Son tiempos de mucho movimiento, o quizás siempre lo han sido. Pero hoy, al estar forzados a detenernos, podemos sentir ese ritmo vertiginoso en el que veníamos andando.
Tanta información, tantos datos, tanta ansiedad. Y también tantas ventanas de empatía que se están abriendo, tantas personas dispuestas a ayudar y a cuidar de otros.
¿Es este un llamado global a despertar?
Dadas las hermosas guías de autocuidado que se han puesto a disposición en estos tiempos de cuarentena, quise centrar esta en el cuidado interior desde el prisma del amor propio. Cómo cuidar la relación con nosotrxs mismxs en tiempos de crisis.
Aquí algunas recomendaciones:
Estar con lo que sientes
Para mí esto es lo más importante, esta guía podría tener solo esta invitación y ya sería suficiente. Es lo más valioso y lo que más nos cuesta: estar presentes.
A todos nos pasa que en momentos de emergencia nos vamos a la cabeza, es normal. Es nuestro mecanismo de defensa humano para comprender lo que está sucediendo y actuar para sobrevivir. Pero nosotros ya vivimos bastante en la cabeza, y además de quedarnos en la casa y lavarnos frecuentemente las manos, no hay mucho más que hacer para sobrevivir en estos momentos.
Entonces, conectar con el sentir… ¿Cómo?
Conecta con lo más inmediato, que es la respiración. ¿Qué aparece? Quizás una emoción; puede haber miedo, frustración, impotencia, incertidumbre. ¿Cómo se siente aquello en tu cuerpo? Muy bien, quédate ahí, sin tratar de resolver, solo estando con ello.
Y puedes decirle a esa sensación: aquí estoy para ti.
Es una práctica de la atención similar al mindfulness que yo llamo el arte de recibir. Estar con lo que es amorosamente. Estar en tu cuerpo, presente ¿Y para qué? Para bajar todos aquellos síntomas que aparecen cuando nos desconectamos de nosotrxs: la ansiedad, la impotencia, la irritabilidad, la insatisfacción, entre otros. Estar con lo que sientes es integración interna, lo que percibimos como paz.
Ojo con el crítico interno
Presta atención a esa voz interna que te critica por no hacer lo necesario, o por ser descuidadx, o equivocarte, o lo que sea; básicamente, por no ser aparentemente suficiente. Es tiempo de bajar la exigencia, no intentar ser más productivos, así como también aceptar los distintos ánimos propios. No es real la expectativa de tener que estar agradecidos y centrados 24/7 durante una pandemia.
Sé consciente del momento
A propósito de lo anterior, son tiempos excepcionales. No intentes hacer como si nada pasara, ya que esto te llevará a tener comportamientos poco auténticos.
Estamos todos vulnerables y habrán muchos momentos incómodos. Es normal.
Practicar compasión
Tanto con los demás como contigo mismx. Estás haciendo lo mejor posible. Ser compasivo significa empatizar con tu dolor o el de otra persona, y luego desear el alivio de ese dolor (atentxs al crítico interno que dirá: ¿de qué te quejas? Hay gente que lo está pasando mucho peor). El dolor de todos es válido. Acompañémonos amorosamente. Si no lo hacemos con nosotrxs, no podremos hacerlo con nuestrxs hijxs, parejas, seres queridos, etc.
Cuida tus espacios
Ya que estaremos viviendo y trabajando en casa, esto es muy importante. Y no por amor al orden, sino desde un sentimiento de autocuidado. Como es afuera es adentro.
Sí, da flojera, pero una vez que comienzas mantén en ti la conciencia de que es algo que haces por amor. Te hará sentir mucho mejor.
Conéctate con otros
Busca las formas de conectar con tus amigxs y conocidxs. Participa de grupos online, aunque te dé monos. Por dos razones:
- La conexión es la base de la salud mental.
- Nadie puede solo.
Son tiempos de mucho movimiento, o quizás siempre lo han sido.
Espero que estés bien y que esta pequeña guía pueda servirte. Si necesitas acompañamiento hay muchas personas abriendo esos espacios en las redes. Nosotros también lo estamos haciendo desde @rasavant_
Y si de repente te encuentras solx y no sabes cómo cuidarte, siempre puedes volver a la pregunta: ¿qué haría por mí mi mejor amigx en estos momentos?
Imagen de portada: Aiony Haust vía Unsplash