Se cierra un ciclo mientras otro está por comenzar y me atrevo a apostar que tu mente debe estar pensando a mil por hora; evaluando cómo ha sido tu 2022, lo que lograste y lo que no, repasando los pendientes y esa la lista de posibles planes que quieres o debes cumplir para el próximo año. ¿Te sientes identificada?
En un mundo donde prevalece el hacer y sentirse productivos 24/7 pareciera ser un logro, es común que ya estés con todas las esperanzas puestas en la llegada del 2023, poniendo las expectativas afuera, pero ¿realmente es el próximo año el que vendrá diferente?
Quiero invitarte a que seas tú quien haga la diferencia ¡No solo este o el próximo año, sino que siempre! porque la verdad es que cuando termine el 2022, la vida seguirá igual, las personas no van a cambiar mucho si no está dentro de sus propósitos. Lo que sí va a avanzar es el tiempo, la naturaleza seguirá su curso, entonces, detente un minuto y pon atención a qué harás contigo misma. Detente a SENTIR, aún cuando resulte incómodo encontrarte con tus sombras.
Pregúntate y, aún mejor, escribe (es una excelente herramienta terapéutica gratuita) sin pensar mucho, simplemente fluyendo; ¿Qué está pasando hoy conmigo? ¿Qué estoy sintiendo constantemente? ¿En qué parte de mi cuerpo lo siento? ¿Cómo me trato? ¿Cómo me hablo, por lo tanto, cómo es mi diálogo interior? ¿Qué necesita mi cuerpo hoy? ¿Qué necesita mi corazón? ¿Me estoy dando lo que necesito o lo estoy exigiendo desde afuera, hacia los demás? ¿Qué es lo que realmente quiero para mí? ¿Dónde quiero estar? ¿Con quién o quiénes quiero estar? ¿Qué deseo crear?
Con estas sencillas, y a la vez poderosas, preguntas te invito a dar los pasos necesarios hacia la vida que quieres y mereces. Sé que a veces no resulta tan fácil, se requiere tiempo, autoconocimiento, pero el arte de hacerse cargo de una misma, en un viaje fiel, honesto, amoroso y auténtico contigo, es el mejor regalo que te puedes hacer.
Es por esto, que más que tips para potenciar tu autoestima, quiero instarte a que tengas una conversación contigo misma, donde consigas reconciliarte con tu vida y honrarla tal y como es, con los aciertos y desaciertos, con todo eso que eres fuera de las grandes expectativas (tuyas o de los demás) ¡Permítete sentirte libre y confiando, aún así en los días más oscuros! porque de eso se trata esta experiencia humana, de aprender a vivir en tu luz y en tu oscuridad como parte del equilibrio.
Valorar y validar con amor el camino que has recorrido hasta hoy, es clave. Porque lo que hoy está ocurriendo, lo que estás sintiendo en este minuto, quién eres hoy, es lo único real que existe, aún cuando no queramos aceptar ese presente y busquemos cambiarlo como si hubiese algo “malo” o algo que no funciona, hacemos largas y nuevas listas de propósitos, deseos y metas, esperando que nos digan cómo hacerlo, como si fuese una carrera, pero cuando hay poca conexión interna (el mundo del ser) y prevalece la conexión externa (el mundo del hacer), finalmente estas listas quedan ahí, en algún cuaderno escritas.
Mi postura no tiene que ver con conformarse, ni dejar de ponerse metas o propósitos, al contrario, ¡hazlo! pero que sean logrables, respetuosas y flexibles dentro de las posibilidades y según tus capacidades y deseos, comenzando por valorar lo que sí funciona en tí. Esto significa reconocer todas las veces que has sido capaz, que has atravesado infinitos obstáculos para llegar donde estás, reconocer todas tus virtudes y fortalezas, independiente a cómo ha sido la experiencia a lo largo de ese camino.
Un ejercicio que siempre recomiendo hacer a las personas que acompaño a través del Coaching en Autoestima y el Ciclo Vital Menstrual en Mujer Ilumina se trata de hacer una lista de logros desde que tienes uso de razón hasta el día de hoy y, al lado de cada uno de ellos escribir quién requeriste ser para conseguirlo. Por ejemplo, para terminar tu carrera universitaria requeriste ser valiente, responsable, creativo/a, apasionado/a, o para superar una ruptura amorosa, requeriste ser sabio/a, amoroso/a, valiente, comprometido/a (contigo), en el proceso de sanación, y así con cada uno de tus logros, independiente de si sean pequeños, medianos o grandes.
Haciendo este ejercicio te vas a dar cuenta de la numerosa cantidad de cosas que has sido capaz de ser y hacer, vas a recordar quién realmente eres y quién has sido, recordarás tu valor, el que siempre que lo necesitas y casi sin darte cuenta, se activa y está dentro de ti.
Comencemos este nuevo ciclo siendo fieles a seguir nuestro propio ritmo interior, a lo que nos hace sentir placer y satisfacción, pongamos mayor atención a lo que nos hace sentido, escuchemos nuestro cuerpo cuando nos pide algo, cuando nos pide descanso, cuando nos grita fuerte (porque no hacemos caso) con algún síntoma físico u obstáculo. Pongamos atención a esas señales, “ahí no es”, “esa persona no es” o “te estás desviando de tu camino”, el cuerpo es sabio, siempre nos está entregando algún mensaje y es necesario aprender a identificarlas, sobre todo para llevar una vida más real, alineada a la naturaleza y sus ciclos. Eso es autoestima, eso es amarse, es elegir el camino de sernos fieles a nosotros mismos, no es un recorrido fácil, ni de un día para otro, requiere tiempo, compromiso y dedicación constante, pero te aseguro 100% que es el mejor camino de transformación hacia un nuevo nivel de ti mismo/a que puedes tomar.
Por último, quiero recordarte que no estás desconectado/o de ti, no hay algo malo en ti, solo
requieres soltar para vaciar memorias del pasado, recordar para despertar, porque quizás has estado «dormido/a» por falta de información acerca de quién eres y el gran poder que existe en ti ¡Bienvenido/a en este nuevo ciclo que se acerca, al gran viaje de regreso a ti!.
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