Ya sea por la etapa inflacionaria actual o por razones meramente de concienciación sobre un consumo de moda responsable, lo cierto es que las ventas de prendas de segunda mano van en aumento (y seguirán en alza). Así al menos lo afirma el último informe ThredUp, el que advierte que el mercado estadounidense de las prendas second chance alcanzará los 70 mil millones de dólares en 2027, además, el reporte asegura que en 2024 el 10 por ciento del comercio mundial de ropa de vestir estará compuesto por ropa de segunda mano.
“Hemos logrado avances significativos en la estimulación de la circularidad en la moda: la reventa está comenzando a florecer a nivel mundial, y muchos de los minoristas más grandes del mundo están adoptando modelos de negocio más circulares. Si bien, el valor sigue siendo un factor clave que motiva a los consumidores a pensar primero en segunda mano, los problemas climáticos globales han aumentado la conciencia sobre el potencial de la reventa para reducir el impacto de la moda en el medio ambiente”.
James Reinhart, thredUP CEO
Según estimaciones de ThredUp, dos de cada cinco piezas del closet de alguien de la generación Z son de segunda mano. “El 64 por ciento de los jóvenes entre 18 y 25 años buscan un producto de segunda mano, ya sea ropa, calzado o accesorios, antes de comprar uno nuevo”. Así también lo sostuvo como gerente y especialista en tendencias de WGSN en el Episodio 3 de Conversación Franca. “Los números demuestran que en Estados Unidos el mercado de la reventa está subiendo. El pronóstico es que suba más rápido que el tema de la pronta moda, y eso está relacionado con la sostenibilidad y con el tema de identidad, trabajo, costo”.
¿Por qué resulta importante esta tendencia de consumo? Porque según cifras compartidas por Naciones Unidas, la industria textil utiliza al año unos 93 mil millones de metros cúbicos de agua, lo suficiente para satisfacer las necesidades de consumo de cerca de cinco millones de personas (un poco más del total de la población de Nairobi, la capital de Kenia). Mientras que al escoger usar ropa de segunda -en vez de prendas nuevas- se reduce la huella de carbono de cada persona en un 25 por ciento.
¿Y cómo se comporta Latinoamérica?
Brasil y México son los dos principales países de la región que más adquieren ropa de segunda mano, con un 77% y 54% respectivamente, seguidos por Perú (32%) y Colombia (22%). Así se desprende de la encuesta sobre la economía circular y los hábitos de consumo sostenible en América Latina realizada por CHEP.
El estudio realizado a 1.600 personas que abarcó Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y Perú, reveló información crucial sobre el compromiso de las personas para contribuir a una economía circular. Los principales factores considerados a la hora de comprar ropa son la durabilidad y la facilidad de cuidado, incluyendo el lavado sin plancha o la limpieza en seco, mientras que la preocupación por seguir las tendencias de moda resulta lo menos importante.
En cuanto a los ciclos de vida de la ropa, la encuesta revela que la opción más común para deshacerse de la ropa no deseada es donarla a organizaciones benéficas o pasarla a amigos y familiares.
Si quieres comenzar a vestir con prendas de segunda mano, te aconsejamos leer estos consejos y tener presente que la ropa más sostenible es la que ya existe.
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