicar que el ciclo menstrual es una hermosa danza e interacción orgánica de hormonas y energías que nos permiten transitar por diferentes fases conforme se va desarrollando el ciclo durante el mes. Este viaje de transformación a mujer fértil comienza en la pubertad con la llegada de nuestra primera menstruación llamada menarquia y finaliza cuando ingresamos a nuestra segunda primavera conocida como plenopausia (menopausia). En promedio, el ciclo menstrual tiene una duración de 21 a 35 días, aunque generalmente se considera como referencia 28 días.
Entonces, ¿cómo lograr conectar con tu ciclo menstrual? ¡Acá te comparto cinco herramientas!
1. Planifica tu ciclo menstrual: utiliza calendarios lunares, aplicaciones móviles o agendas menstruales para registrar cada una de tus fases. En lo personal, me gusta complementar con pulseras menstruales de un color diferente para cada fase, ¡son una linda y práctica forma de recordatorio!
Cuando planifiques tus actividades, ten en cuenta en qué momento del ciclo te encuentras, ¡no para limitarte! sino para que puedas optimizar tus labores de acuerdo a la fase del ciclo en la que te resulte más amable realizarla.
2. Comunica tu ciclo: comunícale a las personas que te rodean en qué fase del ciclo te encuentras, cuáles son tus energías y que es lo que estás requiriendo. Si quieres aprender más sobre estos temas, te extiendo la invitación a descargar el E-book Ciclicidad Menstrual, un recurso digital de libre acceso que puedes descargar aquí, o participar en círculos de mujeres, para seguir cultivando la sororidad y educación cíclica menstrual entre nosotras.
3. Alimentación: incluye en tu dieta alimentos ricos en hierro como legumbres y hojas verdes, asegúrate de acompañarlos con alimentos altos en vitamina C para lograr una buena absorción. Propicia el consumo de grasas sanas como: palta, frutos secos, aceite de oliva y linaza. También, te invito a ampliar las fuentes de proteína que consumes y a limitar el consumo de azúcar, lácteos y harinas procesadas. La alimentación equilibrada es esencial para un ciclo menstrual sano.
4. Plantas medicinales: cotidianamente, puedes usar plantas en tu alimentación, ya sea en ensaladas crudas, como es el caso de la albahaca y el llantén, o para sazonar ciertos alimentos, utilizando especias como salvia, lavanda, romero, orégano, entre otras. En fase menstrual, te aconsejo beber infusiones de manzanilla, caléndula o ruda para aliviar los dolores que puedan aparecer.
5. Higiene menstrual: actualmente, el método de higiene más utilizado en el mundo para recibir la sangre menstrual son las toallas higiénicas y los tampones desechables, los que además de contaminantes, tienen componentes tóxicos que generan desbalance en nuestra flora vaginal. En la siguiente ilustración, te comparto algunas opciones amigables con tu bienestar y el medio ambiente para que puedas investigar y elegir la que mejor se adecúe a ti.
A través de estas sencillas prácticas podrás conectar con tu ciclicidad y además contribuir en sentar las bases para instaurar una cultura cíclica menstrual en nuestra sociedad. Sé que supone un gran desafío instaurar una cultura cíclica menstrual en nuestra sociedad, pero también sé que cada día somos más personas dispuestas a asumir ese compromiso.
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